DIARIO FINANCIERO – En las últimas décadas, Chile ha experimentado un retroceso en su posición como una de las naciones más competitivas a nivel mundial. Esto se refleja en un dato preocupante: pasamos del puesto 34, en 2018 al lugar número 61 en el índice global de desempeño logístico del Banco Mundial. Uno de los principales factores que ha contribuido a esta caída es el déficit en infraestructura, en especial, la ferroviaria.
La falta de inversión en infraestructura logística se debe a diversos factores. Uno de ellos es la limitada disponibilidad de recursos para invertir en esta área. El presupuesto nacional ha estado bajo presión en los últimos años debido a otras demandas y necesidades urgentes. Como resultado, la inversión en obras ha sido insuficiente para mantener el ritmo del crecimiento económico y las necesidades del país.
“En años recientes ha habido una resistencia a involucrar al sector privado en proyectos de infraestructura. En esto, algunas naciones vecinas, como Perú, caminan varios pasos adelante respecto de Chile”.
Además, ha existido una falta de decisión por parte de los gobiernos para recurrir al financiamiento privado de manera más activa. El apalancamiento de la inversión privada en infraestructura pública se percibe a menudo como un paso hacia la privatización, en lugar de ser visto como una forma de emprendimiento público para desarrollar una infraestructura más sólida.
Esta percepción ha llevado a una resistencia a involucrar al sector privado en proyectos de infraestructura. En cambio, parece ser que naciones vecinas caminan varios pasos adelante respecto a Chile: es el caso de Perú, que ya ha concretado plataformas portuarias competitivas, mientras nosotros mostramos un rezago.
La fragmentación institucional también ha dificultado el desarrollo de infraestructura. Existen diversas agencias encargadas de las inversiones en esta materia, pero operan con bajos niveles de coordinación entre ellas. En lugar de potenciar la inversión pública, esta fragmentación tiende a minimizar su impacto. Para superar este obstáculo, se requieren cambios institucionales significativos que permitan una mayor integración y coordinación entre las diferentes agencias.
Es evidente que para recuperar la capacidad competitiva de Chile se necesita una mayor inversión en obras de todo tipo: puertos para la exportación e importación de bienes; redes ferroviarias potentes en macrozona central y sur; autopistas para el traslado de productos y servicios de aduanas y pasos fronterizos eficientes, lo que ayudaría a mejorar los plazos de entrega previstos. Esto implica no solo aumentar los recursos públicos disponibles, sino que también promover una mayor participación del sector privado que, con su larga experiencia, puede aportar de buena manera al financiamiento de este tipo de iniciativas.
El déficit de inversión en infraestructura logística ha sido uno de los principales factores detrás del retroceso de Chile en los rankings de competitividad. Para recuperar su posición y potenciar su desarrollo económico, es fundamental aumentar la inversión en las obras requeridas para ese fin, fomentar la participación del sector privado y fortalecer la institucionalidad que respalda esta inversión.
Fuente: Diario Financiero, Jueves 25 de Mayo de 2023