DIARIO FINANCIERO – A casi dos semanas de su arribo a Morandé 59, el ministro Alfredo Moreno delinea los primeros pasos que dará en Obras Públicas (MOP). Su llegada coincidió con el interés del gobierno de darle mayor protagonismo a la cartera en el marco de un plan para acelerar inversiones e impulsar la economía.
El lunes, además, Moreno tuvo un primer acercamiento con la industria de la infraestructura, cuando recibió a representantes de la Cámara Chilena de la Construcción y de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa). “Vi una muy buena disposición” de parte de los privados, dice.
“Coincidimos en una cosa básica, que es que Chile se quedó atrás en infraestructura y que resulta fundamental para que los países se puedan desarrollar aceleradamente”, dice, al tiempo que explica que el principal desafío tanto en obras públicas como concesionadas es lograr equilibrar un trabajo que cautele los recursos del Estado y al mismo tiempo sea eficiente.
Moreno explica que la meta de acelerar proyectos por US$ 1.400 millones, lo que traería efectos visibles a fines de este año y fundamentalmente en 2020. Son varios los cuellos de botella identificados y que buscan ponerles término, porque a su juicio se está notando en la falta de capacidad que enfrentan varios aeropuertos del país –siendo el más notorio el Arturo Merino Benítez de Santiago- y los atochamientos que se registran en las autopistas de acceso a la capital.
Un tema clave en esto es la coordinación que está impulsando con otras dependencias del Estado, como la Dirección de Presupuestos (Dipres) y el Ministerio de Desarrollo Social (MDS).
Para eso, se están fijando una serie de mesas de trabajo para acompañar la evolución de algunas iniciativas que implican la modificación de contratos. Ahí se definieron dos criterios, los que impliquen más del 10% del valor del contrato, se establecerán encuentros periódicos con MDS y la Dipres, para agilizar la obtención de la rentabilidad social y la identificación de fondos respectiva.
Para aquellas que impliquen modificar menos del 10% del valor total, solo será con el organismo de presupuestos para identificar los fondos respectivos. También habrá otra instancia para abordar temas relacionados a la facturación y pago para contratos de emergencia. Todo esto comienza su implementación en julio.
¿El sistema de evaluación social de proyectos está trabando algunas definiciones en torno a iniciativas como la construcción de terceras pistas en algunas carreteras? Moreno respalda ese sistema y recalca que es “absolutamente necesario”, porque permite determinar dónde colocar los recursos.
Pero reconoce que como las obras van modificándose, “van apareciendo nuevas cosas, hay que tener nuevas metodologías, por ejemplo de cómo se estima la demanda o cómo se calcula el beneficio social”. Por eso, dice que lo relevante es ver qué información requiere el evaluador, para que el proceso sea más ágil.
El rol de los privados
Pero para acelerar inversiones, Moreno dice que se requiere también al sector privado. “Mientras más participen, mejor”, dice.
“Creo que hay una tarea del sector privado de entusiasmarse en esto. En la conversación que tuvimos ayer, una de las cosas que les hemos transmitido es que nosotros tenemos interés por fortalecer las concesiones. No obstante, en lo que refiere a nosotros, también vamos a hacer lo que esté de nuestra parte, para que las concesiones sean contratos que funcionen de la forma más expedita posible y que le den las mayores seguridades posibles a los inversionistas”, agrega.
“Hay que trabajar de manera tal que más iniciativas
privadas terminen siendo una licitación”
En un nuevo escenario marcado por el trabajo colaborativo que quiere llevar adelante el gobierno con el sector privado, es que el ministro Moreno enfatiza en que las concesiones no es lo único donde es posible y necesario trabajar en conjunto, sino que las iniciativas privadas también son un elemento que deberán abordar. Esto, porque del universo de iniciativas privadas que se presentan para que el Estado las evalúe, un porcentaje muy pequeño termina concretándose y efectivamente deriva en una licitación. Ejemplo de ello, es el largo camino que ha tenido que recorrer la idea de tren rápido a Valparaíso -donde recientemente iniciativas de TVS y Agunsa obtuvieron la declaración de interés público- y que, al menos en el sistema de concesiones, datan proyectos desde hace una década.
“A lo largo del tiempo se han presentado muchas iniciativas privadas, pero pocas se han concretado. Por eso creo que ahí hay que trabajar de manera tal que estas se seleccionen mejor, para que ojalá una proporción más importante de lo que se presenta terminen siendo una licitación”.
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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 26 de Junio de 2019