EL MERCURIO – En solo dos horas cayeron 12 mm de agua en Tarapacá el pasado 9 de febrero, 59 mil personas resultaron afectadas. Todo un récord para una región que en un año normal no llega a 1 mm de agua caída.
“Los efectos del cambio climático nos preocupan y es por ello es que el proyecto de vías aluvionales para las quebradas de Iquique y Alto Hospicio toma más relevancia”, aseguró el intendente de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada.
La iniciativa del Ministerio de Obras Públicas identificó en un estudio de riesgos de la dirección de Obras Hidráulicas seis quebradas que serán intervenidas con muros de seis a nueve metros que buscan reducir el impacto de una posible catástrofe a causa de las lluvias, que en la región se dan principalmente en verano a causa del fenómeno del invierno altiplánico.
“Este proyecto viene como anillo al dedo, y esperamos que este segundo semestre comience la construcción de las primeras dos contenciones en las quebradas de Santa Rosa y de Zofri, ya que las últimas lluvias recientes dan cuenta de que estamos muy desprovistos y que pudo tener consecuencias mayores”, afirmó Patricio Altermatt, seremi del MOP de Tarapacá.
Si bien el proyecto, financiado con fondos sectoriales, incluía en primera instancia cinco quebradas, se agregó Altos de Playa Blanca.
La iniciativa, que tiene un costo total de 10 millones de dólares, son de características inéditas en el país debido a las condiciones específicas que tienen las quebradas en Tarapacá, las que impiden usar sistemas que fueron exitosos en Antofagasta, Taltal y Tocopilla.
Para cada quebrada se proyecta un muro de presa construido en suelo en material de cemento y una obra de evacuación de aguas (vertedero), ubicada en el coronamiento del muro o presa y cuya función es la de evacuar las aguas arrastradas por el aluvión, en caso de que éste alcanzara la cota de coronamiento, es decir rebasara.
“Acá no se trata de contener totalmente el agua, sino que evitar el riesgo aluvional, ya que no solo se arrastra el líquido, sino también piedras de más de 10 toneladas que finalmente es lo que causa muertes y destrucción de viviendas”, afirmó Altermatt.
Las obras contendrán el agua y en caso de que las lluvias se extiendan por muchas horas, dejará pasar solo el líquido, a una velocidad más baja y retendrá el sedimento detrás del muro, explica Altermatt.
ESTUDIO
El estudio de simulación de escurrimiento está basado en una proyección de ocurrencia de 100 años.
Ver Artículo
Fuente: El Mercurio, Domingo 24 de marzo de 2019
Con muros aluvionales buscan reducir riesgos por cambio climático en Tarapacá
EL MERCURIO – En solo dos horas cayeron 12 mm de agua en Tarapacá el pasado 9 de febrero, 59 mil personas resultaron afectadas. Todo un récord para una región que en un año normal no llega a 1 mm de agua caída.
“Los efectos del cambio climático nos preocupan y es por ello es que el proyecto de vías aluvionales para las quebradas de Iquique y Alto Hospicio toma más relevancia”, aseguró el intendente de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada.
La iniciativa del Ministerio de Obras Públicas identificó en un estudio de riesgos de la dirección de Obras Hidráulicas seis quebradas que serán intervenidas con muros de seis a nueve metros que buscan reducir el impacto de una posible catástrofe a causa de las lluvias, que en la región se dan principalmente en verano a causa del fenómeno del invierno altiplánico.
“Este proyecto viene como anillo al dedo, y esperamos que este segundo semestre comience la construcción de las primeras dos contenciones en las quebradas de Santa Rosa y de Zofri, ya que las últimas lluvias recientes dan cuenta de que estamos muy desprovistos y que pudo tener consecuencias mayores”, afirmó Patricio Altermatt, seremi del MOP de Tarapacá.
Si bien el proyecto, financiado con fondos sectoriales, incluía en primera instancia cinco quebradas, se agregó Altos de Playa Blanca.
La iniciativa, que tiene un costo total de 10 millones de dólares, son de características inéditas en el país debido a las condiciones específicas que tienen las quebradas en Tarapacá, las que impiden usar sistemas que fueron exitosos en Antofagasta, Taltal y Tocopilla.
Para cada quebrada se proyecta un muro de presa construido en suelo en material de cemento y una obra de evacuación de aguas (vertedero), ubicada en el coronamiento del muro o presa y cuya función es la de evacuar las aguas arrastradas por el aluvión, en caso de que éste alcanzara la cota de coronamiento, es decir rebasara.
“Acá no se trata de contener totalmente el agua, sino que evitar el riesgo aluvional, ya que no solo se arrastra el líquido, sino también piedras de más de 10 toneladas que finalmente es lo que causa muertes y destrucción de viviendas”, afirmó Altermatt.
Las obras contendrán el agua y en caso de que las lluvias se extiendan por muchas horas, dejará pasar solo el líquido, a una velocidad más baja y retendrá el sedimento detrás del muro, explica Altermatt.
ESTUDIO
El estudio de simulación de escurrimiento está basado en una proyección de ocurrencia de 100 años.
Ver Artículo
Fuente: El Mercurio, Domingo 24 de marzo de 2019