EL MERCURIO – Términos anticipados de contrato por empresas que se declararon en quiebra, proyectos que no tenían presupuesto asignado y demandas contra el Estado por eventuales incumplimientos son algunos de los problemas de las construcciones.
El Centro de Salud Familiar (Cesfam) Florencia, de Melipilla, debería haber estado listo en diciembre de 2017. El establecimiento, que tuvo una inversión de $4.500 millones, fue proyectado para atender a más de 30 mil pacientes de la comuna.
Sin embargo, el edificio permanece cerrado desde octubre de 2017, luego de que la empresa constructora se declarara en quiebra y pusiera término anticipado al contrato. Aunque las obras tienen un 95% de avance, aún no posee red eléctrica, entre otras cosas, por lo que no puede entrar en servicio, y la construcción permanece abandonada.
Según un diagnóstico realizado por la división de Inversiones del Ministerio de Salud, el panorama de Melipilla está muy lejos de ser un caso aislado. La cartera detectó que existen 45 proyectos, que heredaron de la administración pasada, que se encuentran con retrasos; sin presupuesto asignado; enfrentados a procesos judiciales o abandonados por empresas declaradas en quiebra, como el caso de Melipilla (ver infografía).
La subsecretaria de Redes Asistenciales, Gloria Burgos, asegura que “se trata de hospitales, Cesfam, Servicios de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad (SAR) y consultorios que, en total, involucran un monto que supera los US$ 600 millones, poniendo en riesgo la ejecución presupuestaria”.
Los problemas
Entre los hallazgos está que hay 14 proyectos de infraestructura con retrasos considerables en el avance de la ejecución de la obra. Según el cálculo de Salud, solo en este punto están involucrados US$ 450 millones. Uno de esos proyectos es el Hospital Gustavo Fricke, en Viña del Mar, que a marzo tenía un avance de 79%, a pesar de que ya debería estar terminado.
Existen otras 14 obras que, según el diagnóstico del ministerio, “fueron adjudicadas a empresas sin la capacidad técnica y financiera” necesaria. En estos casos, la administración pasada puso término anticipado a los contratos, “quedando totalmente abandonados sin terminarse de construir”. El alcalde de Melipilla, Iván Campos, asegura que en el caso del Cesfam Florencia, el abandono ha generado deterioro, e incluso “la gente ha quebrado algunos vidrios y han intentado entrar, ya que hay equipamiento en su interior”.
Luis Barrios, jefe de Inversiones del ministerio, advierte que estos casos son especialmente complejos, ya que una nueva empresa debe hacerse cargo y terminar una obra casi terminada de la cual no tiene mayor conocimiento. Afirma que “en las obras en que todavía no llegamos al 80% de avance, estamos recontratando el término de la obra con otra empresa. Los que llevan más, los estamos terminando nosotros a cuenta propia con los servicios de salud”.
En el caso del Cesfam de Melipilla, ya existe una nueva empresa que reanudará los trabajos en junio, y tendrá seis meses para terminar.
Otro de los problemas que detectó el diagnóstico del ministerio fue que 13 iniciativas no contaban con presupuesto asignado, tenían problemas funcionales o los terrenos no contaban con las condiciones necesarias para la construcción. Barrios cuenta que a todos los proyectos que se mantenían paralizados por falta de presupuesto ya se les ha asignado. “El recorte se hace de los hospitales que no se adjudicaron este año”, explica.
La lista de las 45 obras detectadas con problemas la completan proyectos que se encuentran en tribunales por juicios iniciados por las constructoras por indemnizaciones y supuestos incumplimientos de contratos por parte del Estado, como el Hospital de Chimbarongo y Talca. Por el momento el ministerio ha pedido la participación del Consejo de Defensa del Estado para que los represente.
Fuente: El Mercurio, Lunes 28 de mayo de 2018