Jueves, Diciembre 26, 2024

Venta de puertos

EL MERCURIO – DP World ( holding estatal de Dubái) ha confirmado que lanzará una OPA por el 100% de Puertos y Logística, propietaria de los terminales portuarios de Lirquén y Puerto Central. La operación, por US$ 502 millones, incorporará a uno de los grandes operadores portuarios globales al mercado nacional. Los propietarios de Puertos y Logística son los grupos Matte (71,3%) y Angelini (23%), más otros accionistas menores.
Los dos terminales son ejemplos del buen funcionamiento de la política portuaria en los últimos veinticinco años. En la década de 1980, Lirquén (de capitales privados) respondía a las necesidades de la industria forestal. Su desarrollo moderno comienza cuando se construye el muelle 2, que permite la transferencia de contenedores. Empieza entonces a diversificar su carga y hoy compite en su región con los puertos de Coronel (privado) y San Vicente-Talcahuano (estatal concesionado).
En San Antonio, el frente de atraque del molo se había concesionado a fines de la década de 1990. En 2011, ante el crecimiento de la carga, se concesionó a la empresa Puerto Central el segundo frente de atraque, correspondiente al espigón. Durante los primeros años, no movilizó mucha carga, pues se debía construir un terminal moderno, lo que requirió una inversión en infraestructura física y equipos por US$ 400 millones. Este comenzó a operar a fines de 2016, con una capacidad similar a la del terminal concesionado TPS en Valparaíso. Las cargas transferidas registraron así un aumento de 74% en 2017. Es la mayor inversión portuaria privada realizada hasta ahora en el país, y el valor de venta a DP World entrega una rentabilidad razonable, pero no excesiva, a los vendedores.
Cuando se concesionaron los frentes de atraque de los puertos estatales, se pensó en atraer a los grandes operadores internacionales. En algunos casos esto se logró, en asociación con locales, pero no mostraron interés por ser controladores, tal vez porque no conocían cómo se desarrollaría el mercado. Ello cambia ahora, con DP World. Esta empresa ha ingresado con fuerza a la región, obteniendo concesiones en Perú, Brasil, Argentina, Ecuador, y ahora Chile, lo que le permitirá controlar un 8% de la capacidad de transferencia de carga en Sudamérica.
Los concesionarios de terminales chilenos han sido muy eficientes en su operación, y se han expandido en América Latina, pero no disponen de la capacidad de inversión de los operadores globales. Es probable que ahora la llegada de DP World atraiga a algún otro operador portuario especializado. Ello, considerando que en un plazo relativamente corto se concesionará la primera etapa del Puerto de Gran Escala (PGE), también en San Antonio, un negocio atractivo para este tipo de actores. Dado que siempre es conveniente conocer el mercado antes de realizar una gran inversión, como las requeridas en PGE, es posible que algún otro operador internacional trate de ingresar al país antes de competir por una concesión en el gran puerto del Pacífico Sur. En el caso de DP World, si decidiera participar en ese proceso, probablemente tendría que desprenderse de Puerto Central por problemas de competencia. De cualquier forma, sea o no el preámbulo para la entrada de otros operadores globales, el ingreso de la firma al negocio portuario nacional es una buena noticia.
Ver artículo
Fuente: El Mercurio, viernes 18 de enero de 2019

EL MERCURIO – DP World ( holding estatal de Dubái) ha confirmado que lanzará una OPA por el 100% de Puertos y Logística, propietaria de los terminales portuarios de Lirquén y Puerto Central. La operación, por US$ 502 millones, incorporará a uno de los grandes operadores portuarios globales al mercado nacional. Los propietarios de Puertos y Logística son los grupos Matte (71,3%) y Angelini (23%), más otros accionistas menores.
Los dos terminales son ejemplos del buen funcionamiento de la política portuaria en los últimos veinticinco años. En la década de 1980, Lirquén (de capitales privados) respondía a las necesidades de la industria forestal. Su desarrollo moderno comienza cuando se construye el muelle 2, que permite la transferencia de contenedores. Empieza entonces a diversificar su carga y hoy compite en su región con los puertos de Coronel (privado) y San Vicente-Talcahuano (estatal concesionado).
En San Antonio, el frente de atraque del molo se había concesionado a fines de la década de 1990. En 2011, ante el crecimiento de la carga, se concesionó a la empresa Puerto Central el segundo frente de atraque, correspondiente al espigón. Durante los primeros años, no movilizó mucha carga, pues se debía construir un terminal moderno, lo que requirió una inversión en infraestructura física y equipos por US$ 400 millones. Este comenzó a operar a fines de 2016, con una capacidad similar a la del terminal concesionado TPS en Valparaíso. Las cargas transferidas registraron así un aumento de 74% en 2017. Es la mayor inversión portuaria privada realizada hasta ahora en el país, y el valor de venta a DP World entrega una rentabilidad razonable, pero no excesiva, a los vendedores.
Cuando se concesionaron los frentes de atraque de los puertos estatales, se pensó en atraer a los grandes operadores internacionales. En algunos casos esto se logró, en asociación con locales, pero no mostraron interés por ser controladores, tal vez porque no conocían cómo se desarrollaría el mercado. Ello cambia ahora, con DP World. Esta empresa ha ingresado con fuerza a la región, obteniendo concesiones en Perú, Brasil, Argentina, Ecuador, y ahora Chile, lo que le permitirá controlar un 8% de la capacidad de transferencia de carga en Sudamérica.
Los concesionarios de terminales chilenos han sido muy eficientes en su operación, y se han expandido en América Latina, pero no disponen de la capacidad de inversión de los operadores globales. Es probable que ahora la llegada de DP World atraiga a algún otro operador portuario especializado. Ello, considerando que en un plazo relativamente corto se concesionará la primera etapa del Puerto de Gran Escala (PGE), también en San Antonio, un negocio atractivo para este tipo de actores. Dado que siempre es conveniente conocer el mercado antes de realizar una gran inversión, como las requeridas en PGE, es posible que algún otro operador internacional trate de ingresar al país antes de competir por una concesión en el gran puerto del Pacífico Sur. En el caso de DP World, si decidiera participar en ese proceso, probablemente tendría que desprenderse de Puerto Central por problemas de competencia. De cualquier forma, sea o no el preámbulo para la entrada de otros operadores globales, el ingreso de la firma al negocio portuario nacional es una buena noticia.
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Fuente: El Mercurio, viernes 18 de enero de 2019

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