EL MERCURIO ON LINE – El sueño de conectar Santiago y Valparaíso en menos de una hora a través de un tren de alta velocidad concita el interés del futuro Gobierno de Gabriel Boric, tal como ocurrió durante la actual administración, pese al escaso avance que finalmente tuvo la iniciativa.
“Vamos a trabajar para que el tren sí sea prioridad”, declaró el fin de semana el futuro ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García Pérez de Arce.
La autoridad entrante reconoció que aún “hay aspectos técnicos que resolver” y manifestó que el proyecto podría contar con aporte estatal obtenido a través de concesiones. “Es perfectamente factible que podamos estudiar una modalidad de aporte complementario a través de la Ruta 68”, planteó, señalando, además, que “es importante que este tren pueda contabilizar, desde el punto técnico, el movimiento de pasajeros y carga”. “Creo que hay que tener una voluntad distinta para darle prioridad y nosotros como Gobierno pensamos avanzar en este camino“, aseguró.
El tema resurge ahora, a pocas semanas de que se concrete el cambio de Gobierno y cuando la idea de un tren rápido entre Santiago y Valparaíso se encuentra prácticamente estancada, a pesar del impulso que se le intentó dar durante la administración de Sebastián Piñera.
El proyecto que recibió Bachelet al final de su gobierno
El ferrocarril entre Santiago y Valparaíso funcionó por más de cien años, entre 1863 y 1986, cuando el servicio fue suspendido tras la tragedia ferroviaria de Queronque, en que murieron decenas de personas luego de que dos máquinas chocaran de manera frontal.
En 1992 hubo un intento por reactivar el servicio, pero éste no prosperó debido al escaso interés de los pasajeros, que se inclinaron por los viajes en buses y automóviles luego de que la apertura del túnel Lo Prado redujera considerablemente los tiempos de viaje entre ambas ciudades.
Desde entonces, la idea de revivir el tren entre la capital y el puerto siguió rondando, principalmente entre expertos. Pero no fue sino hasta enero de 2018 cuando el Gobierno, liderado entonces por la Presidente Michelle Bachelet, recibió una propuesta formal para materializar la idea.
Se trataba de un proyecto presentado por el consorcio chino-chileno TVS –integrado por la multinacional China Railways Group Limited (CREC), Latinoamérica Infraestructura y Sigdo Koppers– para construir un tren de alta velocidad –el primero en Sudamérica– que conectaría Santiago con Valparaíso en solo en 45 minutos, y con Viña del Mar en 39 minutos, reduciendo a la mitad el tiempo de viaje. Contaría con cuatro estaciones: Valparaíso, Viña del Mar, Casablanca y Santiago (Maipú), además de un servicio de carga. También una extensión hasta el puerto de San Antonio.
El proyecto consideraba una inversión de unos US$2.400 millones, contemplando un 100% de financiamiento privado, ya que –según el consorcio– al ser un proyecto mixto de transporte de la carga y de pasajeros no requeriría subsidio a la inversión. En ese entonces se estimaba que, otorgándose los permisos, la construcción del tren podría materializarse en cuatro años.
La declaración de “interés público” durante la administración de Piñera
Si bien la presentación de la iniciativa a la administración Bachelet fue más bien protocolar –pues solo le quedaban dos meses de gestión–, desde el inicio del Gobierno de Sebastián Piñera el Ejecutivo manifestó su decidido interés por la propuesta.
En mayo de 2018 la recién asumida ministra de Transportes, Gloria Hutt, reconocía que había un “gran interés” en la idea de un tren Santiago-Valparaíso y que la cartera estaba acelerando el análisis de los documentos del plan. Tras un proceso de análisis y consultas, en octubre de ese año el Presidente Piñera anunció que la propuesta sería tramitada mediante la ley de concesiones y que la licitación se realizaría durante 2019. Poco después, en febrero de 2019, el proyecto ingresó a tramitación en el sistema de concesiones, siendo presentado formalmente ante la Dirección de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas.
El interés manifestado por el Gobierno motivó que, poco después, se presentara una segunda propuesta para construir un tren rápido entre Santiago y Valparaíso, esta vez por parte del consorcio de empresas españolas Talgo, Agunsa y FCC. El proyecto también contemplaba transporte de pasajeros y de carga, aunque con una inversión menor, de US$1.400 millones; y un trazado diferente, partiendo en la Estación Mapocho, pasando por Til Til, Olmué y Limache, y terminando su recorrido en Viña del Mar y Valparaíso.
En ese momento, el Gobierno declaró que analizaría ambas alternativas, dejando abierta la puerta a que pudieran sumarse otras más.
En tanto, el 1 de junio de 2019, durante la Cuenta Pública en el Congreso Nacional, el Presidente Piñera anunció que “el Ministerio de Obras Publicas ha declarado de interés público” los proyectos para construir los trenes de pasajeros y carga entre Santiago y la Quinta Región, y que se estaban preparando para “llamar a una licitación internacional”.
Poco después, el MOP abrió una licitación para que firmas extranjeras expertas en trenes de alta velocidad asesoraran a la cartera en la revisión de los proyectos. Todo iba viento en popa.
El impacto de la pandemia en la suspensión de los estudios
Sin embargo, con el arribo de la pandemia el Ejecutivo decidió paralizar los estudios que se estaban llevando a cabo para iniciar la licitación. “Las dos iniciativas de trenes Valparaíso-Santiago se encuentran actualmente en etapa de preposición. Debido a la crisis sanitaria del covid-19 y sus restricciones, en este momento los estudios de ambas iniciativas se encuentran suspendidos“, informó la Dirección General de Concesiones, en febrero de 2020.
La medida desató una serie de cuestionamientos desde distintos sectores. Uno de los más críticos fue el senador por Valparaíso, Ricardo Lagos Weber (PPD): “A uno le sorprende que en Santiago no se paran las construcciones de líneas de Metro. El proyecto del tren Valparaíso-Santiago debe ajustarse a las nuevas realidades de la pandemia, pero continuar su ejecución. Cada postergación son más años de retraso”, manifestó en ese momento.
¿Y en qué estado se encuentra actualmente el proyecto? De acuerdo a lo señalado por la Dirección General de Concesiones, la iniciativa se mantiene en fase de estudios “para determinar la factibilidad de desarrollar a través del sistema de concesiones”.
Según lo expresado en diciembre pasado por esa entidad a La Tercera, el tren rápido sigue en Fase I de estudios, donde se evalúa la prefactibilidad de los proyectos, considerando trazados, demanda de pasajeros, carga proyectada, y evaluación social y privada. Dicha etapa comenzó en 2020, pero se retrasó debido a la pandemia. De acuerdo a lo señalado por el medio, actualmente Concesiones está terminando de revisar un informe preliminar y proyecta concluir dicha fase durante el primer semestre de 2022.
Tras esto, se podría avanzar a la Fase II, donde se contemplan estudios que permitirían evaluar el proyecto y su trazado a nivel de anteproyecto. Una vez concluida esa etapa, y de verificarse su factibilidad a través del sistema de concesiones, se avanzaría hacia la licitación.
En tanto, el senador Francisco Chahuán (RN) afirmó que “antes de que termine el mandato del Presidente Piñera habrá novedades respecto al tren rápido“.
Fuente: El Mercurio On Line, Lunes 31 de Enero de 2022