Jueves, Diciembre 26, 2024

Pedro Vidal: “Las ciudades son elementos catalizadores de la transformación digital”

PULSO – El concepto de “ciudad inteligente” apunta hacia la utilización de tecnología como una herramienta para entregar soluciones de gobernanza a sus principales problemáticas.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sostiene que utilizar esta estrategia permite “estimular la formación de un gobierno eficiente, que incluya procesos de planificación colaborativa y participación ciudadana”.

Pedro Vidal, gerente del programa Sé Santiago de Corfo, es el encargado de impulsar la implementación de estos criterios en Chile. Se refiere a los principales avances que se han realizado a nivel local, además de los desafíos y responsabilidades que conlleva esta nueva realidad.

“Las ciudades son elementos catalizadores de la transformación digital”, dice Vidal.

¿Qué impacto tendrá la incorporación de nuevas tecnologías en la gestión de las ciudades?

-Cambiará la experiencia de los ciudadanos. Es decir, la forma en la cual se relacionan con las urbes. Esto, desde el punto de vista de los servicios y la infraestructura. Las tecnologías son llamadas a transformar la realidad que existe en la actualidad.

¿Cuáles son los principales motores de cambio?

-El uso de aplicaciones para la gestión del transporte y aquellas que están destinadas al delivery, pues se está desarrollando una amplia oferta de servicios asociados a estas áreas. Eso está cambiando la forma en la que se vive la ciudad. Por otro lado, es clave mejorar la eficiencia.

¿Cómo se puede avanzar en materia de eficiencia?

-A través de una mejor administración y planificación. Es fundamental incorporar un sistema de gestión de tráfico. Esto permitirá lograr mejores eficiencias en la circulación vial.

Además, deberíamos perfeccionar la información dispuesta hacia la ciudadanía. Por ejemplo, que sepan cuánto tiempo falta para que llegue la micro o que puedan conocer desde su casa cuál es la situación medioambiental de la ciudad.

Además, se puede disponer de una mayor cantidad de datos abiertos, para generar nuevas soluciones.

¿En qué podría ayudar la incorporación de IoT o big data?

-Estas tecnologías podrían colaborar fuertemente en la planificación de la ciudad, porque permiten saber realmente qué está pasando.

¿Existen avances al respecto?

-Con la recolección de la información que entregan las transacciones de las tarjetas Bip! y los datos de los GPS de los buses, se pueden estimar los orígenes-destino y, con ello, saber cómo mejorar el servicio de transporte público. Esto ya es una realidad.

¿Qué otras aplicaciones pueden tener?

-Se podrían utilizar estas tecnologías para mejorar la oferta turística. Esto, por medio de la recopilación de las transacciones de tarjetas de crédito, el tiempo de pernoctación y la determinación de los intereses de las personas.

Por otro lado, también se podrían utilizar para detectar los patrones de movimiento, algo que se puede lograr por medio de la información que poseen las empresas de telecomunicaciones. Eso sería de gran importancia en caso de un desastre natural. Por ejemplo, un terremoto.

¿Cómo podría impactar en la gestión de los recursos municipales?

-Entre otros, se trata de un tema que permitirá desarrollar sistemas que hagan un mejor uso de los recursos hídricos de las comunas, para el regadío y mantenimiento de áreas verdes.

Por ejemplo, el IoT puede medir la humedad de la tierra y, en función de eso, determinar si se riega o no. En materia de gestión de residuos, estas tecnologías ayudarán a mejorar los recorridos de los camiones de basura. Si se hace un proceso de optimización, podrían haber ahorros importantes.

¿Las autoridades toman decisiones a partir de esta información?

-Se trata de algo clave. Una vez que se tienen los datos, el problema es procesarlos y generar conocimiento. Cuando se logran esos objetivos, uno se da cuenta de que detrás debe existir confianza. Esta es la que apalanca el apoyo de las autoridades. y es la que permite que se tomen decisiones a partir de las tecnologías.

¿Cómo se puede lograr una mayor confianza en las tecnologías como una herramienta para la toma de decisiones?

-La academia tiene un rol fundamental. Ellos pueden complementar con su conocimiento, la información que se genera partir de las tecnologías. De esta manera, quien toma las decisiones sentirá que le entregando conocimiento real. Es por este motivo que hay que hacer pruebas y estudiar este tema en profundidad. Se necesita desarrollar y avanzar rápidamente en estas materias.

¿Qué ocurre cuando no existe coordinación detrás de las tecnologías?

-La tecnología en sí misma no es nada, si no hay detrás un plan u acción.

Bajo este prisma, ¿cuándo Santiago será una ciudad inteligente?

-Santiago ya es una ciudad inteligente, pues tenemos elementos que apuntan en esa dirección. Sin embargo, se trata de un proceso. Necesitamos tecnologías que ayuden a catalizar este camino. No pretendemos ser una urbe hipertecnologizada, sino que una que apunte hacia la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos.

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Fuente: Pulso, Jueves 25 de octubre de 2018

PULSO – El concepto de “ciudad inteligente” apunta hacia la utilización de tecnología como una herramienta para entregar soluciones de gobernanza a sus principales problemáticas.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sostiene que utilizar esta estrategia permite “estimular la formación de un gobierno eficiente, que incluya procesos de planificación colaborativa y participación ciudadana”.

Pedro Vidal, gerente del programa Sé Santiago de Corfo, es el encargado de impulsar la implementación de estos criterios en Chile. Se refiere a los principales avances que se han realizado a nivel local, además de los desafíos y responsabilidades que conlleva esta nueva realidad.

“Las ciudades son elementos catalizadores de la transformación digital”, dice Vidal.

¿Qué impacto tendrá la incorporación de nuevas tecnologías en la gestión de las ciudades?

-Cambiará la experiencia de los ciudadanos. Es decir, la forma en la cual se relacionan con las urbes. Esto, desde el punto de vista de los servicios y la infraestructura. Las tecnologías son llamadas a transformar la realidad que existe en la actualidad.

¿Cuáles son los principales motores de cambio?

-El uso de aplicaciones para la gestión del transporte y aquellas que están destinadas al delivery, pues se está desarrollando una amplia oferta de servicios asociados a estas áreas. Eso está cambiando la forma en la que se vive la ciudad. Por otro lado, es clave mejorar la eficiencia.

¿Cómo se puede avanzar en materia de eficiencia?

-A través de una mejor administración y planificación. Es fundamental incorporar un sistema de gestión de tráfico. Esto permitirá lograr mejores eficiencias en la circulación vial.

Además, deberíamos perfeccionar la información dispuesta hacia la ciudadanía. Por ejemplo, que sepan cuánto tiempo falta para que llegue la micro o que puedan conocer desde su casa cuál es la situación medioambiental de la ciudad.

Además, se puede disponer de una mayor cantidad de datos abiertos, para generar nuevas soluciones.

¿En qué podría ayudar la incorporación de IoT o big data?

-Estas tecnologías podrían colaborar fuertemente en la planificación de la ciudad, porque permiten saber realmente qué está pasando.

¿Existen avances al respecto?

-Con la recolección de la información que entregan las transacciones de las tarjetas Bip! y los datos de los GPS de los buses, se pueden estimar los orígenes-destino y, con ello, saber cómo mejorar el servicio de transporte público. Esto ya es una realidad.

¿Qué otras aplicaciones pueden tener?

-Se podrían utilizar estas tecnologías para mejorar la oferta turística. Esto, por medio de la recopilación de las transacciones de tarjetas de crédito, el tiempo de pernoctación y la determinación de los intereses de las personas.

Por otro lado, también se podrían utilizar para detectar los patrones de movimiento, algo que se puede lograr por medio de la información que poseen las empresas de telecomunicaciones. Eso sería de gran importancia en caso de un desastre natural. Por ejemplo, un terremoto.

¿Cómo podría impactar en la gestión de los recursos municipales?

-Entre otros, se trata de un tema que permitirá desarrollar sistemas que hagan un mejor uso de los recursos hídricos de las comunas, para el regadío y mantenimiento de áreas verdes.

Por ejemplo, el IoT puede medir la humedad de la tierra y, en función de eso, determinar si se riega o no. En materia de gestión de residuos, estas tecnologías ayudarán a mejorar los recorridos de los camiones de basura. Si se hace un proceso de optimización, podrían haber ahorros importantes.

¿Las autoridades toman decisiones a partir de esta información?

-Se trata de algo clave. Una vez que se tienen los datos, el problema es procesarlos y generar conocimiento. Cuando se logran esos objetivos, uno se da cuenta de que detrás debe existir confianza. Esta es la que apalanca el apoyo de las autoridades. y es la que permite que se tomen decisiones a partir de las tecnologías.

¿Cómo se puede lograr una mayor confianza en las tecnologías como una herramienta para la toma de decisiones?

-La academia tiene un rol fundamental. Ellos pueden complementar con su conocimiento, la información que se genera partir de las tecnologías. De esta manera, quien toma las decisiones sentirá que le entregando conocimiento real. Es por este motivo que hay que hacer pruebas y estudiar este tema en profundidad. Se necesita desarrollar y avanzar rápidamente en estas materias.

¿Qué ocurre cuando no existe coordinación detrás de las tecnologías?

-La tecnología en sí misma no es nada, si no hay detrás un plan u acción.

Bajo este prisma, ¿cuándo Santiago será una ciudad inteligente?

-Santiago ya es una ciudad inteligente, pues tenemos elementos que apuntan en esa dirección. Sin embargo, se trata de un proceso. Necesitamos tecnologías que ayuden a catalizar este camino. No pretendemos ser una urbe hipertecnologizada, sino que una que apunte hacia la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos.

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Fuente: Pulso, Jueves 25 de octubre de 2018

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