Lunes, Diciembre 23, 2024

El MOP inicia los estudios de un segundo aeropuerto para Santiago

PAUTA – El Aeropuerto Arturo Merino Benítez, el único de Santiago y de la zona central, ha experimentado un aumento de pasajeros de 10% anual durante los últimos 10 años. “Si proyectamos ese mismo crecimiento veremos que por el año 2030 ya estaremos muy ajustados y necesitaremos, entonces, una alternativa”, señala el subsecretario de Obras PúblicasLucas Palacios.

 
Y por eso el Gobierno tiene un plan avanzado: el Ministerio de Obras Públicas (MOP) licitará el próximo año un estudio de factibilidad para levantar un nuevo aeropuerto alternativo al Arturo Merino Benítez, adelanta el subsecretario a PAUTA.
“Es un estudio que vale aproximadamente $1.150 millones. Demora 300 días y lo licitaremos en 2020. Es decir, en 2021 ya vamos a tener estudio con el futuro emplazamiento que tendría este aeropuerto”, describe. El objetivo de adelantar este análisis obedece a una previsión: “Para que no nos pille de improviso en el futuro una necesidad de tener ese segundo aeropuerto para la macrozona central”.

La Dirección de Aeropuertos (DAP) del MOP avanza ya en el estudio de prefactibilidad y será la encargada del desarrollo de la licitación del estudio.
“Nosotros como Estado tenemos que anticiparnos. Estamos reaccionando rápidamente a los flujos actuales y a las proyecciones”, afirma el subsecretario.
Buena parte de estas decisiones se han basado en el trabajo del arquitecto Marcial Echenique, que ha trabajado para el MOP por décadas en diversas iniciativas. Últimamente, el exdecano de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Cambridge sugirió “nuevas rutas orbitales” dada la creciente población en la zona central, según expuso en la primera reunión del Consejo de Exministros de Obras Públicas el 20 de agosto.
“Marcial está desarrollando (para el MOP) un estudio de las necesidades de infraestructura al 2050. Ese estudio proyecta la necesidad de un segundo aeropuerto para la macrozona central, de complemento a Arturo Merino Benítez. La localización específica y sus características las definirá el estudio que licitaremos el próximo año”, profundiza Palacios.
Los detalles del estudio
El estudio de factibilidad que se licitará en 2020 considera dos contratos. El primer contrato apunta a la localización del emplazamiento del nuevo aeropuerto. El segundo busca establecer el anteproyecto referencial de la alternativa seleccionada.

El estudio de factibilidad deberá incluir los siguientes criterios:
1. Análisis preliminar de la demanda y experiencia internacional
a) Estudio preliminar de demanda y definición de aeronave crítica
b) Experiencia internacional asociada
c) Definición de las áreas de estudio
2. Definición de variables base e identificación de posibles emplazamientos
a) Identificación de toda la actividad aeronáutica desarrollada en la zona
b) Definición de las variables técnicas para el análisis de alternativas
c) Definición de alternativas de localización
d) Análisis y selección de alternativas.
3. Antecedentes técnicos de respaldo de la alternativa seleccionada
a) Requerimientos de infraestructura aeroportuaria asociada a aeronave crítica de diseño
b) Levantamiento situación existente
c) Plano zonificación conceptual de alternativa seleccionada
d) Entregas de antecedentes anexos
e) Perfil ambiental
f) Evaluación social
g) Resumen ejecutivo

 
La ubicación del futuro segundo aeropuerto
Para el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, Pablo Allard, para determinar el lugar de emplazamiento del segundo aeropuerto no solamente se necesita disponibilidad de suelos. Allard dice que hay que tener en cuenta también la cercanía a núcleos urbanos, el acceso a infraestructura de transporte (tranvía o buses), un tipo de geografía específica y considerar el comportamiento de los vientos.
“Hay dos localidades que se están debatiendo. Una es en las cercanías de San Antonio, particularmente cerca del balneario de Santo Domingo, que estaría conectado por la ruta 78 y eventualmente por el tren rápido Santiago-Valparaíso. La otra es en las cercanías de Rancagua, que también podría quedar conectado a través del tren de cercanías Santiago-Nos”, comenta el también panelista de Un Día Perfecto.


 
El subsecretario Palacios indica que, aunque existen algunos lugares tentativos, aún hay muy poca información disponible y que precisamente para eso se realizará el estudio. Podría ser en la Región Metropolitana, en la de Valparaíso o en la Libertador General Bernardo O’Higgins, pero lo cierto es que para el año 2021 se presupone que esté listo el estudio que revelará el futuro emplazamiento que tendría este eventual segundo aeropuerto, confirma el subsecretario Palacios.
“Lo importante es que estas decisiones hay que empezar a tomarlas ya, porque hay que hacer después todos los estudios, las ingenierías, comenzar a comprar y expropiar los terrenos. Pero esas decisiones hay que tomarlas para que, de aquí al 2030, no nos volvamos a quedar atrapados en un aeropuerto internacional que nos queda chico”, enfatiza Allard.
Carlos Melo Riquelme, director del Centro de Ingeniería y Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián, responde a PAUTA que la remodelación del aeropuerto de Santiago fue diseñada para cubrir toda la demanda de pasajeros, por lo menos, por los próximos 15 a 20 años. Por lo mismo, no considera necesario un nuevo aeropuerto. “Por demanda no se justifica en los próximos años, sería muy extraño iniciar un proyecto así ahora”, dice Melo, quien fue subsecretario de Transportes durante la segunda administración de Michelle Bachelet.
“No todavía, pero en unos 15 años más vamos a necesitar otro aeropuerto en la macrozona central”, contesta Lucas Palacios.
El primer aeropuerto
“Todavía tenemos mucho que hacer en el aeropuerto de Santiago”, reflexiona el subsecretario Palacios.

De allí proviene la urgencia inmediata y la de largo plazo, precisamente. “Dada la tecnología del sector aéreo, los precios de los pasajes han ido bajando de forma muy sustantiva”, comenta la autoridad. “Antes viajar era un lujo para unos pocos, pero hoy en día se ha democratizado, mucha más gente puede acceder a los pasajes porque son mucho más baratos”, agrega.

 
El aeropuerto de Santiago actualmente cuenta con capacidad para 16 millones de pasajeros al año —y considerando que ya para este se esperan cerca de 25 millones—, con las remodelaciones que se están implementando esta cifra podría alcanzar los 38 millones de pasajeros.
Es más, si a esto se le suman las otras inversiones que están consideradas dentro del contrato, el subsecretario cuenta que se podría llegar a una instalación capaz de albergar a 50 millones de pasajeros al año.
La doble estrategia aérea
Desde el Gobierno, y en vista del exponencial aumento que está teniendo la demanda y oferta aérea, ya se están implementando dos estrategias es paralelo.
En primer lugar, se busca aumentar la capacidad del actual aeropuerto de Santiago, pero el otro gran pilar de esta medida está en evitar que todos los vuelos pasen por ahí. “Casi todos los vuelos pasan por Santiago”, explica el subsecretario.

Para eso se está trabajando en un plan de aeropuertos, de tal manera que puedan existir vuelos interregionales que no necesariamente pasen por Santiago. Así también se implementarán 15 aeropuertos con capacidad para vuelos internacionales, de tal manera que tampoco todos los vuelos internacionales deban salir de Santiago.
Palacios afirma que dicho plan ya está en plena marcha y que ya hay varios aeropuertos que tienen capacidad instalada para vuelos internacionales e interregionales. “Estamos trabajando en eso y de esa forma también le quitamos presión al aeropuerto de Santiago”, comenta.
Ver artículo
Fuente: Pauta,  Domingo 29 de Septiembre de 2019

PAUTA – El Aeropuerto Arturo Merino Benítez, el único de Santiago y de la zona central, ha experimentado un aumento de pasajeros de 10% anual durante los últimos 10 años. “Si proyectamos ese mismo crecimiento veremos que por el año 2030 ya estaremos muy ajustados y necesitaremos, entonces, una alternativa”, señala el subsecretario de Obras PúblicasLucas Palacios.

 
Y por eso el Gobierno tiene un plan avanzado: el Ministerio de Obras Públicas (MOP) licitará el próximo año un estudio de factibilidad para levantar un nuevo aeropuerto alternativo al Arturo Merino Benítez, adelanta el subsecretario a PAUTA.
“Es un estudio que vale aproximadamente $1.150 millones. Demora 300 días y lo licitaremos en 2020. Es decir, en 2021 ya vamos a tener estudio con el futuro emplazamiento que tendría este aeropuerto”, describe. El objetivo de adelantar este análisis obedece a una previsión: “Para que no nos pille de improviso en el futuro una necesidad de tener ese segundo aeropuerto para la macrozona central”.

La Dirección de Aeropuertos (DAP) del MOP avanza ya en el estudio de prefactibilidad y será la encargada del desarrollo de la licitación del estudio.
“Nosotros como Estado tenemos que anticiparnos. Estamos reaccionando rápidamente a los flujos actuales y a las proyecciones”, afirma el subsecretario.
Buena parte de estas decisiones se han basado en el trabajo del arquitecto Marcial Echenique, que ha trabajado para el MOP por décadas en diversas iniciativas. Últimamente, el exdecano de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Cambridge sugirió “nuevas rutas orbitales” dada la creciente población en la zona central, según expuso en la primera reunión del Consejo de Exministros de Obras Públicas el 20 de agosto.
“Marcial está desarrollando (para el MOP) un estudio de las necesidades de infraestructura al 2050. Ese estudio proyecta la necesidad de un segundo aeropuerto para la macrozona central, de complemento a Arturo Merino Benítez. La localización específica y sus características las definirá el estudio que licitaremos el próximo año”, profundiza Palacios.
Los detalles del estudio
El estudio de factibilidad que se licitará en 2020 considera dos contratos. El primer contrato apunta a la localización del emplazamiento del nuevo aeropuerto. El segundo busca establecer el anteproyecto referencial de la alternativa seleccionada.

El estudio de factibilidad deberá incluir los siguientes criterios:
1. Análisis preliminar de la demanda y experiencia internacional
a) Estudio preliminar de demanda y definición de aeronave crítica
b) Experiencia internacional asociada
c) Definición de las áreas de estudio
2. Definición de variables base e identificación de posibles emplazamientos
a) Identificación de toda la actividad aeronáutica desarrollada en la zona
b) Definición de las variables técnicas para el análisis de alternativas
c) Definición de alternativas de localización
d) Análisis y selección de alternativas.
3. Antecedentes técnicos de respaldo de la alternativa seleccionada
a) Requerimientos de infraestructura aeroportuaria asociada a aeronave crítica de diseño
b) Levantamiento situación existente
c) Plano zonificación conceptual de alternativa seleccionada
d) Entregas de antecedentes anexos
e) Perfil ambiental
f) Evaluación social
g) Resumen ejecutivo

 
La ubicación del futuro segundo aeropuerto
Para el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, Pablo Allard, para determinar el lugar de emplazamiento del segundo aeropuerto no solamente se necesita disponibilidad de suelos. Allard dice que hay que tener en cuenta también la cercanía a núcleos urbanos, el acceso a infraestructura de transporte (tranvía o buses), un tipo de geografía específica y considerar el comportamiento de los vientos.
“Hay dos localidades que se están debatiendo. Una es en las cercanías de San Antonio, particularmente cerca del balneario de Santo Domingo, que estaría conectado por la ruta 78 y eventualmente por el tren rápido Santiago-Valparaíso. La otra es en las cercanías de Rancagua, que también podría quedar conectado a través del tren de cercanías Santiago-Nos”, comenta el también panelista de Un Día Perfecto.


 
El subsecretario Palacios indica que, aunque existen algunos lugares tentativos, aún hay muy poca información disponible y que precisamente para eso se realizará el estudio. Podría ser en la Región Metropolitana, en la de Valparaíso o en la Libertador General Bernardo O’Higgins, pero lo cierto es que para el año 2021 se presupone que esté listo el estudio que revelará el futuro emplazamiento que tendría este eventual segundo aeropuerto, confirma el subsecretario Palacios.
“Lo importante es que estas decisiones hay que empezar a tomarlas ya, porque hay que hacer después todos los estudios, las ingenierías, comenzar a comprar y expropiar los terrenos. Pero esas decisiones hay que tomarlas para que, de aquí al 2030, no nos volvamos a quedar atrapados en un aeropuerto internacional que nos queda chico”, enfatiza Allard.
Carlos Melo Riquelme, director del Centro de Ingeniería y Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián, responde a PAUTA que la remodelación del aeropuerto de Santiago fue diseñada para cubrir toda la demanda de pasajeros, por lo menos, por los próximos 15 a 20 años. Por lo mismo, no considera necesario un nuevo aeropuerto. “Por demanda no se justifica en los próximos años, sería muy extraño iniciar un proyecto así ahora”, dice Melo, quien fue subsecretario de Transportes durante la segunda administración de Michelle Bachelet.
“No todavía, pero en unos 15 años más vamos a necesitar otro aeropuerto en la macrozona central”, contesta Lucas Palacios.
El primer aeropuerto
“Todavía tenemos mucho que hacer en el aeropuerto de Santiago”, reflexiona el subsecretario Palacios.

De allí proviene la urgencia inmediata y la de largo plazo, precisamente. “Dada la tecnología del sector aéreo, los precios de los pasajes han ido bajando de forma muy sustantiva”, comenta la autoridad. “Antes viajar era un lujo para unos pocos, pero hoy en día se ha democratizado, mucha más gente puede acceder a los pasajes porque son mucho más baratos”, agrega.

 
El aeropuerto de Santiago actualmente cuenta con capacidad para 16 millones de pasajeros al año —y considerando que ya para este se esperan cerca de 25 millones—, con las remodelaciones que se están implementando esta cifra podría alcanzar los 38 millones de pasajeros.
Es más, si a esto se le suman las otras inversiones que están consideradas dentro del contrato, el subsecretario cuenta que se podría llegar a una instalación capaz de albergar a 50 millones de pasajeros al año.
La doble estrategia aérea
Desde el Gobierno, y en vista del exponencial aumento que está teniendo la demanda y oferta aérea, ya se están implementando dos estrategias es paralelo.
En primer lugar, se busca aumentar la capacidad del actual aeropuerto de Santiago, pero el otro gran pilar de esta medida está en evitar que todos los vuelos pasen por ahí. “Casi todos los vuelos pasan por Santiago”, explica el subsecretario.

Para eso se está trabajando en un plan de aeropuertos, de tal manera que puedan existir vuelos interregionales que no necesariamente pasen por Santiago. Así también se implementarán 15 aeropuertos con capacidad para vuelos internacionales, de tal manera que tampoco todos los vuelos internacionales deban salir de Santiago.
Palacios afirma que dicho plan ya está en plena marcha y que ya hay varios aeropuertos que tienen capacidad instalada para vuelos internacionales e interregionales. “Estamos trabajando en eso y de esa forma también le quitamos presión al aeropuerto de Santiago”, comenta.
Ver artículo
Fuente: Pauta,  Domingo 29 de Septiembre de 2019

TITULARES