AGENDA 2030 – La concentración urbana es un fenómeno que no para de crecer. Atraídos por el mercado laboral, las comodidades en infraestructura y el abanico de opciones en educación y cultura, la población se vuelca cada vez más a las ciudades.
El informe “La transición energética: Construyendo ciudades sostenibles: Cómo las infraestructuras urbanas pueden hacer frente a los retos y las crisis energéticas”, publicado por PwC, señaló que para 2050 el 70% de la población residirá en metrópolis, lo que equivaldría a un incremento de 14 puntos en comparación a la actualidad. El estudio explora cómo las ciudades pueden generar nuevas trayectorias más sostenibles a partir de volcarse a energías limpias que mitiguen los impactos globales del cambio climático y las amenazas del clima específicas para su propia infraestructura.
Según el reporte, para 2050, el futuro del planeta estará en manos de las ciudades y el modo en que éstas conformen su infraestructura energética tendrá un impacto decisivo en nuestra capacidad de mirar más allá de los combustibles fósiles en las próximas décadas. Así, las ciudades serán el terreno en el que se desarrolle la transición a cero emisiones netas.
De acuerdo al estudio, para las ciudades es de vital importancia desarrollar un enfoque cohesivo y coordinado, a fin de facilitar una transición energética más limpia y rápida. Resaltó que las políticas urbanas de las grandes urbes deben involucrar al gran ecosistema que rodea a las cuestiones energéticas: reguladores y líderes políticos, generadoras de energía, empresas de transmisión y distribución, empresas emergentes tecnológicas y manufactureras y consumidores. De esta forma, si las ciudades aplican acciones concretas en toda la cadena de valor, podrán mitigar los riesgos, adaptarse a la emergencia climática y crear un futuro mejor para todos sus habitantes.
El informe desarrolló un marco estratégico que permite a los líderes considerar la tipología de su ciudad para trazar caminos constructivos de avance, basados en cuatro premisas: modernizar las reglamentaciones, planificar para alcanzar resiliencia energética y sostenibilidad, invertir en investigación y desarrollo, y repensar las asociaciones público-privadas (APP).
“Es de vital importancia acelerar las transformaciones holísticas necesarias para avanzar en el proceso de la transición energética, ya que el alcance y los beneficios de las inversiones empiezan a ser claros y tangibles. Es por ello por lo que creemos necesario un cambio en el uso de combustibles como el carbón, petróleo y gas natural, para comenzar a utilizar electricidad de fuente renovable y otros tipos de energías de desarrollo futuro, como el hidrógeno”, comentó Diego López, socio de PwC Argentina, responsable de la práctica de Sustainability.
Y concluyó: “Estamos conscientes de que la transición ya está en marcha, y no hay tiempo de esperar que nuestros sistemas estén listos para cumplir con la ambiciosa agenda climática que el mundo demanda, el trabajo debe comenzar ahora”.
Fuente: Agenda 2030, Viernes 05 de Abril de 2024