Viernes, Diciembre 27, 2024

Minvu activa control de costos para ejecutar plan de viviendas por US$ 2.340 millones

EL MERCURIO – El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) decidió implementar una serie de medidas para controlar el gasto y hacer más eficiente su programa habitacional con el objetivo de mantener el ritmo de construcción y mejoramiento de unidades residenciales. Esto, pese a la leve reducción que sufrió el apartado “Viviendas+Subsidios” de la cartera en el proyecto de Ley de Presupuestos 2019 frente a 2018.

Para el próximo año está contemplado un monto de 58,4 millones de UF, unos US$ 2.340 millones, equivalentes a 182.587 viviendas. De estas, 82.249 corresponden a unidades nuevas (atención del déficit cuantitativo) y 100.338 a viviendas mejoradas (déficit cualitativo). Esa cifra implica una baja respecto del presupuesto 2018, que fue de 60,9 millones de UF, explica una minuta del Minvu.

El subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Guillermo Rolando, admite que en el papel existe una leve caída, aunque explica que en enero pasado el programa del ministerio para 2018 se tuvo que ajustar en 6,3 millones de UF. Esto, para compensar recursos anticipados a fines de 2017 destinados a atender la mayor demanda de postulantes al Programa de Protección del Patrimonio Familiar y al Fondo Solidario de Elección de Vivienda. Así, el presupuesto quedó en unos 54 millones de UF.

Las áreas de gestión que impulsa el Minvu son tres. En una de ellas destaca disminuir el sobrecosto de las obras. Aquí busca mejorar la gestión interna de los Serviu y favorecer la gestión de suelo con otras instituciones. El ministerio indica que el sobrecosto de obras promedio por año es de 2,1 millones de UF, unos US$ 84 millones. Para 2018 estima una cifra de US$ 30 millones.

Guillermo Rolando señala que los sobrecostos por obras paralizadas o mal evaluadas equivalen a unas 10 mil viviendas nuevas.

En otra área de acción, la cartera, junto con reducir la burocracia en los Serviu, generará modificaciones en los decretos que norman los subsidios para volver a convocar a grandes empresas constructoras al desarrollo de viviendas sociales. Asimismo, optimizará la gestión de los Serviu para mejorar los estados de pago de los trabajos.

Un tercer aspecto es que mediante herramientas tecnológicas seguirán el curso de las construcciones para detectar retrasos o problemas que generen alzas de costos. La idea es tener información actualizada cada 24 horas y no cada tres meses como ocurre actualmente. “Se van a producir alertas si en un mes no avanza un proyecto. El sistema generará un historial para saber cuáles entidades funcionan bien o no”, explica Rolando.

CChC: “Hay mucho espacio para mejorar”

El gerente de Vivienda y Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Pablo Álvarez, afirma que el gremio fue invitado a “una mesa de trabajo para resolver cuellos de botella. Hay mucho espacio para mejorar”. Señala que tramitar un proyecto en el Serviu puede tardar hasta seis años, en comparación con los tres años que demora uno privado.

Comenta que “las unidades al interior de los Serviu no conversan entre ellas y realizan los trámites con papeles. Es un sistema administrativo arcaico”. Por ello, estima necesario digitalizar las diligencias.

Álvarez prevé que con los ajustes que impulsa el Minvu se mejorará el ritmo de aprobación de proyectos y la industria no notará una baja en los recursos.

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Fuente: El Mercurio, Viernes 12 de octubre de 2018

EL MERCURIO – El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) decidió implementar una serie de medidas para controlar el gasto y hacer más eficiente su programa habitacional con el objetivo de mantener el ritmo de construcción y mejoramiento de unidades residenciales. Esto, pese a la leve reducción que sufrió el apartado “Viviendas+Subsidios” de la cartera en el proyecto de Ley de Presupuestos 2019 frente a 2018.

Para el próximo año está contemplado un monto de 58,4 millones de UF, unos US$ 2.340 millones, equivalentes a 182.587 viviendas. De estas, 82.249 corresponden a unidades nuevas (atención del déficit cuantitativo) y 100.338 a viviendas mejoradas (déficit cualitativo). Esa cifra implica una baja respecto del presupuesto 2018, que fue de 60,9 millones de UF, explica una minuta del Minvu.

El subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Guillermo Rolando, admite que en el papel existe una leve caída, aunque explica que en enero pasado el programa del ministerio para 2018 se tuvo que ajustar en 6,3 millones de UF. Esto, para compensar recursos anticipados a fines de 2017 destinados a atender la mayor demanda de postulantes al Programa de Protección del Patrimonio Familiar y al Fondo Solidario de Elección de Vivienda. Así, el presupuesto quedó en unos 54 millones de UF.

Las áreas de gestión que impulsa el Minvu son tres. En una de ellas destaca disminuir el sobrecosto de las obras. Aquí busca mejorar la gestión interna de los Serviu y favorecer la gestión de suelo con otras instituciones. El ministerio indica que el sobrecosto de obras promedio por año es de 2,1 millones de UF, unos US$ 84 millones. Para 2018 estima una cifra de US$ 30 millones.

Guillermo Rolando señala que los sobrecostos por obras paralizadas o mal evaluadas equivalen a unas 10 mil viviendas nuevas.

En otra área de acción, la cartera, junto con reducir la burocracia en los Serviu, generará modificaciones en los decretos que norman los subsidios para volver a convocar a grandes empresas constructoras al desarrollo de viviendas sociales. Asimismo, optimizará la gestión de los Serviu para mejorar los estados de pago de los trabajos.

Un tercer aspecto es que mediante herramientas tecnológicas seguirán el curso de las construcciones para detectar retrasos o problemas que generen alzas de costos. La idea es tener información actualizada cada 24 horas y no cada tres meses como ocurre actualmente. “Se van a producir alertas si en un mes no avanza un proyecto. El sistema generará un historial para saber cuáles entidades funcionan bien o no”, explica Rolando.

CChC: “Hay mucho espacio para mejorar”

El gerente de Vivienda y Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Pablo Álvarez, afirma que el gremio fue invitado a “una mesa de trabajo para resolver cuellos de botella. Hay mucho espacio para mejorar”. Señala que tramitar un proyecto en el Serviu puede tardar hasta seis años, en comparación con los tres años que demora uno privado.

Comenta que “las unidades al interior de los Serviu no conversan entre ellas y realizan los trámites con papeles. Es un sistema administrativo arcaico”. Por ello, estima necesario digitalizar las diligencias.

Álvarez prevé que con los ajustes que impulsa el Minvu se mejorará el ritmo de aprobación de proyectos y la industria no notará una baja en los recursos.

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Fuente: El Mercurio, Viernes 12 de octubre de 2018

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