Jueves, Diciembre 26, 2024

Reducción de superficies regadas y uso más eficiente del agua: Las soluciones para la escasez hídrica

DIARIO EL DÍA – Preocupado se encuentra el sector agrícola ante la grave situación de escasez hídrica que se vive en la Región de Coquimbo y la priorización del agua para consumo humano.

Según datos entregados por el CEAZA, en la Provincia del Elqui el embalse Puclaro alcanza sólo un 4% de su capacidad y La Laguna un 9%. Mientras que en la provincia del Limarí el embalse Recoleta tiene un 3%, La Paloma un 1%, y completamente seco se encuentra el embalse Cogotí. En la Provincia del Choapa hay más esperanza, con un 26% de agua acumulada en El Bato, un 37% en Corrales y un 5% en Culimo.

AGUAS SUBTERRÁNEAS

Mauricio Cortés, gerente del Consorcio Centro Tecnológico del Agua Quitai Anko, describe como una gran incertidumbre la sensación de las familias que viven de la agricultura en la región. Esto principalmente porque, junto a años de escasez hídrica, el abastecimiento de agua se encuentra en sus niveles mínimos, especialmente en las provincias del Elqui y Limarí.

“El agua superficial que hoy queda almacenada es principalmente para abastecimiento de agua potable y el delta es lo que debiera quedar para la agricultura. ¿Qué hacer hoy día como agricultor? En estas situaciones se deben tomar decisiones basadas en información, en el monitoreo y aplicar todas las herramientas de eficiencia que tenemos hoy día: riego tecnificado, cubiertas, hacer una muy buena programación del riego con imágenes satelitales, etc”.

Es que según explica Cortés, existen una serie de herramientas y dispositivos tecnológicos que permiten tener más y mejores niveles de eficiencia en el uso del recurso hídrico. Una de las principales recomendaciones es tomar decisiones con respecto a la oferta hídrica, como por ejemplo dejar de abarcar grandes superficies de riego y programar la producción en función de cuánta agua tenemos y cuánta agua podemos usar para riego y obtener niveles productivos adecuados por superficie.

“Es mejor determinar aquellos sectores o cuarteles que son más productivos y ser muy eficientes en el manejo del agua en ese sentido, y para eso es la oferta, ya sea de recursos hídricos superficiales o subterráneos”.

La disminución en la superficie de cultivos también es apoyada por el experto del INIA Giovanni Lobos, quien explica que se debe analizar en cada temporada el agua disponible para saber cuánta superficie se puede regar y así, hacer los ajustes de los huertos.

“Es mejor regar bien el cultivo con el agua que me alcanza, lo cual me permite obtener rendimientos con resultados productivos, que estar regando todo mal, que es lo que se ha hecho en gran parte de la temporada. Es por eso que los rendimientos frutícolas en la región han bajado, porque con la poca agua los productores están regando todo lo posible. Entonces hay que hacer varios ajustes. Es dura la decisión de qué sector dejar de lado y cuál trabajar fuerte”, explica Lobos.

Mientras que Pablo Álvarez, director del Consorcio del Agua Quitai Anko y del Laboratorio PROMMRA de la Universidad de La Serena, añade que actualmente existe solo un tercio de agua disponible de acuerdo a medidas históricas y que, claramente, esta disminución afecta directamente en la agricultura. Una de las fórmulas es “hacer uso de las aguas subterráneas de manera razonable y prudente en las distintas cuencas, para lo cual se necesita entender bien los acuíferos”.

Es por ello, que tanto en el Centro Tecnológico del Agua Quitai Anko y otras instituciones como el INIA han desarrollado trabajos de análisis de imágenes satelitales, que permiten conocer claramente cuál es la cantidad de agua superficial y subterránea disponible.

Eso sí, aclara Cortés, al usar agua subterránea, esta debe ser devuelta y recargar los estanques y en eso, como Consorcio están trabajando en diversas aristas como es caracterizar estudios hidrogeológicos “que nos permitan saber cuánta agua somos capaces de almacenar o tenemos almacenadas en las napas subterráneas, de tal manera que podamos hacer un manejo sustentable de esas capacidades. En caso contrario, no podemos extraer toda el agua y nos vamos a quedar sin agua superficial y sin agua subterránea”.

CAMBIO DE CULTIVOS

El pesimismo que sienten las familias dedicadas a la agricultura en toda la región ha llevado a analizar la posibilidad de cambio de cultivos y terminar con plantaciones que hace un par de décadas eran “grito y plata”, pero de alto consumo hídrico como los paltos.

Desde INIA Intihuasi señalan que el cambio de cultivo no es necesario, sino que tal como señalan todos los expertos, aconsejan un uso más eficiente del agua.

Giovanni Lobos plantea que si bien existe una mala percepción del palto, este puede manejarse con menos agua.“Pero ahí debe haber un uso eficiente de esa agua. Entonces hay que utilizar tecnología: riego por goteo, sensores de monitoreo, incluso el uso de imágenes satelitales. Eso sirve para todo tipo de cultivo, con el fin de manejar el agua de forma eficiente. Entonces ya no se va regar el palto con 10 o 12 mil metros cúbicos, sino que se podrá regar con 8 mil metros cúbicos por hectárea, y lograr un buen rendimiento”, agrega.

ESPERANZADOS EN ENCONTRAR SOLUCIÓN CONJUNTA

Desde el gremio agrícola de la Región de Coquimbo se dijo que esta “crisis es una oportunidad para que exista voluntad del Estado y privados de políticas públicas en relación al agro y la vida rural de largo plazo en nuestra zona.

La presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte, María Inés Figari, ya había señalado anteriormente que es complejo hacer un recambio en los cultivos considerando el alto costo, y se debe primero, pensar, en la cantidad de agua disponible principalmente, poner el foco de la discusión en las familias que viven de la agricultura y la reducción de ingresos y puestos de trabajo.

Figari puntualizó que la agricultura trabaja con el agua que se transforma en alimentos, por lo que cuando esta se acaba no es posible ni cambios, ni desarrollos de otras especies. “La innovación ya se aplica con el riego por goteo y otras acciones, aquí el problema es la falta de agua y ahora las metas están en donde las podemos conseguir. Estamos optimistas de que con la unión podremos salir adelante, necesitamos que el mundo rural salga adelante”.

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Fuente: Diario El Día, Lunes 08 de Abril de 2024

DIARIO EL DÍA – Preocupado se encuentra el sector agrícola ante la grave situación de escasez hídrica que se vive en la Región de Coquimbo y la priorización del agua para consumo humano.

Según datos entregados por el CEAZA, en la Provincia del Elqui el embalse Puclaro alcanza sólo un 4% de su capacidad y La Laguna un 9%. Mientras que en la provincia del Limarí el embalse Recoleta tiene un 3%, La Paloma un 1%, y completamente seco se encuentra el embalse Cogotí. En la Provincia del Choapa hay más esperanza, con un 26% de agua acumulada en El Bato, un 37% en Corrales y un 5% en Culimo.

AGUAS SUBTERRÁNEAS

Mauricio Cortés, gerente del Consorcio Centro Tecnológico del Agua Quitai Anko, describe como una gran incertidumbre la sensación de las familias que viven de la agricultura en la región. Esto principalmente porque, junto a años de escasez hídrica, el abastecimiento de agua se encuentra en sus niveles mínimos, especialmente en las provincias del Elqui y Limarí.

“El agua superficial que hoy queda almacenada es principalmente para abastecimiento de agua potable y el delta es lo que debiera quedar para la agricultura. ¿Qué hacer hoy día como agricultor? En estas situaciones se deben tomar decisiones basadas en información, en el monitoreo y aplicar todas las herramientas de eficiencia que tenemos hoy día: riego tecnificado, cubiertas, hacer una muy buena programación del riego con imágenes satelitales, etc”.

Es que según explica Cortés, existen una serie de herramientas y dispositivos tecnológicos que permiten tener más y mejores niveles de eficiencia en el uso del recurso hídrico. Una de las principales recomendaciones es tomar decisiones con respecto a la oferta hídrica, como por ejemplo dejar de abarcar grandes superficies de riego y programar la producción en función de cuánta agua tenemos y cuánta agua podemos usar para riego y obtener niveles productivos adecuados por superficie.

“Es mejor determinar aquellos sectores o cuarteles que son más productivos y ser muy eficientes en el manejo del agua en ese sentido, y para eso es la oferta, ya sea de recursos hídricos superficiales o subterráneos”.

La disminución en la superficie de cultivos también es apoyada por el experto del INIA Giovanni Lobos, quien explica que se debe analizar en cada temporada el agua disponible para saber cuánta superficie se puede regar y así, hacer los ajustes de los huertos.

“Es mejor regar bien el cultivo con el agua que me alcanza, lo cual me permite obtener rendimientos con resultados productivos, que estar regando todo mal, que es lo que se ha hecho en gran parte de la temporada. Es por eso que los rendimientos frutícolas en la región han bajado, porque con la poca agua los productores están regando todo lo posible. Entonces hay que hacer varios ajustes. Es dura la decisión de qué sector dejar de lado y cuál trabajar fuerte”, explica Lobos.

Mientras que Pablo Álvarez, director del Consorcio del Agua Quitai Anko y del Laboratorio PROMMRA de la Universidad de La Serena, añade que actualmente existe solo un tercio de agua disponible de acuerdo a medidas históricas y que, claramente, esta disminución afecta directamente en la agricultura. Una de las fórmulas es “hacer uso de las aguas subterráneas de manera razonable y prudente en las distintas cuencas, para lo cual se necesita entender bien los acuíferos”.

Es por ello, que tanto en el Centro Tecnológico del Agua Quitai Anko y otras instituciones como el INIA han desarrollado trabajos de análisis de imágenes satelitales, que permiten conocer claramente cuál es la cantidad de agua superficial y subterránea disponible.

Eso sí, aclara Cortés, al usar agua subterránea, esta debe ser devuelta y recargar los estanques y en eso, como Consorcio están trabajando en diversas aristas como es caracterizar estudios hidrogeológicos “que nos permitan saber cuánta agua somos capaces de almacenar o tenemos almacenadas en las napas subterráneas, de tal manera que podamos hacer un manejo sustentable de esas capacidades. En caso contrario, no podemos extraer toda el agua y nos vamos a quedar sin agua superficial y sin agua subterránea”.

CAMBIO DE CULTIVOS

El pesimismo que sienten las familias dedicadas a la agricultura en toda la región ha llevado a analizar la posibilidad de cambio de cultivos y terminar con plantaciones que hace un par de décadas eran “grito y plata”, pero de alto consumo hídrico como los paltos.

Desde INIA Intihuasi señalan que el cambio de cultivo no es necesario, sino que tal como señalan todos los expertos, aconsejan un uso más eficiente del agua.

Giovanni Lobos plantea que si bien existe una mala percepción del palto, este puede manejarse con menos agua.“Pero ahí debe haber un uso eficiente de esa agua. Entonces hay que utilizar tecnología: riego por goteo, sensores de monitoreo, incluso el uso de imágenes satelitales. Eso sirve para todo tipo de cultivo, con el fin de manejar el agua de forma eficiente. Entonces ya no se va regar el palto con 10 o 12 mil metros cúbicos, sino que se podrá regar con 8 mil metros cúbicos por hectárea, y lograr un buen rendimiento”, agrega.

ESPERANZADOS EN ENCONTRAR SOLUCIÓN CONJUNTA

Desde el gremio agrícola de la Región de Coquimbo se dijo que esta “crisis es una oportunidad para que exista voluntad del Estado y privados de políticas públicas en relación al agro y la vida rural de largo plazo en nuestra zona.

La presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte, María Inés Figari, ya había señalado anteriormente que es complejo hacer un recambio en los cultivos considerando el alto costo, y se debe primero, pensar, en la cantidad de agua disponible principalmente, poner el foco de la discusión en las familias que viven de la agricultura y la reducción de ingresos y puestos de trabajo.

Figari puntualizó que la agricultura trabaja con el agua que se transforma en alimentos, por lo que cuando esta se acaba no es posible ni cambios, ni desarrollos de otras especies. “La innovación ya se aplica con el riego por goteo y otras acciones, aquí el problema es la falta de agua y ahora las metas están en donde las podemos conseguir. Estamos optimistas de que con la unión podremos salir adelante, necesitamos que el mundo rural salga adelante”.

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Fuente: Diario El Día, Lunes 08 de Abril de 2024

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