Jueves, Diciembre 26, 2024

¿Cómo recuperar la competitividad de nuestra infraestructura? por Carlos Cruz

EL SUR – El principal factor dinamizador de la economía chilena es su comercio exterior. Hemos organizado nuestros sectores productivos para que se orienten hacia los mercados mundiales, con éxito, gracias a nuestras conocidas ventajas naturales.

Pero esto no basta para ser competitivo. Se requiere de accesos expeditos; menores tiempos de viaje entre las zonas de producción y embarque; costos más bajos y puertos más eficientes.

Para facilitar esta estrategia, a principio de los 90 se diseñó un plan -con aporte del sector privado- para modernizar carreteras, puertos y aeropuertos, y se incrementó la inversión pública en vías secundarias, aeródromos y caletas. Esto nos permitió conquistar un sitial de privilegio en competitividad mundial en el primer quinquenio de este siglo. En 2005 el WEF calificó a nuestra infraestructura en el lugar número 22 del mundo. Sin embargo, en ese entonces se cambió la orientación y comenzó una serie de postergaciones de proyectos, que nos está pasando la cuenta: hoy nuestra infraestructura califica en un lugar cercano al 40.

Previendo este progresivo deterioro, como Consejo de Políticas de Infraestructura hemos insistido en la necesidad de contar con una política estable, de largo plazo y transversal.

Esta propuesta ha sido bien acogida por las dos últimas administraciones. Prueba de ello es la cartera de inversiones a concesionar por US$ 14 mil millones anunciada por el MOP. De ellas, resultarán clave para la Región del Biobío proyectos como la nueva concesión Acceso Norte a Concepción, la conexión vial Copiulemu-Hualqui-Coronel, el nuevo puente industrial, la extensión del ferrocarril de carga y nuevo equipamiento para el de pasajeros.

Además, las definiciones respecto de cómo resolver el problema de la Ruta de la Madera y el eventual soterramiento de la vía férrea en Concepción, tendrán un impacto importante en la eficiencia de los sistemas de transporte de carga y pasajeros en la zona.

También serán un aporte la entrada en funcionamiento de la Dirección General de Concesiones y del Fondo de Infraestructura.

Debemos mantener este esfuerzo país. Sólo así lograremos recuperar el potencial exportador, sumar actividades que dinamicen la economía y proyectarnos al presente siglo apuntando a alcanzar el desarrollo.

Carlos Cruz L.
Secretario ejecutivo
Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI)

Ver Artículo

Fuente: El Sur, Domingo 4 de noviembre de 2018

EL SUR – El principal factor dinamizador de la economía chilena es su comercio exterior. Hemos organizado nuestros sectores productivos para que se orienten hacia los mercados mundiales, con éxito, gracias a nuestras conocidas ventajas naturales.

Pero esto no basta para ser competitivo. Se requiere de accesos expeditos; menores tiempos de viaje entre las zonas de producción y embarque; costos más bajos y puertos más eficientes.

Para facilitar esta estrategia, a principio de los 90 se diseñó un plan -con aporte del sector privado- para modernizar carreteras, puertos y aeropuertos, y se incrementó la inversión pública en vías secundarias, aeródromos y caletas. Esto nos permitió conquistar un sitial de privilegio en competitividad mundial en el primer quinquenio de este siglo. En 2005 el WEF calificó a nuestra infraestructura en el lugar número 22 del mundo. Sin embargo, en ese entonces se cambió la orientación y comenzó una serie de postergaciones de proyectos, que nos está pasando la cuenta: hoy nuestra infraestructura califica en un lugar cercano al 40.

Previendo este progresivo deterioro, como Consejo de Políticas de Infraestructura hemos insistido en la necesidad de contar con una política estable, de largo plazo y transversal.

Esta propuesta ha sido bien acogida por las dos últimas administraciones. Prueba de ello es la cartera de inversiones a concesionar por US$ 14 mil millones anunciada por el MOP. De ellas, resultarán clave para la Región del Biobío proyectos como la nueva concesión Acceso Norte a Concepción, la conexión vial Copiulemu-Hualqui-Coronel, el nuevo puente industrial, la extensión del ferrocarril de carga y nuevo equipamiento para el de pasajeros.

Además, las definiciones respecto de cómo resolver el problema de la Ruta de la Madera y el eventual soterramiento de la vía férrea en Concepción, tendrán un impacto importante en la eficiencia de los sistemas de transporte de carga y pasajeros en la zona.

También serán un aporte la entrada en funcionamiento de la Dirección General de Concesiones y del Fondo de Infraestructura.

Debemos mantener este esfuerzo país. Sólo así lograremos recuperar el potencial exportador, sumar actividades que dinamicen la economía y proyectarnos al presente siglo apuntando a alcanzar el desarrollo.

Carlos Cruz L.
Secretario ejecutivo
Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI)

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Fuente: El Sur, Domingo 4 de noviembre de 2018

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