PLATAFORMA URBANA – En la segunda mitad del siglo XX, con la masificación del automóvil y un crecimiento demográfico exponencial, ciudades alrededor del mundo se expandieron de manera acelerada. El caso de Santiago, Chile, no fue ajeno, caracterizándose por una mancha urbana extensa y fragmentada que ha derivado en una fuerte dependencia del automóvil, degradación ambiental y consumo de suelo agrícola. Con una falta de planificación y políticas que apunten a un desarrollo urbano sostenible, el resultado es una ciudad más contaminada y menos verde; un escenario muy alarmante considerando la crisis climática a la que nos enfrentamos.
Ante este fenómeno global, surge el concepto de un Nuevo Urbanismo como una manera actual de abordar los desafíos de la ciudad contemporánea. Esto bajo una serie de principios: las ciudades deben ser compactas, diversas, accesibles y, sobre todo, sostenibles para impulsar una mejor calidad de vida. Si bien ciudades como Ámsterdam y Seúl han adoptado con éxito este modelo, Santiago pareciera estar varios pasos más atrás. Por lo mismo, desde la arquitectura surge la necesidad de impulsar proyectos que, sumándose a este Nuevo Urbanismo, prioricen la sostenibilidad y el bienestar como modo de vida. En este contexto, nace MUT (Mercado Urbano Tobalaba) de Territoria, proyecto que de manera innovadora y sin precedentes enlaza la arquitectura, la naturaleza y el usuario para fomentar una ciudad más sostenible.
Un campus urbano
La obra – cuya primera etapa se entregará el segundo semestre de este 2022 – se emplaza en el nuevo centro de negocios de Santiago, Chile, donde confluyen las comunas de Las Condes y Providencia. En específico, abarca la manzana completa de Apoquindo, Encomenderos, Roger de Flor y el Bosque. Bajo un nuevo concepto de mercado, MUT ofrecerá gastronomía, cultura, oficinas y comercio que se integran con jardines, plazas y modos sostenibles de transporte. Así, busca anticipar la manera en la que queremos recorrer, trabajar y vivir la ciudad – como un campus urbano pensado para el mundo del futuro.
Para cumplir ese objetivo, el proyecto contempla un ambicioso plan de sostenibilidad que se agrupa en 3 ejes: plazas y áreas verdes, transporte limpio e innovaciones para el buen uso de los recursos naturales, que incluye un programa de basura cero.
Áreas verdes y espacios públicos para mejorar la calidad de vida de la comunidad y el barrio
Como forma de facilitar el encuentro social y revitalizar la vida urbana, los más de 20 mil m² de áreas verdes, plazas y jardines se integran a las oficinas, comercios y otros espacios interiores. El alma del proyecto, sin embargo, yace en la plaza que se encuentra en el tercer piso: el Jardín del Mercado. En este jardín urbano, se plantarán especies productivas (olivos, naranjos y parrones, entre otros) para consumir o comercializar en el mismo Mercado y se desarrollarán huertas estacionales bajo programas de cultivo comunitario.
En conjunto, un 180% de la superficie del terreno se cubrirá con áreas de plaza plantadas en varios niveles, incluyendo alrededor de 300 árboles que producirán una absorción de 50 Ton de CO2/año. De este modo, todo el espacio exterior se concibe como una extensión de la vida en la ciudad, acercando la naturaleza a las personas para fomentar la salud, el bienestar y el cuidado del medio ambiente.
Un nuevo estándar de movilidad
El automóvil, aparte de ser el modo de transporte menos inclusivo, emite más de 40 mil toneladas de contaminantes al año en Santiago. Por lo tanto, tal como plantea la pirámide invertida de movilidad, es fundamental priorizar al peatón y modos no motorizados para aumentar la accesibilidad y reducir las emisiones. Bajo ese estándar, MUT propone desincentivar el uso del auto y, a la vez, incentivar la caminata, el uso de bicicletas y de transporte público.
Por supuesto, esto implica que el peatón debe ser el protagonista del espacio. Por ello, el proyecto promueve la caminabilidad al generar espacio público abierto de fácil acceso. A nivel de calle, aquella permeabilidad se logra mediante un sistema de galerías internas clásicas del sector entre Lyon y Providencia. Esto se complementa con una mixtura de usos que, al concentrar todos los servicios necesarios en una sola manzana, evita mayores desplazamientos, facilita la caminata y otorga a más personas los beneficios propios de una ciudad.
Además, el proyecto reduce al máximo la cantidad de estacionamientos de auto al incluir un estacionamiento para 2000 bicicletas, además de habilitar ciclovías en el sector. Así, junto con una serie de servicios que facilitan su uso – lockers, duchas, camarines y talleres – se conforma el Bici Hub más grande de Santiago. A su vez, MUT amplía la Estación de Metro Tobalaba, generando una conexión subterránea y agregando tres nuevos accesos. De esta manera, el objetivo es reducir las emisiones de CO2 con un diseño enfocado en las personas, no sus automóviles.
Tecnología al servicio del medio ambiente
Dentro del plan de sostenibilidad del proyecto, el equipo de MUT plantea que la tecnología juega un rol clave en minimizar el impacto medioambiental, ya sea para el manejo de energía, agua o residuos. En primer lugar, el 100% de la energía utilizada vendrá de fuentes renovables no convencionales: eólica, hidráulica y solar. Para el ahorro energético, una de las principales medidas consiste en utilizar la temperatura de aguas subterráneas (sin consumir agua) para la climatización del edificio – es decir, climatización geotérmica. De todos modos, gracias a perforaciones y entradas de luz, 75% de los espacios interiores se nutren de ventilación y luz natural. En conjunto, todo esto implica una reducción del consumo de energía en un 32%.
Por otro lado, la reducción del consumo de agua se logra principalmente con la utilización de agua 100% reciclada o reutilizada para el riego de áreas verdes. Esto se logra almacenando aguas lluvia, capturando humedad ambiental y reciclando aguas grises, evitando así el consumo de agua potable para riego y ahorrando 7 millones de litros al año. Además, se reduciría aproximadamente un 50% de consumo de agua potable sanitaria. Con respecto a los residuos, se plantea un programa de cero basura. Es decir, a través de la valorización de residuos con reutilización, reciclaje y transformación, ninguna de las 15 toneladas de basura que se producirían al día terminaría en vertederos. Por otra parte, un biodigestor transformará los residuos orgánicos en biogás que se utilizará para cocinar y como fertilizante para los jardines.
Hacia un desarrollo urbano sostenible
En el contexto de un Nuevo Urbanismo, de una nueva forma de vivir la ciudad, es necesario cuestionarnos cómo deberían ser los proyectos de arquitectura de hoy y del futuro. A través de su propuesta innovadora de áreas verdes, movilidad y tecnología, MUT pareciera apuntar hacia el camino correcto. Al basarse en la sostenibilidad como una forma de mejorar la experiencia de vivir la ciudad, el proyecto da luces de dónde deberían estar las prioridades al diseñar la ciudad contemporánea. Por lo tanto, existe el potencial de replicar esos principios a toda escala y así gatillar un desarrollo urbano sostenible.
Si bien uno podría preguntarse si la ciudad está preparada para este tipo de proyectos, lo cierto es que la arquitectura también moldea conductas. Es más, tiene el rol de hacerlo, especialmente si se trata de priorizar el bienestar del ciudadano y la naturaleza. Al fin y al cabo, es la única forma de contribuir, desde la arquitectura y el diseño, a una ciudad más dinámica, más amigable con su entorno y más humana.
Fuente: Plataforma Urbana, Lunes 14 de Marzo de 2022