LA SEGUNDA – El reciente dictamen de la Contraloría que declaró ilegales los permisos de edificación de los denominados “guetos verticales” en la comuna de Estación Central, por estar en “contravención a la normativa aplicable”, reabrió el debate en torno a la densificación sustentable en la capital.
Se trata de una discusión que ha estado dominada por posturas polarizadas (desregulación total versus protección restrictiva) y por entender la densificación sólo como construcción en altura, y no como un fenómeno de constante renovación de la trama urbana, que se puede plantear también desde equipamientos comerciales o industriales.
En un contexto en que varias comunas han decidido imponer restricciones a la edificación en altura, es necesario que las autoridades y planificadores urbanos calibren de manera adecuada la realidad del entorno urbano y social en que esas cambios operarán. Según cifras de la iniciativa “Ciudad con todos, diálogo para una densificación equilibrada”, del Centro de Políticas Públicas de la UC y la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, el 65% de los allegados viven en alguna de las 23 comunas que hoy tienen congelados sus planes reguladores. De acuerdo a la misma fuente, hay 11 comunas centrales de baja densidad, cercanas a servicios y con potencial inmobiliario, como Santiago, Recoleta y La Florida, en las que sería posible construir cerca de 534 mil viviendas en Inmuebles de siete o más pisos.
Ante esto, resulta necesaria una mejor coordinación entre el Ministerio de Vivienda, el Gobierno Regional y los municipios para iniciar procesos planificados de densificación, ante la falta de normativas adecuadas y alta fragmentación administrativa. También el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, recién renovado, debiera tener un rol clave en este debate. Un caso paradigmático, señalado por varios especialistas, es el del eje Vicuña Mackenna que, al traspasar siete comunas, depende de la misma cantidad de Instrumentos de planificación urbana, lo que ha producido una densificación poco coherente, en la que construcciones de uno y dos pisos comparten con torres de gran altura. Desde esta perspectiva, el anuncio del Gobierno de un proyecto de ley que incentivará la densificación (ligada a proyectos habitacionales de inclusión social) en zonas aledañas a las principales vías de transpone de la capital y a las nuevas líneas de Metro, para capturar su plusvalía, parece ir en un camino correcto.
La estrategia de densificar zonas del centro de la ciudad es razonable, siempre y cuando se haga de manera planificada, que favorezca la integración, que aproveche de manera racional la inversión pública, y que no resulte agresiva hacia quienes ya viven ahí. No sólo se trata de recuperar lugares subutilizados, sino que también de entregar a muchas familias la posibilidad de acceder a mejores zonas y servicios.
Fuente: La Segunda, Lunes 26 de noviembre de 2018