PULSO – Un escenario muy negativo está viviendo Nuevo Pudahuel. El principal terminal aéreo del país ha perdido el 90% de sus ingresos por el impacto de la pandemia, muy lejos de las estimaciones que proyectaron en 2015, cuando se quedaron con la concesión.
“El golpe ha sido rápido y sin precedentes: hemos perdido el 90% de nuestros ingresos. Del mismo modo, anticipamos que los impactos en el tráfico serán de largo plazo y tomará años antes que volvamos al exitoso crecimiento que habíamos experimentado desde 2015”, señala el gerente general de Nuevo Pudahuel, Xavier Lortat-Jacob.
A esto, indica, hay que agregar que los costos irán en aumento debido a las medidas sanitarias que están implementando en el terminal para evitar la propagación del coronavirus. “Nuestros costos van a aumentar por las necesarias medidas sanitarias ligadas a esta pandemia y también con la apertura del nuevo terminal, por el cual pasamos de operar 100.000 m2 a 300.000 m2”, dice, y afirma que por eso “estamos preocupados por la situación económica de la concesión, que se ve extremadamente afectada en el largo plazo”.
La crisis que está generando el virus tiene al terminal en conversaciones con el Ministerio de Obras Públicas (MOP), las que se han ceñido de manera exclusiva a adaptar el uso de la infraestructura a la demanda existente. “Es por esto que los nuevos espigones y estacionamientos remotos están sin uso con el fin de concentrar nuestros esfuerzos de sanitización donde se requiere. Aun cuando estas infraestructuras no están siendo utilizadas, siguen con vigilancia, mantenimiento, limpieza e implementación de medidas, al fin de estar listos inmediatamente cuando retorne el tráfico regular”, cuenta Lortat-Jacob.
De acuerdo con las cifras de la Dirección de Aeropuertos del MOP, el Aeropuerto Arturo Merino Benítez durante 2019 registró un promedio de 13.592 operaciones mensuales. En marzo, en tanto, se alcanzaron 9.479 operaciones y en abril pasado sólo llegaron a 769 operaciones, equivalente al 6% del promedio histórico, explican.
Y pese a que el mundo aeroportuario cambió drásticamente, Nuevo Pudahuel sigue con su proceso de construcción, el que no ha sufrido modificaciones, aunque los plazos para la entrega total podrían sufrir alteraciones, adelanta el ejecutivo. “El proyecto de construcción del nuevo terminal internacional continúa en su forma original. Los tiempos de finalización se revisan de acuerdo con los límites que impone la pandemia, ya que nuestro principal objetivo es mantener la seguridad sanitaria”, dice.
A pesar de los problemas, el terminal aéreo ya se está preparando para recibir un mayor flujo de gente, considerando que tanto Sky como Latam reactivaron sus operaciones durante este mes. “Desde marzo de 2020, Nuevo Pudahuel ha implementado todas las medidas que ACI (Airport Council International) e IATA han comprobado que limitan la transmisión del virus. El uso de mascarillas en el aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB) es obligatorio para toda persona que ingrese, se han instalado señaléticas en el suelo para mantener la distancia física (2 mts), se han instalado más de 80 tótems de alcohol gel para sanitización de manos, la medición de temperatura se realiza al momento del check in, aduana sanitaria, revisión AvSec (DGAC) a través de cámaras térmicas y al momento de abordar”, enumera el ejecutivo.
Asimismo, añade, se han reforzado las instalaciones de acrílicos en los counter de check in y el uso de cobre en las superficies, “ya que el virus sobrevive entre 2 y 3 horas sobre ellas, versus plástico, por ejemplo, donde puede subsistir más de 24 horas”, resalta.
Para Lortat-Jacob uno de los objetivos principales es que los procesos aeroportuarios sean sin contacto, y en ese sentido, indica, “tenemos quioscos de auto etiquetado del equipaje y los pasajeros son quienes depositan sus maletas sobre las cintas de los counter. Tanto abordaje como revisión de documentos es sin contacto”.
Fuente: Pulso, Domingo 07 de Junio de 2020