EL MERCURIO – Comodidad y utilidad. Son dos claves que los expertos en urbanismo han postulado para diseñar y distribuir las ciudades, especialmente aquellas muy pobladas y cuyos largos años de historia y desarrollo han provocado que tengan pocos espacios idóneos para los caminantes.
En Walk21, la cumbre mundial que se realizó la semana pasada en Bogotá, los especialistas apuntaron a eso, con un foco en el desarrollo para el peatón por sobre los automóviles.
Intervención social
En ese escenario, una de las soluciones que se analizan es el “urbanismo táctico”, una tendencia que se ha tomado varias urbes alrededor del planeta y que consiste en intervenciones prácticas, de bajo costo y que no conllevan labores que tomen mucho tiempo. Además, su implementación sirve para probar posibles proyectos de larga duración. Un caso chileno: el Paseo Bandera, en el centro de Santiago.
“Son intervenciones desde organizaciones ciudadanas para mejorar las vías; son temporarias y no necesariamente oficiales”, explica Stefan Steigner, especialista de la U. de Zúrich e investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la U. Católica, quien añade que la idea es mostrar que es sencillo hacer cambios que faciliten la caminata o el uso de la bicicleta.
Un ejemplo reciente es Ciudad de México. Allí, la organización Camina, que impulsa la movilidad y los espacios sociales, hace intervenciones e, incluso, ha desarrollado un manual sobre “urbanismo táctico”.
Luz Yazmin Viramontes, coordinadora de la organización, describe que “no es solo que los lugares sean vistosos e inspiradores, sino que también hacemos estudios y revisamos que el pilotaje de ciertos proyectos pueda funcionar o cambiarse”.
Por ejemplo, en el centro de la capital mexicana se creó un cruce peatonal colorido y en diagonal, que lleva de esquina a esquina, sin necesidad de esperar dos semáforos diferentes.
Otros estilos
En el evento, además, los expositores dieron a conocer otras intervenciones.
Una de estas es el renacer del río Hudson en Nueva York. Connie Fischer, directora del centro River Hudson Friends, planteó que la ciudad se adaptó al cauce y que desde hace unos años, luego de haberse entablado incluso litigios, los muelles se trabajaron para ser amigables con los ciudadanos y hoy permiten el uso de sus espacios.
En San José de Costa Rica también existe una propuesta innovadora: Rutas Naturbanas busca conectar 25 kilómetros del centro y otros lugares cercanos -mediante puentes peatonales y ciclovías- con la naturaleza que rodea a la ciudad.
En Sao Paulo, en tanto, se ha aplicado una política para el retiro de los anuncios publicitarios en fachadas que generaban contaminación visual.
“Tenemos que tener gran creatividad para que los espacios públicos puedan dar sustentabilidad y salud”, dice Regina Monteiro, superintendenta de Paisaje Urbano de la alcaldía de la urbe brasileña.
Fuente: El Mercurio, Martes 23 de octubre de 2018