PULSO – El crecimiento del flujo vehicular a través de las autopistas urbanas de Santiago, sumado al aumento de las tarifas, traen aparejado, además de un incremento de los ingresos de las operadoras, un aspecto indeseado: un constante incremento en la morosidad de los usuarios.
De acuerdo con los balances de las compañías que operan estas vías: Costanera Norte, Autopista Central, Vespucio Norte y Vespucio Sur, la morosidad acumulada creció en promedio un 30% respecto al monto reportado a diciembre del 2016, sumando en total el equivalente a US$639 millones.
En el caso de Autopista Central, esta acumuló a 2017 $58.650 millones en deudas de clientes, las que si se suman a los infractores llegan a los $97.108 millones. En tanto, Costanera Norte sumó impagos por $148.355 millones; Autopista Vespucio Sur $117.575 millones y Vespucio Norte, $22.715 millones.
Esta realidad ha obligado a las concesionarias a aumentar sus provisiones, en un escenario donde las mismas además advierten que su capacidad de cobrabilidad se ha deteriorado.
Impacto
Justamente, este tema ha sido esgrimido por los concesionarios de autopistas como la piedra de toque para implementar sistemas de cobro de peaje en movimiento o free flow, pues temen que se generen altas tasas de morosidad e incobrabilidad, en una discusión que reflotó luego del colapso que sufrió la Ruta 68 tras el fin de semana largo de Semana Santa.
Incluso, en entrevista con PULSO publicada este miércoles, el presidente de Copsa, Leonardo Daneri, manifestó que la implementación del free flow sin medidas adicionales como -entre ellas el cobro de multas razonables a infractores-, podría transformarse en “un nuevo Transantiago”.
En esa línea, el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, reaccionó ayer a las declaraciones del timonel de Copsa, asegurando que Daneri “hace una comparación con el Transantiago que me pareció perturbadora”.
“El Transantiago, todos sabemos, ha significado altas molestias para los santiaguinos y un alto costo fiscal a través subsidio, y lo que estamos proponiendo nosotros en el caso de un sistema de flujo libre es precisamente reducir las incomodidades que hoy producen las filas en los peajes, y sin ningún subsidio fiscal. De manera que es una comparación que me parece absolutamente inadecuada”, agregó.
No obstante, Fontaine señaló que “nosotros estamos conscientes que un sistema sin barreras puede crear más evasión y eso es un tema al cual tenemos que abocarnos y precisamente la solución que van a salir de estos planes van a abocarse a esa materia”. En ese sentido, indicó que “nosotros como gobierno tenemos la responsabilidad de combatir esa evasión”. Respecto a esta materia dijo que se analizarán todas alternativas.
Ayer el ministro reiteró su crítica e indicó “las autopistas en torno a Santiago no están operando con la calidad de servicio adecuada y es obligación de las concesionarias ofrecer un servicio”, agregando que “el sistema sin barrera es una solución que ayuda a un flujo más cómodo para los usuarios de las autopistas”, pero no es la solución definitiva” sino más inversión.
Fuente: Pulso, Jueves 5 de abril de 2018