EL MERCURIO – Desde 1985 que la avenida Andrés Bello, que atraviesa Providencia, opera con reversibilidad: entre las 7:30 horas y las 10 de la mañana los vehículos que transitan solo pueden “bajar” desde el oriente.
Se trata de una medida que, según los expertos, está obsoleta, ya que los modos de viaje han cambiado en estos más de 30 años. Por lo mismo, la alcaldesa Evelyn Matthei (UDI) busca acabar con dicha fórmula.
Pero son tres los ejes a cambiar: al término de la reversibilidad se suma permitir la circulación de buses del transporte público y la creación de una ciclovía y que el parque sea solo utilizado por peatones.
Sustentabilidad
Según la alcaldesa, “es tanta la congestión que nuestras calles no dan abasto y nos gustaría que las usaran en transporte público o medios de movilización sustentable”.
En el caso de los buses, cuyo tránsito por la avenida sería una novedad, Matthei plantea que se buscará que tengan una pista habilitada para su operación, ya que “en el espacio de dos o tres automóviles anda un bus con 40 personas”.
En cuanto a la reversibilidad, Providencia busca reducir la congestión en rutas como avenida Santa María o Los Conquistadores, que hoy reciben el flujo que no puede usar Andrés Bello debido a la medida.
La autoridad comunal afirma que la propuesta ya se envió al Ministerio de Transportes, que deberá analizar la factibilidad de las modificaciones propuestas.
Para la ministra de ese ramo, Gloria Hutt, se deben realizar los estudios correspondientes. Menciona el caso de las micros, cuya entidad a cargo es el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), “para saber si es posible o no y cómo se compensaría eso con otros recorridos que dejarían de operar. Es una cosa que hay que mirar con cuidado (para ver) a quiénes afecta y qué implicancias tiene dentro del sistema”.
Modificaciones
Juan Carlos Muñoz, académico de Ingeniería de Transporte de la U. Católica, señala que “hay que caracterizar bien la demanda que tendría esta pista y en base a eso, estructurar servicios que permitan dar fluidez a la avenida. Se pueden revisar los recorridos para despejar un poco la avenida Providencia, por ejemplo”.
El experto advierte que “no hay que tener susto de que esto genera congestión. Hay que repensar la infraestructura vial entendiendo que, independientemente de cuántas pistas les demos a los autos, habrá tacos”.
Federico Casanello, decano de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la U. San Sebastián, afirma que “ya están dadas las condiciones para hacer esto; existe una demanda. Se pueden generar externalidades, pero que son necesarias para realizar estos cambios positivos para todos los usuarios”.
“Nuestras calles no dan abasto y nos gustaría que las usaran en transporte público o medios de movilización sustentable”.
EVELYN MATTHEI
ALCALDESA DE PROVIDENCIA
“Es una cosa que hay que mirar con cuidado (para ver) a quiénes afecta y qué implicancias tiene dentro del sistema”.
GLORIA HUTT
MINISTRA DE TRANSPORTES
Ver Artículo
Fuente: El Mercurio, Domingo 14 de Abril de 2019
Providencia plantea cambios a costanera A. Bello: tránsito de micros y fin a reversibilidad
EL MERCURIO – Desde 1985 que la avenida Andrés Bello, que atraviesa Providencia, opera con reversibilidad: entre las 7:30 horas y las 10 de la mañana los vehículos que transitan solo pueden “bajar” desde el oriente.
Se trata de una medida que, según los expertos, está obsoleta, ya que los modos de viaje han cambiado en estos más de 30 años. Por lo mismo, la alcaldesa Evelyn Matthei (UDI) busca acabar con dicha fórmula.
Pero son tres los ejes a cambiar: al término de la reversibilidad se suma permitir la circulación de buses del transporte público y la creación de una ciclovía y que el parque sea solo utilizado por peatones.
Sustentabilidad
Según la alcaldesa, “es tanta la congestión que nuestras calles no dan abasto y nos gustaría que las usaran en transporte público o medios de movilización sustentable”.
En el caso de los buses, cuyo tránsito por la avenida sería una novedad, Matthei plantea que se buscará que tengan una pista habilitada para su operación, ya que “en el espacio de dos o tres automóviles anda un bus con 40 personas”.
En cuanto a la reversibilidad, Providencia busca reducir la congestión en rutas como avenida Santa María o Los Conquistadores, que hoy reciben el flujo que no puede usar Andrés Bello debido a la medida.
La autoridad comunal afirma que la propuesta ya se envió al Ministerio de Transportes, que deberá analizar la factibilidad de las modificaciones propuestas.
Para la ministra de ese ramo, Gloria Hutt, se deben realizar los estudios correspondientes. Menciona el caso de las micros, cuya entidad a cargo es el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), “para saber si es posible o no y cómo se compensaría eso con otros recorridos que dejarían de operar. Es una cosa que hay que mirar con cuidado (para ver) a quiénes afecta y qué implicancias tiene dentro del sistema”.
Modificaciones
Juan Carlos Muñoz, académico de Ingeniería de Transporte de la U. Católica, señala que “hay que caracterizar bien la demanda que tendría esta pista y en base a eso, estructurar servicios que permitan dar fluidez a la avenida. Se pueden revisar los recorridos para despejar un poco la avenida Providencia, por ejemplo”.
El experto advierte que “no hay que tener susto de que esto genera congestión. Hay que repensar la infraestructura vial entendiendo que, independientemente de cuántas pistas les demos a los autos, habrá tacos”.
Federico Casanello, decano de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la U. San Sebastián, afirma que “ya están dadas las condiciones para hacer esto; existe una demanda. Se pueden generar externalidades, pero que son necesarias para realizar estos cambios positivos para todos los usuarios”.
“Nuestras calles no dan abasto y nos gustaría que las usaran en transporte público o medios de movilización sustentable”.
EVELYN MATTHEI
ALCALDESA DE PROVIDENCIA
“Es una cosa que hay que mirar con cuidado (para ver) a quiénes afecta y qué implicancias tiene dentro del sistema”.
GLORIA HUTT
MINISTRA DE TRANSPORTES
Ver Artículo
Fuente: El Mercurio, Domingo 14 de Abril de 2019