Jueves, Mayo 1, 2025

Qué sigue para la desalinización en América Latina

BNAMERICAS – El Informe de Inteligencia de BNamericas “Desalinización en América Latina: una creciente demanda en medio de obstáculos políticos, sociales y financieros” analiza en profundidad la cambiante relación de la región con la desalinización de agua de mar y destaca las promesas y los riesgos en Chile, Perú, México y Brasil

Chile es el líder regional indiscutible, y sus masivos avances obedecen a la industria minera del cobre y las crecientes necesidades municipales. Con una capacidad productora de agua potable de más de 10.000 l/s ya en operaciones y grandes proyectos en marcha, el país apuesta fuerte por la desalinización para asegurar su futuro hídrico, incluso ante la persistente ambigüedad regulatoria.

Su vecino Perú está comenzando en esta industria. Si bien los proyectos municipales han tomado la delantera, la minería está empezando a usar la tecnología, y las próximas licitaciones de la agencia pública ProInversión apuntan a lograr un crecimiento significativo, si la simplificación regulatoria mantiene su ritmo.

El panorama de la desalinización en México es paradójico. A pesar de enfrentarse a una de las sequías más graves, la resistencia política a las alianzas público-privadas ha frenado el progreso. Algunos proyectos avanzan, pero en su mayoría permanecen sumidos en la incertidumbre.

Brasil, con abundante agua dulce en teoría, apenas avanza lentamente. Un proyecto emblemático en el estado de Ceará podría ser un punto de inflexión, pero el ritmo de progreso sigue siendo lento y el entusiasmo parece escaso a pesar de la creciente demanda y los posibles vínculos con futuras iniciativas de hidrógeno verde.

Lea este reporte para saber cómo cada país está abordando las complejidades de la seguridad hídrica, la inversión privada, los derechos indígenas y la demanda industrial verde.

Fuente: Bnamericas, Lunes 21 de Abril de 2025

BNAMERICAS – El Informe de Inteligencia de BNamericas “Desalinización en América Latina: una creciente demanda en medio de obstáculos políticos, sociales y financieros” analiza en profundidad la cambiante relación de la región con la desalinización de agua de mar y destaca las promesas y los riesgos en Chile, Perú, México y Brasil

Chile es el líder regional indiscutible, y sus masivos avances obedecen a la industria minera del cobre y las crecientes necesidades municipales. Con una capacidad productora de agua potable de más de 10.000 l/s ya en operaciones y grandes proyectos en marcha, el país apuesta fuerte por la desalinización para asegurar su futuro hídrico, incluso ante la persistente ambigüedad regulatoria.

Su vecino Perú está comenzando en esta industria. Si bien los proyectos municipales han tomado la delantera, la minería está empezando a usar la tecnología, y las próximas licitaciones de la agencia pública ProInversión apuntan a lograr un crecimiento significativo, si la simplificación regulatoria mantiene su ritmo.

El panorama de la desalinización en México es paradójico. A pesar de enfrentarse a una de las sequías más graves, la resistencia política a las alianzas público-privadas ha frenado el progreso. Algunos proyectos avanzan, pero en su mayoría permanecen sumidos en la incertidumbre.

Brasil, con abundante agua dulce en teoría, apenas avanza lentamente. Un proyecto emblemático en el estado de Ceará podría ser un punto de inflexión, pero el ritmo de progreso sigue siendo lento y el entusiasmo parece escaso a pesar de la creciente demanda y los posibles vínculos con futuras iniciativas de hidrógeno verde.

Lea este reporte para saber cómo cada país está abordando las complejidades de la seguridad hídrica, la inversión privada, los derechos indígenas y la demanda industrial verde.

Fuente: Bnamericas, Lunes 21 de Abril de 2025

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