Domingo, Diciembre 22, 2024

¿Por qué Santiago necesita un sistema de infraestructura verde?

PLATAFORMA ARQUITECTURA – La infraestructura verde es un enfoque que tiene como eje estratégico la planificación territorial y sustentabilidad ambiental – además, es una de las principales respuestas que están emprendiendo comunidades, municipios y gobiernos en ciudades de todo el mundo para enfrentar la crisis climática, mejorar la salud pública, disminuir la segregación social y proteger la biodiversidad. En lo concreto, corresponde a un sistema interconectado de espacios verdes diversos que sostienen una variedad de funciones y beneficios.

¿Por qué esto es importante para Santiago de Chile? Una serie de hechos señalan la urgencia del asunto: se caracteriza por altos niveles de segregación social; tiene un promedio de áreas verdes mucho menor al recomendado por diferentes organismos internacionales; presenta importantes problemas tanto para la movilidad de personas como para la de especies de fauna y flora; se encuentra sometido a múltiples y crecientes amenazas hidrometeorológicas y sísmicas; y tiene varios problemas de contaminación que ponen en peligro la salud de la población y de los ecosistemas.

Estas anteriores palabras son las que introducen un interesante proyecto que busca difundir y poner en práctica el concepto. Stgo+ Sistema de Infraestructura Verde forma parte del trabajo que se ha desarrollado por el Grupo Paisaje FAU de la Universidad de Chile con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el SEREMI MINVU RMS. Es una propuesta que pretende catalizar el interés colectivo sobre los espacios verdes de distinto tipo y escala, proponiendo articular las diferentes iniciativas públicas, privadas y ciudadanas con una mirada estratégica de planificación integrada. Esto significa, abordar la necesidad de contar con un instrumento que permita la coordinación y conducción de todos los esfuerzos que hasta ahora se realizan en la ciudad de manera fragmentada.

Hasta la fecha, se ha contemplado la realización de 6 etapas organizadas en dos fases: Primero, la definición de objetivos; segundo, el análisis de situación de los espacios existentes; tercero, la Identificación de oportunidades y desafíos de implementación; cuarto, la definición de una estructura espacial; quinto, el análisis de los arreglos de gobernanza; y por último, la identificación de proyectos detonantes. Algunos resultados, los vemos en las imágenes que ilustran el artículo.

 

En la siguiente entrevista, el coordinador del equipo Alexis E. Vásquez nos brinda aún más detalles sobre el proyecto:

Fabian Dejtiar (FD): Teniendo en cuenta la complejidad del proyecto y la participación de muchos actores diferentes ¿Cuál es el principal desafío que presenta la coordinación de un sistema de infraestructura verde en Santiago?

Alexis Vásquez (AV): Un gran desafío tienen que ver con la planificación y gestión de proyectos de infraestructura verde a nivel de ciudad, es decir, proyectos que atraviesen o incluyan dos o más comunas. Por ejemplo, en el caso de que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) identifique que el sistema vial de Santiago requiere una nueva carretera que pase por varias comunas, esta seguramente estará incluida en su plan maestro de infraestructura, se proyectará, se le asignarán los recursos necesarios, se construirá, y se le realizarán mantenciones periódicas. En este caso, la carretera en cuestión es concebida y priorizada por su contribución local a las comunas que atraviesa pero también al sistema vial global de la ciudad, y como su construcción depende del MOP tendrá estándares similares en todos sus tramos independiente de si la comuna es pobre o rica. Algo similar ocurre con los colectores de aguas lluvias y otras infraestructuras. Sin embargo, en el caso del sistema de espacios verdes en Santiago esto es bastante diferente.

Si bien el sistema de espacios verdes es definido por el Plan Regulador Metropolitano de Santiago, este instrumento solo le da la categoría de área verde a una determinada zona, pero no asegura los recursos necesarios para su implementación, y menos para su mantención. Toda esta responsabilidad es transferida esencialmente a los municipios – aunque el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) ha hecho esfuerzos importantes en la materia- lo que, como es evidente en la actualidad, produce todo lo contrario a lo que entendemos como un sistema verde metropolitano: inequidad en la cantidad y calidad de espacios verdes en diferentes comunas, falta de corredores verdes intercomunales, predominio de especies exóticas y alérgenas, y mal manejo.

Se necesita una institución o comité que se responsabilice por el diseño, implementación y gestión del plan maestro del sistema de infraestructura verde metropolitano. Tanto el MINVU, Parquemet y el GORE podrían liderar esta instancia, y mediante un comisión directiva, alianza u otra figura, lograr integrar y coordinar los múltiples actores e iniciativas de espacios verdes de las instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil que actualmente se desarrollan por carriles separados. En cualquier caso, lo anterior implica necesariamente aumentar la jerarquía social y política que tienen la naturaleza y el tema ambiental en la planificación y gestión urbana, y con ello hacerlos escalar en la agenda pública. Esto último involucra a mi juicio un cambio paradigmático en nuestro marco de valores y cómo pensamos nuestra relación con la naturaleza, que lleve a priorizar la conservación o restauración de cimientos sólidos y profundos de nuestras ciudades en los proceso naturales que aseguren una relación más armónica y respetuosa con ellos al mismo tiempo que la sostenibilidad urbana a largo plazo, abandonando nuestra planificación urbana actual que deja el “maquillaje verde” superficial para el final y en la medida de lo posible.

FD: Actualmente, el proyecto se encuentra en una etapa de propuesta e implementación. ¿Qué acción concreta consideras determinante para seguir avanzando?  

AV: Actualmente el proyecto se encuentra en la etapa de elaboración de estrategias y propuestas, y esperamos comenzar con la fase de implementación a finales del 2021. Un aspecto relevante para el desarrollo del plan es mantener un comité directivo comprometido, pluralista y activo que siga impulsando el plan, a pesar de las dificultades que ha impuesto la pandemia y los cambios políticos venideros. En relación a esto último, y como las instituciones más relevantes para el plan son públicas y se aproximan elecciones, sería muy relevante que los candidatas y candidatos a alcalde y gobernador expresen su apoyo y compromiso con el Plan Stgo+ Infraestructura Verde, y que esto pueda ser tomado en cuenta por la comunidad en su decisión de voto.

FD: En caso de no prosperar con este tipo de proyectos, ¿Qué proyecciones tienes para el futuro de la ciudad de Santiago?

AV: La elaboración del Plan y la puesta en marcha, incluyendo algunos pilotos, tiene un financiamiento base por parte del GORE y la Comisión Europea hasta el 2024. Así, por un lado, es importante que estos pilotos sean exitosos y permitan demostrar que si es posible, eficiente y rentable hacer ciudad incorporando a la naturaleza por medio de ingeniería blanda. Por otro lado, necesitamos sumar más organizaciones (públicas, privadas y de la comunidad) y recursos para producir un giro realmente relevante en la trayectoria de Santiago hacia la naturaleza, sostenibilidad, equidad y salud. Para esto hemos dado vida al Santiago Life Lab sobre soluciones y pensamiento basado en la naturaleza al cual están todas y todos invitados.

La mejor ciencia del mundo y un sentimiento ciudadano cada vez más amplio nos dicen con fuerza que estamos en un momento crucial para cambiar la forma en que pensamos y hacemos las ciudades, y por lo tanto su rol protagónico como impulsores de la crisis socioambiental actual. En el caso de Santiago, sin proyectos como este la ciudad seguirá promoviendo ciudadanos con escaza sensibilidad ambiental y estilos de vida insostenibles, a la vez que consolidará y agudizará sus problemas de justicia ambiental, mala calidad del aire, inundaciones, escases hídrica, perdida de biodiversidad, disconfort térmico y mala calidad de vida.

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Fuente: Plataforma Arquitectura, Lunes 01 de Marzo de 2021

PLATAFORMA ARQUITECTURA – La infraestructura verde es un enfoque que tiene como eje estratégico la planificación territorial y sustentabilidad ambiental – además, es una de las principales respuestas que están emprendiendo comunidades, municipios y gobiernos en ciudades de todo el mundo para enfrentar la crisis climática, mejorar la salud pública, disminuir la segregación social y proteger la biodiversidad. En lo concreto, corresponde a un sistema interconectado de espacios verdes diversos que sostienen una variedad de funciones y beneficios.

¿Por qué esto es importante para Santiago de Chile? Una serie de hechos señalan la urgencia del asunto: se caracteriza por altos niveles de segregación social; tiene un promedio de áreas verdes mucho menor al recomendado por diferentes organismos internacionales; presenta importantes problemas tanto para la movilidad de personas como para la de especies de fauna y flora; se encuentra sometido a múltiples y crecientes amenazas hidrometeorológicas y sísmicas; y tiene varios problemas de contaminación que ponen en peligro la salud de la población y de los ecosistemas.

Estas anteriores palabras son las que introducen un interesante proyecto que busca difundir y poner en práctica el concepto. Stgo+ Sistema de Infraestructura Verde forma parte del trabajo que se ha desarrollado por el Grupo Paisaje FAU de la Universidad de Chile con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el SEREMI MINVU RMS. Es una propuesta que pretende catalizar el interés colectivo sobre los espacios verdes de distinto tipo y escala, proponiendo articular las diferentes iniciativas públicas, privadas y ciudadanas con una mirada estratégica de planificación integrada. Esto significa, abordar la necesidad de contar con un instrumento que permita la coordinación y conducción de todos los esfuerzos que hasta ahora se realizan en la ciudad de manera fragmentada.

Hasta la fecha, se ha contemplado la realización de 6 etapas organizadas en dos fases: Primero, la definición de objetivos; segundo, el análisis de situación de los espacios existentes; tercero, la Identificación de oportunidades y desafíos de implementación; cuarto, la definición de una estructura espacial; quinto, el análisis de los arreglos de gobernanza; y por último, la identificación de proyectos detonantes. Algunos resultados, los vemos en las imágenes que ilustran el artículo.

 

En la siguiente entrevista, el coordinador del equipo Alexis E. Vásquez nos brinda aún más detalles sobre el proyecto:

Fabian Dejtiar (FD): Teniendo en cuenta la complejidad del proyecto y la participación de muchos actores diferentes ¿Cuál es el principal desafío que presenta la coordinación de un sistema de infraestructura verde en Santiago?

Alexis Vásquez (AV): Un gran desafío tienen que ver con la planificación y gestión de proyectos de infraestructura verde a nivel de ciudad, es decir, proyectos que atraviesen o incluyan dos o más comunas. Por ejemplo, en el caso de que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) identifique que el sistema vial de Santiago requiere una nueva carretera que pase por varias comunas, esta seguramente estará incluida en su plan maestro de infraestructura, se proyectará, se le asignarán los recursos necesarios, se construirá, y se le realizarán mantenciones periódicas. En este caso, la carretera en cuestión es concebida y priorizada por su contribución local a las comunas que atraviesa pero también al sistema vial global de la ciudad, y como su construcción depende del MOP tendrá estándares similares en todos sus tramos independiente de si la comuna es pobre o rica. Algo similar ocurre con los colectores de aguas lluvias y otras infraestructuras. Sin embargo, en el caso del sistema de espacios verdes en Santiago esto es bastante diferente.

Si bien el sistema de espacios verdes es definido por el Plan Regulador Metropolitano de Santiago, este instrumento solo le da la categoría de área verde a una determinada zona, pero no asegura los recursos necesarios para su implementación, y menos para su mantención. Toda esta responsabilidad es transferida esencialmente a los municipios – aunque el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) ha hecho esfuerzos importantes en la materia- lo que, como es evidente en la actualidad, produce todo lo contrario a lo que entendemos como un sistema verde metropolitano: inequidad en la cantidad y calidad de espacios verdes en diferentes comunas, falta de corredores verdes intercomunales, predominio de especies exóticas y alérgenas, y mal manejo.

Se necesita una institución o comité que se responsabilice por el diseño, implementación y gestión del plan maestro del sistema de infraestructura verde metropolitano. Tanto el MINVU, Parquemet y el GORE podrían liderar esta instancia, y mediante un comisión directiva, alianza u otra figura, lograr integrar y coordinar los múltiples actores e iniciativas de espacios verdes de las instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil que actualmente se desarrollan por carriles separados. En cualquier caso, lo anterior implica necesariamente aumentar la jerarquía social y política que tienen la naturaleza y el tema ambiental en la planificación y gestión urbana, y con ello hacerlos escalar en la agenda pública. Esto último involucra a mi juicio un cambio paradigmático en nuestro marco de valores y cómo pensamos nuestra relación con la naturaleza, que lleve a priorizar la conservación o restauración de cimientos sólidos y profundos de nuestras ciudades en los proceso naturales que aseguren una relación más armónica y respetuosa con ellos al mismo tiempo que la sostenibilidad urbana a largo plazo, abandonando nuestra planificación urbana actual que deja el “maquillaje verde” superficial para el final y en la medida de lo posible.

FD: Actualmente, el proyecto se encuentra en una etapa de propuesta e implementación. ¿Qué acción concreta consideras determinante para seguir avanzando?  

AV: Actualmente el proyecto se encuentra en la etapa de elaboración de estrategias y propuestas, y esperamos comenzar con la fase de implementación a finales del 2021. Un aspecto relevante para el desarrollo del plan es mantener un comité directivo comprometido, pluralista y activo que siga impulsando el plan, a pesar de las dificultades que ha impuesto la pandemia y los cambios políticos venideros. En relación a esto último, y como las instituciones más relevantes para el plan son públicas y se aproximan elecciones, sería muy relevante que los candidatas y candidatos a alcalde y gobernador expresen su apoyo y compromiso con el Plan Stgo+ Infraestructura Verde, y que esto pueda ser tomado en cuenta por la comunidad en su decisión de voto.

FD: En caso de no prosperar con este tipo de proyectos, ¿Qué proyecciones tienes para el futuro de la ciudad de Santiago?

AV: La elaboración del Plan y la puesta en marcha, incluyendo algunos pilotos, tiene un financiamiento base por parte del GORE y la Comisión Europea hasta el 2024. Así, por un lado, es importante que estos pilotos sean exitosos y permitan demostrar que si es posible, eficiente y rentable hacer ciudad incorporando a la naturaleza por medio de ingeniería blanda. Por otro lado, necesitamos sumar más organizaciones (públicas, privadas y de la comunidad) y recursos para producir un giro realmente relevante en la trayectoria de Santiago hacia la naturaleza, sostenibilidad, equidad y salud. Para esto hemos dado vida al Santiago Life Lab sobre soluciones y pensamiento basado en la naturaleza al cual están todas y todos invitados.

La mejor ciencia del mundo y un sentimiento ciudadano cada vez más amplio nos dicen con fuerza que estamos en un momento crucial para cambiar la forma en que pensamos y hacemos las ciudades, y por lo tanto su rol protagónico como impulsores de la crisis socioambiental actual. En el caso de Santiago, sin proyectos como este la ciudad seguirá promoviendo ciudadanos con escaza sensibilidad ambiental y estilos de vida insostenibles, a la vez que consolidará y agudizará sus problemas de justicia ambiental, mala calidad del aire, inundaciones, escases hídrica, perdida de biodiversidad, disconfort térmico y mala calidad de vida.

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Fuente: Plataforma Arquitectura, Lunes 01 de Marzo de 2021

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