Martes, Marzo 25, 2025

“Volver al futuro” con agua y glaciares, por Rodrigo Sanhueza

COOPERATIVA – Hace 40 años fuimos testigos del estreno de la película de ficción “Volver al futuro” y sus respectivas secuelas. Si hoy hiciéramos un viaje con Marty McFly al año 2065, ¿cuál sería el estado de nuestras aguas, ríos, lagos y glaciares? El horizonte es complejo y delicado.

El agua que heredamos, exige que construyamos un futuro y por ello, la ONU declaró este 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, relevándolo también como lema para el Día Mundial del Agua que se conmemora cada 22 de marzo.

Estas celebraciones no nos dejan indiferentes, considerando que nuestro territorio concentra aproximadamente 76% de todos los glaciares andinos, ubicados principalmente en las regiones de Aysén, Magallanes y Los Lagos.

Como Dirección General de Aguas del MOP, el 2014 realizamos el primer Inventario Público de Glaciares, identificando 24.114 cuerpos de hielo y luego, lo actualizamos el 2022, catastrando 26.180 cuerpos de hielo. Este aumento no es una buena noticia, puesto que los glaciares se fragmentaron producto del derretimiento por el cambio climático, un fenómeno que está ocurriendo a nivel mundial.

Por eso, esta campaña de sensibilización sobre la conservación de los glaciares, cobra mayor sentido. Hay que tomar conciencia los glaciares son reservas estratégicas de agua dulce en estado sólido y cumplen un rol importante en el ciclo del agua debido al deshielo, cuando en primavera y verano aportan con caudales a la escorrentía en las cuencas que los contienen, alimentando nuestros ríos y acuíferos. Además, en nuestro país los glaciares son un elemento clave del paisaje como atractivo turístico.

Hay avances para su protección, con la reforma al Código de Aguas vigente desde abril de 2022, se estableció que la DGA no podrá entregar derechos de aprovechamiento de aguas sobre glaciares y así resguardar su función ecosistémica. Pero, además, debemos estudiar su comportamiento, lo cual la DGA realiza a través de redes de monitoreo en alta montaña con 96 estaciones de glaciares, nieves, permafrost y lagos glaciares con transmisión en línea. Redes que queremos ampliar en 68% de aquí al 2030.

Este monitoreo se complementa con otros estudios y trabajo de campo que realiza la DGA, apoyándose en su red de 9 refugios instalados en zonas de glaciares de las regiones Metropolitana, Aysén y Magallanes.

Hoy tenemos información empírica de que los glaciares están disminuyendo su tamaño original, ya que como DGA evaluamos la variación de área de los 25 glaciares más representativos que así lo demuestran. De los cuales 7 han disminuido por sobre 50%. Por ejemplo, el glaciar volcán Sillajhuay ubicado en la Región de Tarapacá, del cual tenemos datos desde 1972, ha disminuido su superficie en 97%. Es decir, de un área inicial de 4,96 km², hoy solo queda 0,17 km². Mientras que en la macrozona austral, el glaciar San Rafael en la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo, que producto de expediciones realizadas en 1871 sabemos que tenía una superficie de 801,48 km², en la actualidad ha disminuido 13%.

Todo esto es parte de la labor de la DGA por construir una base de datos cuantitativa a nivel regional y local para realizar estudios glaciológicos en respuesta al cambio climático.

Es fundamental procesar que el cambio climático, asociado a la acción humana, afecta a nuestros glaciares. Si en época invernal no es posible acumular suficiente nieve sobre la cordillera y sobre los glaciares para que al final del año hidrológico pueda tener una ganancia o al menos no pierda su masa; y si sumamos las altas temperaturas, son una combinación fatal para el equilibrio en el estado de las masas de hielos de la cordillera. Un efecto global que se suscita año a año, producto del calentamiento global, que algunos quieren negar.

La realidad debe superar positivamente a la ficción, quiero que el viaje junto a la máquina del tiempo del “Doc”, nos muestre que las acciones para conservar nuestros recursos hídricos y glaciares tuvieron el impacto necesario para el futuro de las próximas generaciones.

Ver artículo

Fuente: Cooperativa, Lunes 24 de Marzo de 2025

COOPERATIVA – Hace 40 años fuimos testigos del estreno de la película de ficción “Volver al futuro” y sus respectivas secuelas. Si hoy hiciéramos un viaje con Marty McFly al año 2065, ¿cuál sería el estado de nuestras aguas, ríos, lagos y glaciares? El horizonte es complejo y delicado.

El agua que heredamos, exige que construyamos un futuro y por ello, la ONU declaró este 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, relevándolo también como lema para el Día Mundial del Agua que se conmemora cada 22 de marzo.

Estas celebraciones no nos dejan indiferentes, considerando que nuestro territorio concentra aproximadamente 76% de todos los glaciares andinos, ubicados principalmente en las regiones de Aysén, Magallanes y Los Lagos.

Como Dirección General de Aguas del MOP, el 2014 realizamos el primer Inventario Público de Glaciares, identificando 24.114 cuerpos de hielo y luego, lo actualizamos el 2022, catastrando 26.180 cuerpos de hielo. Este aumento no es una buena noticia, puesto que los glaciares se fragmentaron producto del derretimiento por el cambio climático, un fenómeno que está ocurriendo a nivel mundial.

Por eso, esta campaña de sensibilización sobre la conservación de los glaciares, cobra mayor sentido. Hay que tomar conciencia los glaciares son reservas estratégicas de agua dulce en estado sólido y cumplen un rol importante en el ciclo del agua debido al deshielo, cuando en primavera y verano aportan con caudales a la escorrentía en las cuencas que los contienen, alimentando nuestros ríos y acuíferos. Además, en nuestro país los glaciares son un elemento clave del paisaje como atractivo turístico.

Hay avances para su protección, con la reforma al Código de Aguas vigente desde abril de 2022, se estableció que la DGA no podrá entregar derechos de aprovechamiento de aguas sobre glaciares y así resguardar su función ecosistémica. Pero, además, debemos estudiar su comportamiento, lo cual la DGA realiza a través de redes de monitoreo en alta montaña con 96 estaciones de glaciares, nieves, permafrost y lagos glaciares con transmisión en línea. Redes que queremos ampliar en 68% de aquí al 2030.

Este monitoreo se complementa con otros estudios y trabajo de campo que realiza la DGA, apoyándose en su red de 9 refugios instalados en zonas de glaciares de las regiones Metropolitana, Aysén y Magallanes.

Hoy tenemos información empírica de que los glaciares están disminuyendo su tamaño original, ya que como DGA evaluamos la variación de área de los 25 glaciares más representativos que así lo demuestran. De los cuales 7 han disminuido por sobre 50%. Por ejemplo, el glaciar volcán Sillajhuay ubicado en la Región de Tarapacá, del cual tenemos datos desde 1972, ha disminuido su superficie en 97%. Es decir, de un área inicial de 4,96 km², hoy solo queda 0,17 km². Mientras que en la macrozona austral, el glaciar San Rafael en la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo, que producto de expediciones realizadas en 1871 sabemos que tenía una superficie de 801,48 km², en la actualidad ha disminuido 13%.

Todo esto es parte de la labor de la DGA por construir una base de datos cuantitativa a nivel regional y local para realizar estudios glaciológicos en respuesta al cambio climático.

Es fundamental procesar que el cambio climático, asociado a la acción humana, afecta a nuestros glaciares. Si en época invernal no es posible acumular suficiente nieve sobre la cordillera y sobre los glaciares para que al final del año hidrológico pueda tener una ganancia o al menos no pierda su masa; y si sumamos las altas temperaturas, son una combinación fatal para el equilibrio en el estado de las masas de hielos de la cordillera. Un efecto global que se suscita año a año, producto del calentamiento global, que algunos quieren negar.

La realidad debe superar positivamente a la ficción, quiero que el viaje junto a la máquina del tiempo del “Doc”, nos muestre que las acciones para conservar nuestros recursos hídricos y glaciares tuvieron el impacto necesario para el futuro de las próximas generaciones.

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Fuente: Cooperativa, Lunes 24 de Marzo de 2025

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