CPI – La necesidad de ampliar cobertura de fibra óptica a todas las comunas del país, aumentar la capacidad portuaria y mejorar el transporte público masivo, fueron algunos de los temas destacados por la titular de la cartera.
Con una gran asistencia de consejeros se realizó ayer la reunión mensual del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) que tuvo como invitada central a la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, quien delineó las principales tareas que abordará su cartera en los próximos cuatro años y pidió la colaboración del CPI para avanzar en varias de ellas.
La ministra asistió acompañada por los subsecretarios de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, y de Transportes, José Luis Domínguez, además de su jefe de gabinete, Juan Carlos González.
En su exposición ante el CPI, la secretaria de Estado destacó que en materia de telecomunicaciones el acento estará en “iluminar Chile” ampliando la cobertura de fibra óptica a todas las comunas del país. Para ello, se fomentará la inversión sectorial y el rol subsidiario en aquellas zonas de más difícil acceso.
“En la medida que hemos mostrado estos desafíos, inmediatamente se han activado las iniciativas privadas. Es la dinámica con la que queremos trabajar: que el Gobierno diga hacia dónde quiere avanzar, la empresa privada reacciona y las personas se ven beneficiadas”, dijo Hutt.
En materia de transportes, la ministra fue clara en señalar que el transporte público masivo es la prioridad porque es lo que nos permite el mejor uso de un espacio vial escaso. “Priorizarlo -detalló- no es matar el automóvil, pero dada la escasez del recurso, creemos que gradualmente se van a tener que incorporar mecanismos, como la tarificación vial y reducción de estacionamientos, para que se asuma la externalidad del uso del auto en el espacio urbano”.
Otro tema clave para el MTT es la ampliación de la capacidad portuaria de la macro zona central y la necesidad de avanzar en los proyectos que están en carpeta como el mega puerto de San Antonio y el Terminal 2 de Valparaíso.
La ministra puntualizó que hacia el 2026 debería contarse con nueva infraestructura, ya que de lo contrario se producirá congestión en los terminales, lo que implicará alza en los costos para el comercio exterior chileno, por las mayores tarifas que deberán cobrar los operadores. Este mayor costo lo estimó en US$ 2.000 millones. Este impacto, manifestó, más que justifica adelantar las inversiones.
“Ya han pasado 8 años desde que fue adjudicado el Terminal 2 de Valparaíso y aún no comienzan las obras. Es una gran preocupación para el Gobierno porque es la capacidad más próxima de la que podríamos disponer y no hay avances. Consideramos legítimas las posturas de quienes defienden la ciudad, pero me cuesta entender que sea todo o nada y que si hay puerto se destruye la ciudad. Eso no ocurre en Rotterdam, Hamburgo o Barcelona, por sólo mencionar algunos casos donde se convive con puertos”, señaló.
En el ámbito ferroviario, adelantó que el MTT cree firmemente en la participación público privada tanto en carga como en concesiones y que se debiera avanzar en un sistema de concesiones.
Contratos operadores Transantiago
Consultada por las modificaciones que se aplicarán a la nueva licitación del Transantiago, la ministra Hutt indicó que se está trabajando en cambios importantes. Entre ellos, dijo que los contratos serán sólo de operación y que el operador se encargará también de la mantención. Serán contratos de menor tamaño y duración y gestionados por variables de calidad de servicio.
“Si un operador no cumple, rápidamente se reemplazará por otro y así se generará una industria en que hay muchos compitiendo por estar dentro del sistema”, detalló.
Se creará también una figura de provisión de flota centralizado, una especie de leasing que permitirá adquirir los buses directamente con los fabricantes, accediendo a una lista de precios por marca y el operador elegirá la que más le convenga.
“El objetivo es bajar las barreras de entrada e independizar los plazos. El plazo de operación no tiene porqué ser el mismo que el de la vida útil de los buses”, sostuvo.
Agregó que se está apuntando a un modelo similar al que opera en Londres, ciudad donde se realizan entre dos y tres licitaciones por año, donde es natural que operadores entran y salgan. Este diseño, además, considera una alta participación de buses eléctricos.
En regiones, manifestó, se espera avanzar gradualmente en las licitaciones hasta que se cuente con un parque renovado totalmente de buses.
Fuente: CPI, Jueves 17 de mayo de 2018