DIARIO FINANCIERO – Una caída de 10,2% registró el índice que mide la actividad de las empresas consultoras de ingeniería (ICON) en el tercer trimestre, en comparación con igual período del año anterior.
Este tropezón, que anticipa un desafiante escenario para la inversión, también se constató respecto al período abril-junio, aunque la merma fue de menor magnitud (-4,5%).
A juicio de la Asociación que reúne a las citadas compañías del país (AIC), este cuadro ratifica el duro golpe que ha implicado para el sector el lapso que va desde el estallido del conflicto social en octubre de 2019 al inicio de las restricciones sanitarias impuestas desde marzo ante la pandemia por Covid-19.
El deterioro de la industria responde, según el reporte, a las bajas anuales observadas en la minería e infraestructura general -que explican el 78% de toda la actividad- de 12,9% y 7%, respectivamente.
En este contexto, desde la AIC sostuvieron que las medidas sanitarias ocasionaron atrasos en los procesos y una disminución en la productividad al afectar la continuidad de los proyectos de inversión.
En particular, esto se reflejó en las etapas de ingeniería de detalle y en la de gerenciamiento e inspección técnicas de obras.
En la primera, que es la fase intermedia en el desarrollo de una iniciativa de inversión, hubo una disminución de 22,3% en doce meses, mientras que en comparación con el segundo trimestre fue de 7,1%.
En el gerenciamiento e inspección, que corresponde a la construcción de la obra, el descenso anual fue de 4,8%, mientras que trimestralmente lo hizo 5,4%, según revela el análisis elaborado por la AIC.
Otro elemento en la balanza es el proceso constituyente. Si bien, el gremio menciona que aún es prematuro opinar al respecto, manifiestan que lo que esperan los inversionistas es que “se realice respetando los acuerdos y la institucionalidad”.
En este contexto, la ingeniería preinversional, que es el punta pie inicial de cualquier inversión, retrocedió anualmente 6,7%. Eso sí, respecto a abril-junio, hubo un “leve crecimiento” de 2,8%, lo que esta vez no tiene una lectura positiva desde la asociación.
Desde su óptica, este avance trimestral se debe a que las postergaciones de inversiones han permitido el desarrollo de un “pequeño stock de proyectos” para la actividad del siguiente período.
Dado lo anterior, advierten que las firmas públicas y privadas “no están aprovechando adecuadamente el tiempo actual -con menores inversiones en implementación de proyectos- para estudiar oportunidades futura y optimizar procesos, lo que les generaría valor en el largo plazo”.
De acuerdo con el reporte desde el tercer trimestre del año pasado, esta línea de trabajo entre las consultoras ha ido diminuyendo su participación pasando de explicar un 18% del total de la actividad a un 16% en promedio en lo que va del presente ejercicio.
Expectativas en baja
Dado los números, las perspectivas del gremio siguen siendo sombrías: “Para el siguiente período del indicador ICON, se mantiene una tendencia a la baja”, señala el informe.
La entidad agrega que revertir dicha tendencia implicaría generar políticas públicas que favorezcan “fortalecer las relaciones públicas-privadas, flexibilizarlas por parte del Estado y demandar mayor agilidad por parte de los privados”.
En el corto plazo es clave, a juicio de la AIC, que la inversión pública comprometida por el Gobierno “realmente se licite y asigne a las empresas”.
Ello, en un escenario en que por el momento, aclaran, el indicador de la asociación no refleja los anuncios de nuevas inversiones y aceleramiento de actividad, anunciados por el Ejecutivo.
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Fuente: Diario Financiero, Martes 24 de Noviembre de 2020
Se agudizó el deterioro de la actividad de las consultoras de ingeniería
DIARIO FINANCIERO – Una caída de 10,2% registró el índice que mide la actividad de las empresas consultoras de ingeniería (ICON) en el tercer trimestre, en comparación con igual período del año anterior.
Este tropezón, que anticipa un desafiante escenario para la inversión, también se constató respecto al período abril-junio, aunque la merma fue de menor magnitud (-4,5%).
A juicio de la Asociación que reúne a las citadas compañías del país (AIC), este cuadro ratifica el duro golpe que ha implicado para el sector el lapso que va desde el estallido del conflicto social en octubre de 2019 al inicio de las restricciones sanitarias impuestas desde marzo ante la pandemia por Covid-19.
El deterioro de la industria responde, según el reporte, a las bajas anuales observadas en la minería e infraestructura general -que explican el 78% de toda la actividad- de 12,9% y 7%, respectivamente.
En este contexto, desde la AIC sostuvieron que las medidas sanitarias ocasionaron atrasos en los procesos y una disminución en la productividad al afectar la continuidad de los proyectos de inversión.
En particular, esto se reflejó en las etapas de ingeniería de detalle y en la de gerenciamiento e inspección técnicas de obras.
En la primera, que es la fase intermedia en el desarrollo de una iniciativa de inversión, hubo una disminución de 22,3% en doce meses, mientras que en comparación con el segundo trimestre fue de 7,1%.
En el gerenciamiento e inspección, que corresponde a la construcción de la obra, el descenso anual fue de 4,8%, mientras que trimestralmente lo hizo 5,4%, según revela el análisis elaborado por la AIC.
Otro elemento en la balanza es el proceso constituyente. Si bien, el gremio menciona que aún es prematuro opinar al respecto, manifiestan que lo que esperan los inversionistas es que “se realice respetando los acuerdos y la institucionalidad”.
En este contexto, la ingeniería preinversional, que es el punta pie inicial de cualquier inversión, retrocedió anualmente 6,7%. Eso sí, respecto a abril-junio, hubo un “leve crecimiento” de 2,8%, lo que esta vez no tiene una lectura positiva desde la asociación.
Desde su óptica, este avance trimestral se debe a que las postergaciones de inversiones han permitido el desarrollo de un “pequeño stock de proyectos” para la actividad del siguiente período.
Dado lo anterior, advierten que las firmas públicas y privadas “no están aprovechando adecuadamente el tiempo actual -con menores inversiones en implementación de proyectos- para estudiar oportunidades futura y optimizar procesos, lo que les generaría valor en el largo plazo”.
De acuerdo con el reporte desde el tercer trimestre del año pasado, esta línea de trabajo entre las consultoras ha ido diminuyendo su participación pasando de explicar un 18% del total de la actividad a un 16% en promedio en lo que va del presente ejercicio.
Expectativas en baja
Dado los números, las perspectivas del gremio siguen siendo sombrías: “Para el siguiente período del indicador ICON, se mantiene una tendencia a la baja”, señala el informe.
La entidad agrega que revertir dicha tendencia implicaría generar políticas públicas que favorezcan “fortalecer las relaciones públicas-privadas, flexibilizarlas por parte del Estado y demandar mayor agilidad por parte de los privados”.
En el corto plazo es clave, a juicio de la AIC, que la inversión pública comprometida por el Gobierno “realmente se licite y asigne a las empresas”.
Ello, en un escenario en que por el momento, aclaran, el indicador de la asociación no refleja los anuncios de nuevas inversiones y aceleramiento de actividad, anunciados por el Ejecutivo.
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Fuente: Diario Financiero, Martes 24 de Noviembre de 2020