Sábado, Diciembre 21, 2024

Remap: la planta de pretratamiento integral de residuos que funciona como “antivertedero” en el sur

PAÍS CIRCULAR – En agosto de 2023, la primera planta de pretratamientos de residuos de la Región de los Lagos, Remap, obtuvo su permiso de resolución de calificación ambiental (RCA) favorable, con cual pudieron procesar todo tipo de residuos que se generan en dicha región y en otras del sur. Residuos electrónicos, neumáticos, orgánicos para compostaje, aceite vegetal, cartones, maderas y las amplias familias de plásticos figuran entre los residuos que Remap logra recolectar y revalorizar a través de distintos procedimientos, lo que la convierte en una gran solución en procura de una región más sustentable. Aun más ambicioso: según refiere en su página web, la idea es convertir a la región en cero basura de aquí a 2040.

Con un año y medio de funcionamiento en el sur, Remap aún está en proceso de darse a conocer como una alternativa para las empresas que buscan disponer de buena forma sus residuos. Para ello cuentan con la maquinaria, la tecnología y los conocimientos. Tienen una infraestructura necesaria para poder valorizar, según las características de cada tipo de residuos que tiene esta planta ubicada en un predio de siete hectáreas en la ciudad de Puerto Varas: una cinta segregadora de residuos, un molino triturador, una enfardadora, una procesadora de poliestireno y contenedores de acopio y contención para consolidar cargas y despachos.

Pero hay un elemento muy relevante dentro de la gama de tareas emprendidas por Remap: no sólo logran pretratar y valorizar residuos segregados previamente, sino que también toda la basura que comúnmente las empresas llevan a rellenos sanitarios por no tener las competencias ni las capacidades para segregarlas. Por eso, su gerente comercial Juan Pablo Marín, se atreve a decir que Remap funciona en rigor como un “antivertedero”, porque opera de manera totalmente opuesta a cómo lo hace un vertedero.

“Recibimos la basura mezclada que antes las empresas enviaban a vertedero después de todos sus procesos internos de segregación. Recuperamos un 70 por ciento de eso que tiraban a la basura. Si somos conservadores, lo podemos hacer en un 50 por ciento”, comenta Marín. “Ahora la envían a nuestra planta de pretratamiento, la descargamos, la segregamos, la limpiamos; dependiendo del tipo de residuo, lo trituramos o compactamos; luego consolidamos cargas y lo despachamos a valorizadores. Lo que no podemos recuperar lo llevamos a relleno”, complementa.

Esto se traduce no solamente en un beneficio ambiental concreto por una mejor gestión de sus residuos, sino que se reduce ostensiblemente la huella de carbono que estas mismas empresas dejaban cuando trasladaban sus residuos a rellenos sanitarios ubicados en Temuco, Collipulli y Los Ángeles; son rellenos que no están ni siquiera en la región (en la Región de Los Lagos no hay rellenos sanitarios) y cuya llegada implica un recorrido de aproximadamente 800 kilómetros en promedio, ida y vuelta.

“Había un dolor muy fuerte en la región, porque muchas empresas no podían pagar el transporte y la disposición en rellenos, por lo que recurren a lugares ilegales. Entonces en vez de un vertedero, en Remap hicimos lo opuesto: el primer antivertedero de Chile. Nosotros venimos de otras empresas en las que fuimos pioneros en el Cero Basura: la empresa Ecológica, donde buscamos que nuestros clientes fueran cero basura. Luego esa empresa se vendió a un fondo de inversión y se vino parte de ese equipo a vivir al sur”, agrega Marín.

La industria salmonera
Los principales clientes de Remap son las empresas del área de la salmonicultura, cuya acción ha sido muy criticada desde todo punto de vista por sus operaciones reñidas con la sustentabilidad, sobre todo de los mares chilenos. Sin embargo, Remap les ofrece una solución concreta para disponer de forma sustentable los residuos mezclados que normalmente enviaban en camiones de transporte hacia rellenos sanitarios al norte de Puerto Montt.

“El rubro salmonero no tenía donde disponer sus residuos por las características de los mismos y por la operación de las empresas. Se les hacía muy difícil recuperarlos, toda vez que entre Puerto Montt y Puerto Natales hay 300 centros de cultivo. Cómo no había dónde tratarlos, lo enviaban como basura todo a relleno sanitario”, explica Juan Pablo Marín.

Según agrega Marín, “la salmonicultura funciona en pequeñas casas flotantes donde están los salmones y no tienen espacio para segregar in situ. Cuando venía la barcaza, se mezclaban sus residuos y llegamos a decirles: ‘Ustedes, pastelero a sus pasteles. Ustedes dedíquense a la producción. Nosotros que tenemos el espacio, los conocimientos y las máquinas, nos encargamos de separar todo lo que venga ahí’”.

La logística sigue siendo la misma: la barcaza recoge los residuos por distintos centros de cultivo y la diferencia es que la empresa de transporte contratada no botan los residuos a vertederos, sino que se dirigen a la planta de Remap en Puerto Varas, ahorrando además una buena cantidad de kilómetros de desplazamiento. Entre esos residuos que las empresas no lograban recuperar figuran redes, plumavit, flotadores, contrapesos de hormigón para anclar las jaulas, entre otros.

A pesar de la carga negativa que recae sobre la industria salmonera, Marín cree que en el rubro “hay mucho interés en manejar sus residuos correctamente; lo que era difícil era la operatividad”. Por lo tanto, ahora que ven en Remap como una salvaguardia a sus problemas, las empresas salmoneras clientas lograron disminuir hasta en un 50 por ciento de lo que antes mandaban a la basura. Fueron cambiando sus hábitos.

Con cálculos conservadores, actualmente Remap recibe mensualmente cerca de 3.000 metros cúbicos de residuos mensualmente, sobre todo procedente de las salmoneras. Si se acepta que de esos 3.000 se recupera la mitad, es decir 1.500 metros cúbicos, es plausible pensar que mensualmente 75 camiones de 20 metros cúbicos de capacidad dejan de llevar sus residuos a los vertederos. Si eso se lleva a una perspectiva anual, serían 900 los camiones que dejan de ir a los vertederos.

Con tales números, y estando aún en una fase germinal, la idea pronta de Remap es empezar a darse a conocer en la región y plantearse ante las municipalidades de la Región de Los Lagos y del sur del país como una solución para evitar que los residuos sigan siendo simplemente enterrados, sin ningún tratamiento detrás, y profundizando la crisis ambiental. “Queremos volvernos una solución concreta a gran escala a la crisis de la basura en la región. Buscamos que los municipios conozcan esta manera de trabajar los residuos, para que ellos reduzcan la basura, el uso de camiones, etcétera”, agrega el gerente comercial de Remap.

Si bien el fuerte del negocio de Remap son las empresas del salmón, eso no obsta a que otras empresas como las de la industria lechera también figuren como clientes. Al margen de ello, Remap también trabaja a nivel de residuos domiciliarios, disponiendo de unos 700 puntos limpios y recepciones puntuales en establecimientos educacionales, casas, parcelas, condominios, oficinas, hoteles, restoranes y casinos en la Región de Los Lagos.

Por supuesto, el proceso no termina con la recuperación de esos residuos, sino que, una vez terminada la carga de los mismos, Remap contacta a los valorizadores de papel, vidrios, plásticos y otros que existen en el país, principalmente entre Santiago y Puerto Montt.

Marín consigna que el hecho de que puedan revalorizar incluso aquella basura que las empresas mandaban a vertederos es sólo fruto de insistir e insistir, y aprendiendo del ensayo y error. “Como a la sexta operación aprendimos a segregar todo y ahí les dijimos a las empresas: ‘tráigannos todo’”. Es muy fuerte el impacto social y ambiental que nuestra empresa tiene”, remata el gerente comercial de Remap.

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Fuente: País Circular, Viernes 6 de Diciembre de 2024

PAÍS CIRCULAR – En agosto de 2023, la primera planta de pretratamientos de residuos de la Región de los Lagos, Remap, obtuvo su permiso de resolución de calificación ambiental (RCA) favorable, con cual pudieron procesar todo tipo de residuos que se generan en dicha región y en otras del sur. Residuos electrónicos, neumáticos, orgánicos para compostaje, aceite vegetal, cartones, maderas y las amplias familias de plásticos figuran entre los residuos que Remap logra recolectar y revalorizar a través de distintos procedimientos, lo que la convierte en una gran solución en procura de una región más sustentable. Aun más ambicioso: según refiere en su página web, la idea es convertir a la región en cero basura de aquí a 2040.

Con un año y medio de funcionamiento en el sur, Remap aún está en proceso de darse a conocer como una alternativa para las empresas que buscan disponer de buena forma sus residuos. Para ello cuentan con la maquinaria, la tecnología y los conocimientos. Tienen una infraestructura necesaria para poder valorizar, según las características de cada tipo de residuos que tiene esta planta ubicada en un predio de siete hectáreas en la ciudad de Puerto Varas: una cinta segregadora de residuos, un molino triturador, una enfardadora, una procesadora de poliestireno y contenedores de acopio y contención para consolidar cargas y despachos.

Pero hay un elemento muy relevante dentro de la gama de tareas emprendidas por Remap: no sólo logran pretratar y valorizar residuos segregados previamente, sino que también toda la basura que comúnmente las empresas llevan a rellenos sanitarios por no tener las competencias ni las capacidades para segregarlas. Por eso, su gerente comercial Juan Pablo Marín, se atreve a decir que Remap funciona en rigor como un “antivertedero”, porque opera de manera totalmente opuesta a cómo lo hace un vertedero.

“Recibimos la basura mezclada que antes las empresas enviaban a vertedero después de todos sus procesos internos de segregación. Recuperamos un 70 por ciento de eso que tiraban a la basura. Si somos conservadores, lo podemos hacer en un 50 por ciento”, comenta Marín. “Ahora la envían a nuestra planta de pretratamiento, la descargamos, la segregamos, la limpiamos; dependiendo del tipo de residuo, lo trituramos o compactamos; luego consolidamos cargas y lo despachamos a valorizadores. Lo que no podemos recuperar lo llevamos a relleno”, complementa.

Esto se traduce no solamente en un beneficio ambiental concreto por una mejor gestión de sus residuos, sino que se reduce ostensiblemente la huella de carbono que estas mismas empresas dejaban cuando trasladaban sus residuos a rellenos sanitarios ubicados en Temuco, Collipulli y Los Ángeles; son rellenos que no están ni siquiera en la región (en la Región de Los Lagos no hay rellenos sanitarios) y cuya llegada implica un recorrido de aproximadamente 800 kilómetros en promedio, ida y vuelta.

“Había un dolor muy fuerte en la región, porque muchas empresas no podían pagar el transporte y la disposición en rellenos, por lo que recurren a lugares ilegales. Entonces en vez de un vertedero, en Remap hicimos lo opuesto: el primer antivertedero de Chile. Nosotros venimos de otras empresas en las que fuimos pioneros en el Cero Basura: la empresa Ecológica, donde buscamos que nuestros clientes fueran cero basura. Luego esa empresa se vendió a un fondo de inversión y se vino parte de ese equipo a vivir al sur”, agrega Marín.

La industria salmonera
Los principales clientes de Remap son las empresas del área de la salmonicultura, cuya acción ha sido muy criticada desde todo punto de vista por sus operaciones reñidas con la sustentabilidad, sobre todo de los mares chilenos. Sin embargo, Remap les ofrece una solución concreta para disponer de forma sustentable los residuos mezclados que normalmente enviaban en camiones de transporte hacia rellenos sanitarios al norte de Puerto Montt.

“El rubro salmonero no tenía donde disponer sus residuos por las características de los mismos y por la operación de las empresas. Se les hacía muy difícil recuperarlos, toda vez que entre Puerto Montt y Puerto Natales hay 300 centros de cultivo. Cómo no había dónde tratarlos, lo enviaban como basura todo a relleno sanitario”, explica Juan Pablo Marín.

Según agrega Marín, “la salmonicultura funciona en pequeñas casas flotantes donde están los salmones y no tienen espacio para segregar in situ. Cuando venía la barcaza, se mezclaban sus residuos y llegamos a decirles: ‘Ustedes, pastelero a sus pasteles. Ustedes dedíquense a la producción. Nosotros que tenemos el espacio, los conocimientos y las máquinas, nos encargamos de separar todo lo que venga ahí’”.

La logística sigue siendo la misma: la barcaza recoge los residuos por distintos centros de cultivo y la diferencia es que la empresa de transporte contratada no botan los residuos a vertederos, sino que se dirigen a la planta de Remap en Puerto Varas, ahorrando además una buena cantidad de kilómetros de desplazamiento. Entre esos residuos que las empresas no lograban recuperar figuran redes, plumavit, flotadores, contrapesos de hormigón para anclar las jaulas, entre otros.

A pesar de la carga negativa que recae sobre la industria salmonera, Marín cree que en el rubro “hay mucho interés en manejar sus residuos correctamente; lo que era difícil era la operatividad”. Por lo tanto, ahora que ven en Remap como una salvaguardia a sus problemas, las empresas salmoneras clientas lograron disminuir hasta en un 50 por ciento de lo que antes mandaban a la basura. Fueron cambiando sus hábitos.

Con cálculos conservadores, actualmente Remap recibe mensualmente cerca de 3.000 metros cúbicos de residuos mensualmente, sobre todo procedente de las salmoneras. Si se acepta que de esos 3.000 se recupera la mitad, es decir 1.500 metros cúbicos, es plausible pensar que mensualmente 75 camiones de 20 metros cúbicos de capacidad dejan de llevar sus residuos a los vertederos. Si eso se lleva a una perspectiva anual, serían 900 los camiones que dejan de ir a los vertederos.

Con tales números, y estando aún en una fase germinal, la idea pronta de Remap es empezar a darse a conocer en la región y plantearse ante las municipalidades de la Región de Los Lagos y del sur del país como una solución para evitar que los residuos sigan siendo simplemente enterrados, sin ningún tratamiento detrás, y profundizando la crisis ambiental. “Queremos volvernos una solución concreta a gran escala a la crisis de la basura en la región. Buscamos que los municipios conozcan esta manera de trabajar los residuos, para que ellos reduzcan la basura, el uso de camiones, etcétera”, agrega el gerente comercial de Remap.

Si bien el fuerte del negocio de Remap son las empresas del salmón, eso no obsta a que otras empresas como las de la industria lechera también figuren como clientes. Al margen de ello, Remap también trabaja a nivel de residuos domiciliarios, disponiendo de unos 700 puntos limpios y recepciones puntuales en establecimientos educacionales, casas, parcelas, condominios, oficinas, hoteles, restoranes y casinos en la Región de Los Lagos.

Por supuesto, el proceso no termina con la recuperación de esos residuos, sino que, una vez terminada la carga de los mismos, Remap contacta a los valorizadores de papel, vidrios, plásticos y otros que existen en el país, principalmente entre Santiago y Puerto Montt.

Marín consigna que el hecho de que puedan revalorizar incluso aquella basura que las empresas mandaban a vertederos es sólo fruto de insistir e insistir, y aprendiendo del ensayo y error. “Como a la sexta operación aprendimos a segregar todo y ahí les dijimos a las empresas: ‘tráigannos todo’”. Es muy fuerte el impacto social y ambiental que nuestra empresa tiene”, remata el gerente comercial de Remap.

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Fuente: País Circular, Viernes 6 de Diciembre de 2024

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