Jueves, Diciembre 26, 2024

Plan ferroviario

EL MERCURIO – Otorgado con buenas condiciones y sobresuscrito, la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) recibió un préstamo internacional por US$ 500 millones, lo que es un éxito de su administración, que planea usar los recursos para reestructurar deuda y para nuevos proyectos. Puede sorprender que una firma cuyo patrimonio es negativo tenga acceso al mercado internacional, pero no debe olvidarse que las empresas públicas gozan de una garantía estatal implícita que les permite obtener recursos inalcanzables para un privado en igualdad de condiciones. De hecho, uno de los ítems importantes en el balance de EFE son los “Ingresos por compensación”, como se denominan las transferencias que le permiten seguir operando y pagando su deuda. Sin considerar la Ley Espejo del Transantiago, el presupuesto de 2020 le entrega $138 mil millones.
El nuevo enfoque de la empresa se ha concentrado en los últimos años en trayectos cortos, con altos volúmenes de pasajeros. El tren a Nos, por ejemplo, transporta más de 20 millones de personas al año, y se asemeja a una línea de metro, con la que conecta. Es un servicio que provee externalidades en términos de reducción de tiempos de viaje, de la congestión y la contaminación. Algo similar ocurre con Merval, en la V Región, y con el Biotrén en la VIII, que transportaron 20 y 6 millones de personas respectivamente el año pasado. EFE desea aumentar y expandir estos servicios: en la Región Metropolitana, con el tren a Batuco y el tren a Melipilla, ambos de alto costo, pero cuyas estimaciones alcanzan a casi 60 millones de pasajeros/año. Hay otros proyectos de acercamiento en Temuco, Puerto Montt y tal vez entre Talca y Chillán que podrían ser socialmente rentables. Dado que las cifras financieras son negativas, es necesario incorporar las externalidades para poder justificar estas inversiones.
Acertadamente, parecen descartados de los planes de EFE los viajes largos que, si bien calzan con la idea romántica del ferrocarril del pasado, resultan inviables. Con todo, tal vez el trayecto Santiago-Chillán podría competir con otros medios en términos de tiempo de viaje.
En su otro negocio principal, la carga, la empresa sigue teniendo problemas. Existen razones estructurales. La carga apropiada para ferrocarriles es una de grandes volúmenes que pueden retrasarse sin incurrir en altos costos, como minerales o productos forestales y químicos. Pero estas cargas normalmente se transportan a la costa y no en la dirección Sur-Norte, que representa la mayor parte de la red de ferrocarril. Pese a esta desventaja, es sorprendente la baja magnitud de lo transportado por trenes, incluidos los que no pertenecen a EFE: solo el 9% de la carga nacional. El presidente de la estatal ha prometido doblar la carga de la empresa a 20 millones de toneladas, pero sigue siendo un monto pequeño.
Fuente: El Mercurio, Lunes 07 de Septiembre de 2020

EL MERCURIO – Otorgado con buenas condiciones y sobresuscrito, la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) recibió un préstamo internacional por US$ 500 millones, lo que es un éxito de su administración, que planea usar los recursos para reestructurar deuda y para nuevos proyectos. Puede sorprender que una firma cuyo patrimonio es negativo tenga acceso al mercado internacional, pero no debe olvidarse que las empresas públicas gozan de una garantía estatal implícita que les permite obtener recursos inalcanzables para un privado en igualdad de condiciones. De hecho, uno de los ítems importantes en el balance de EFE son los “Ingresos por compensación”, como se denominan las transferencias que le permiten seguir operando y pagando su deuda. Sin considerar la Ley Espejo del Transantiago, el presupuesto de 2020 le entrega $138 mil millones.
El nuevo enfoque de la empresa se ha concentrado en los últimos años en trayectos cortos, con altos volúmenes de pasajeros. El tren a Nos, por ejemplo, transporta más de 20 millones de personas al año, y se asemeja a una línea de metro, con la que conecta. Es un servicio que provee externalidades en términos de reducción de tiempos de viaje, de la congestión y la contaminación. Algo similar ocurre con Merval, en la V Región, y con el Biotrén en la VIII, que transportaron 20 y 6 millones de personas respectivamente el año pasado. EFE desea aumentar y expandir estos servicios: en la Región Metropolitana, con el tren a Batuco y el tren a Melipilla, ambos de alto costo, pero cuyas estimaciones alcanzan a casi 60 millones de pasajeros/año. Hay otros proyectos de acercamiento en Temuco, Puerto Montt y tal vez entre Talca y Chillán que podrían ser socialmente rentables. Dado que las cifras financieras son negativas, es necesario incorporar las externalidades para poder justificar estas inversiones.
Acertadamente, parecen descartados de los planes de EFE los viajes largos que, si bien calzan con la idea romántica del ferrocarril del pasado, resultan inviables. Con todo, tal vez el trayecto Santiago-Chillán podría competir con otros medios en términos de tiempo de viaje.
En su otro negocio principal, la carga, la empresa sigue teniendo problemas. Existen razones estructurales. La carga apropiada para ferrocarriles es una de grandes volúmenes que pueden retrasarse sin incurrir en altos costos, como minerales o productos forestales y químicos. Pero estas cargas normalmente se transportan a la costa y no en la dirección Sur-Norte, que representa la mayor parte de la red de ferrocarril. Pese a esta desventaja, es sorprendente la baja magnitud de lo transportado por trenes, incluidos los que no pertenecen a EFE: solo el 9% de la carga nacional. El presidente de la estatal ha prometido doblar la carga de la empresa a 20 millones de toneladas, pero sigue siendo un monto pequeño.
Fuente: El Mercurio, Lunes 07 de Septiembre de 2020

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