Sábado, Diciembre 28, 2024

Ministro de Agricultura: La política de embalses será promover los medianos y pequeños solamente

EL TIPÓGRAFO – En medio de una gira intensa de los últimos días visitando zonas agrícolas del centro norte; idas al Congreso; reuniones en La Moneda y un viaje a Ñuble durante el fin de semana, el nuevo Secretario de Estado en el Ministerio de Agricultura se hizo el tiempo para conversar con nuestro medio en torno a la problemática de la escasez de agua.

¿Cómo va a enfrentar el gobierno de Gabriel Boric y su cartera la situación de la crisis hídrica?

-La situación es dramática desde el norte del río Cachapoal hasta la Serena. Ya es muy compleja en zonas hacia el norte, como Combarbalá, donde el suministro, en cuando a agua de consumo se está haciendo con camiones aljibes. En el resto, muchas de las zonas ya están afectadas en el riego para agricultura. Ha habido esta sequía enorme de 13 años, donde los expertos indican que la zona centro norte ha disminuido en 60% sus promedios de pluviometría normal. En el caso de O’Higgins, teníamos entre 400 a 480 milímetros, que ha caído en promedio a menos de 200 en la última década.En esa situación extrema el Presidente Boric nos ha pedido que trabajemos mancomunadamente varios ministerios: Agricultura, MOP, Medioambiente, Ciencias.

“Obras Públicas con sus departamentos respectivos DOH y DGA que son los que tienen que ver con los pozos y los derechos de agua. En Agricultura tenemos la Comisión Nacional de Riego con presupuesto de 100 mil millones de pesos para este año y el INDAP con su ayuda histórica a la pequeña agricultura; un programa de apoyo en riego tecnificado y emergencia de 40 mil millones de pesos. También el Ministerio de Medioambiente y el de Ciencias, que tiene la tarea de que los actores objetiven la realidad de los acuíferos. Va quedando mucha menos agua de superficie de lo que había. Aquí se tiene que apelar a la responsabilidad en lo general. Hubo un modelo que sobrevendió derechos de agua; gente que sin tener tierra inscribió derechos; gente del mundo del monocultivo que no respetó la ley de pendientes máximas de cerros -como quedó en evidencia con un dictamen del contralor Bermúdez-, y destruyeron bosque esclerófilo. Si bien esto se ha detenido, muchos aún están ahí y es lo que indigna a las comunidades que se ven sin agua”.

¿Qué se hace en lo inmediato, ministro, en estos casos?

-Lo que corresponde actuar ahora, es lograr que en casos extremos el MOP permita profundizar los pozos más allá de 100 metros para asegurar agua a las comunidades. Acelerar el tranco en soterramientos, mangas en canales, tecnificación de pequeños productores, y en solidaridad enfrentar esta crisis aguda. Porque a la crisis del agua se suma la crisis de insumos, fertilizantes, la pandemia, el cierre de exportaciones de algunos productos a China, la guerra en Ucrania con el alza de los combustibles. En fin, una serie de factores que se acumulan y provocan un alza generalizada.

¿Ministro, ya viene el invierno y me imagino que se reforzará la ayuda a los pequeños productores por parte de INDAP con forraje y otros apoyos?

-Es importante, Luis, pero recordemos que Chile tiene una carga fiscal de apenas el 21%. En Europa es del 35%. La ayuda de INDAP se suma al trabajo de los Prodesal en los municipios y muchos gobiernos regionales han contribuido, pero todo esto es para paliar problemas; son relevantes, pero no los solucionan. Los crianceros, por ejemplo, ya son muy pocos en el norte, porque se les ha encarecido de sobremanera el forraje. Pero hemos podido ver que hay sectores de la industria agroexportadora que está contribuyendo. Un ejemplo es en el valle de Aconcagua, donde un número importante de fruticultores comparten las sobras de las podas y la producción con pequeños agricultores y crianceros. Aquí, entonces, hay un llamado a la solidaridad interna de la familia agrícola, con todos estos problemas que está viviendo el sector.

-Y en cuanto a la mirada política y toda esta nueva mirada con normas, por ejemplo, que está analizando la Convención Constitucional, ¿Cómo la evalúa usted?

Seamos francos en esto. Hay muchos actores que ven todo esto con mucha preocupación, pero recordemos que las proposiciones de las subcomisiones, tienen sus pasos y aprobaciones con los dos tercios. La Constitución de Pinochet dice que el agua es un bien público, pero el problema es que crearon un monstruito que permitía que personas sin tener tierras pudieran adquirir derechos y se sobrevendieron derechos de agua sin una gobernanza adecuada y que solo una persona decidiera ello. En los países desarrollados esto no es así, esto es un concejo multiactor, donde se evita la corrupción, se transparenta, los actores se encuentran.

“Qué es lo que está pidiendo la Convención, y en lo que hay un acuerdo macro: que el agua tenga esta dirección desde el Ministerio de Medioambiente como cuencas que tienen un servicio biosistémico y que en primer lugar se asegure el agua potable –cosa que el Estado no ha cumplido- porque mientras hay monocultivos por un lado, hay APRs con falta de suministro. También asegurar el agua para la agricultura sustentable.

Aquí tenemos que obligarnos a la seriedad y los nuevos estándares. Para grandes proyectos de monocultivos tiene que haber un informe de evaluación ambiental: ¿Tal cuenca da para paltos o da para tunas? ¿Da para olivos o da para almendros? ¿Dan los valles de la zona centro sur que se han ido secando para eucaliptos o para reforestación nativa?

Hoy tenemos que cuidar las cuencas y las cajas de los ríos. Es todo un modelo de corresponsabilidad; de agricultura verde. Tenemos que hacer un viraje a cabios integrales, a la eficiencia de los derechos hídricos. Y hay empresarios ejemplares. Hoy la agricultura tiene la demanda del 87% del agua total y, por ejemplo, Ronald Bown, de los exportadores frutícolas ha propuesto que debemos bajar al 60%, para que los ríos se recuperen y cumplan su ciclo.

Hoy hay que hacer la fiscalización de estos grandes productores de dónde tienen sus pozos de extracción; de cuánto es el caudal que sacan para ocupar. Tal cual como se hace con los modelos tecnificados de responsabilidad como se hace en países desarrollados.

Ministro, el tema de los tranques para riego. ¿Dónde pondrá el énfasis el Gobierno y su ministerio?, pensando que son obras de largo aliento

Hay trabajo conjunto con el MOP al respecto. Ahora, Luis, hay mucha crítica con esa política. Hay más de 10 embalses que hoy están vacíos. Hay crítica respecto de que los embalses como los derechos de aguas de las cuencas están hiperconcentradas en los grandes productores sin llegar el agua a los pequeños. Hay algunos embalses que están en estudio en la zona del Aconcagua; en la zona de Rengo, pero falta todavía el pacto con los agricultores dispuestos a contribuir. Hoy hacemos un embalse y medio por gobierno, para dar una idea, de la poca inversión en la materia.

Los embalses hoy deben ser de tamaño mediano. Hay que olvidarse de esos grandes embalses que paran en agua en una cuenca de un río completo. Eso ya no es viable. Y estos embalses medianos, de recuperación, como lo han hecho algunos gobiernos regionales, como se hizo en la Reforma Agraria y los gobiernos de Frei Montalva y Allende, son soluciones que la tecnificación a gran escala que ha llegado a los grandes productores, pero solo al 10 a 12% de la pequeña agricultura. Tenemos que levantar barreras y actuar exigentemente para que estos proyectos lleguen a la pequeña agricultura. El riego tendido ya no es viable con esta sequía.

Ministro, ¿Se abandona, entonces, la política de grandes embalses?

Hay dos o tres medianos-grandes que siguen su curso. Pero falta el acuerdo de cómo se asegura el caudal ecológico mínimo y como se integran los pequeños y no solo los grandes en el modelo de concesión y el diagrama de derechos de agua. Por eso es importante lo que fije como marco las modificaciones interesantes que sufrió el Código de Aguas, así como el marco que fije el equiparamiento de poder y de compartir derechos de agua que establezca la Convención Constituyente.

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Fuente: El Tipógrafo, Martes 29 de Marzo de 2022

EL TIPÓGRAFO – En medio de una gira intensa de los últimos días visitando zonas agrícolas del centro norte; idas al Congreso; reuniones en La Moneda y un viaje a Ñuble durante el fin de semana, el nuevo Secretario de Estado en el Ministerio de Agricultura se hizo el tiempo para conversar con nuestro medio en torno a la problemática de la escasez de agua.

¿Cómo va a enfrentar el gobierno de Gabriel Boric y su cartera la situación de la crisis hídrica?

-La situación es dramática desde el norte del río Cachapoal hasta la Serena. Ya es muy compleja en zonas hacia el norte, como Combarbalá, donde el suministro, en cuando a agua de consumo se está haciendo con camiones aljibes. En el resto, muchas de las zonas ya están afectadas en el riego para agricultura. Ha habido esta sequía enorme de 13 años, donde los expertos indican que la zona centro norte ha disminuido en 60% sus promedios de pluviometría normal. En el caso de O’Higgins, teníamos entre 400 a 480 milímetros, que ha caído en promedio a menos de 200 en la última década.En esa situación extrema el Presidente Boric nos ha pedido que trabajemos mancomunadamente varios ministerios: Agricultura, MOP, Medioambiente, Ciencias.

“Obras Públicas con sus departamentos respectivos DOH y DGA que son los que tienen que ver con los pozos y los derechos de agua. En Agricultura tenemos la Comisión Nacional de Riego con presupuesto de 100 mil millones de pesos para este año y el INDAP con su ayuda histórica a la pequeña agricultura; un programa de apoyo en riego tecnificado y emergencia de 40 mil millones de pesos. También el Ministerio de Medioambiente y el de Ciencias, que tiene la tarea de que los actores objetiven la realidad de los acuíferos. Va quedando mucha menos agua de superficie de lo que había. Aquí se tiene que apelar a la responsabilidad en lo general. Hubo un modelo que sobrevendió derechos de agua; gente que sin tener tierra inscribió derechos; gente del mundo del monocultivo que no respetó la ley de pendientes máximas de cerros -como quedó en evidencia con un dictamen del contralor Bermúdez-, y destruyeron bosque esclerófilo. Si bien esto se ha detenido, muchos aún están ahí y es lo que indigna a las comunidades que se ven sin agua”.

¿Qué se hace en lo inmediato, ministro, en estos casos?

-Lo que corresponde actuar ahora, es lograr que en casos extremos el MOP permita profundizar los pozos más allá de 100 metros para asegurar agua a las comunidades. Acelerar el tranco en soterramientos, mangas en canales, tecnificación de pequeños productores, y en solidaridad enfrentar esta crisis aguda. Porque a la crisis del agua se suma la crisis de insumos, fertilizantes, la pandemia, el cierre de exportaciones de algunos productos a China, la guerra en Ucrania con el alza de los combustibles. En fin, una serie de factores que se acumulan y provocan un alza generalizada.

¿Ministro, ya viene el invierno y me imagino que se reforzará la ayuda a los pequeños productores por parte de INDAP con forraje y otros apoyos?

-Es importante, Luis, pero recordemos que Chile tiene una carga fiscal de apenas el 21%. En Europa es del 35%. La ayuda de INDAP se suma al trabajo de los Prodesal en los municipios y muchos gobiernos regionales han contribuido, pero todo esto es para paliar problemas; son relevantes, pero no los solucionan. Los crianceros, por ejemplo, ya son muy pocos en el norte, porque se les ha encarecido de sobremanera el forraje. Pero hemos podido ver que hay sectores de la industria agroexportadora que está contribuyendo. Un ejemplo es en el valle de Aconcagua, donde un número importante de fruticultores comparten las sobras de las podas y la producción con pequeños agricultores y crianceros. Aquí, entonces, hay un llamado a la solidaridad interna de la familia agrícola, con todos estos problemas que está viviendo el sector.

-Y en cuanto a la mirada política y toda esta nueva mirada con normas, por ejemplo, que está analizando la Convención Constitucional, ¿Cómo la evalúa usted?

Seamos francos en esto. Hay muchos actores que ven todo esto con mucha preocupación, pero recordemos que las proposiciones de las subcomisiones, tienen sus pasos y aprobaciones con los dos tercios. La Constitución de Pinochet dice que el agua es un bien público, pero el problema es que crearon un monstruito que permitía que personas sin tener tierras pudieran adquirir derechos y se sobrevendieron derechos de agua sin una gobernanza adecuada y que solo una persona decidiera ello. En los países desarrollados esto no es así, esto es un concejo multiactor, donde se evita la corrupción, se transparenta, los actores se encuentran.

“Qué es lo que está pidiendo la Convención, y en lo que hay un acuerdo macro: que el agua tenga esta dirección desde el Ministerio de Medioambiente como cuencas que tienen un servicio biosistémico y que en primer lugar se asegure el agua potable –cosa que el Estado no ha cumplido- porque mientras hay monocultivos por un lado, hay APRs con falta de suministro. También asegurar el agua para la agricultura sustentable.

Aquí tenemos que obligarnos a la seriedad y los nuevos estándares. Para grandes proyectos de monocultivos tiene que haber un informe de evaluación ambiental: ¿Tal cuenca da para paltos o da para tunas? ¿Da para olivos o da para almendros? ¿Dan los valles de la zona centro sur que se han ido secando para eucaliptos o para reforestación nativa?

Hoy tenemos que cuidar las cuencas y las cajas de los ríos. Es todo un modelo de corresponsabilidad; de agricultura verde. Tenemos que hacer un viraje a cabios integrales, a la eficiencia de los derechos hídricos. Y hay empresarios ejemplares. Hoy la agricultura tiene la demanda del 87% del agua total y, por ejemplo, Ronald Bown, de los exportadores frutícolas ha propuesto que debemos bajar al 60%, para que los ríos se recuperen y cumplan su ciclo.

Hoy hay que hacer la fiscalización de estos grandes productores de dónde tienen sus pozos de extracción; de cuánto es el caudal que sacan para ocupar. Tal cual como se hace con los modelos tecnificados de responsabilidad como se hace en países desarrollados.

Ministro, el tema de los tranques para riego. ¿Dónde pondrá el énfasis el Gobierno y su ministerio?, pensando que son obras de largo aliento

Hay trabajo conjunto con el MOP al respecto. Ahora, Luis, hay mucha crítica con esa política. Hay más de 10 embalses que hoy están vacíos. Hay crítica respecto de que los embalses como los derechos de aguas de las cuencas están hiperconcentradas en los grandes productores sin llegar el agua a los pequeños. Hay algunos embalses que están en estudio en la zona del Aconcagua; en la zona de Rengo, pero falta todavía el pacto con los agricultores dispuestos a contribuir. Hoy hacemos un embalse y medio por gobierno, para dar una idea, de la poca inversión en la materia.

Los embalses hoy deben ser de tamaño mediano. Hay que olvidarse de esos grandes embalses que paran en agua en una cuenca de un río completo. Eso ya no es viable. Y estos embalses medianos, de recuperación, como lo han hecho algunos gobiernos regionales, como se hizo en la Reforma Agraria y los gobiernos de Frei Montalva y Allende, son soluciones que la tecnificación a gran escala que ha llegado a los grandes productores, pero solo al 10 a 12% de la pequeña agricultura. Tenemos que levantar barreras y actuar exigentemente para que estos proyectos lleguen a la pequeña agricultura. El riego tendido ya no es viable con esta sequía.

Ministro, ¿Se abandona, entonces, la política de grandes embalses?

Hay dos o tres medianos-grandes que siguen su curso. Pero falta el acuerdo de cómo se asegura el caudal ecológico mínimo y como se integran los pequeños y no solo los grandes en el modelo de concesión y el diagrama de derechos de agua. Por eso es importante lo que fije como marco las modificaciones interesantes que sufrió el Código de Aguas, así como el marco que fije el equiparamiento de poder y de compartir derechos de agua que establezca la Convención Constituyente.

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Fuente: El Tipógrafo, Martes 29 de Marzo de 2022

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