DIARIO FINANCIERO – El transporte público metropolitano se ha visto fuertemente golpeado a raíz de las restricciones de movimiento y el incentivo a quedarse en las casas para contener la propagación del coronavirus. Entre el 16 de marzo y el 15 de abril, la afluencia de pasajeros en Metro, buses y trenes cayó un 71,8%.
“Hay una caída muy brusca en el sistema de transporte, con un 15% de la demanda habitual. Esto genera una presión fuerte sobre la recaudación y los métodos de pago y esto nos obliga a hacer proyecciones casi semanales, lo cual afecta también a regiones”, explicó la ministra de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), Gloria Hutt.
Dentro de los cálculo que hace la autoridad, las recaudaciones diarias sufrieron una baja, que en promedio pasó de 4,3 millones de validaciones a 1,2 millones en el sistema de transporte público de la capital.
Esto tiene distintos efectos, dependiendo del tipo de operador: si son los de buses o, por otro lado, el Metro y EFE. Según explicó en una pauta de prensa de forma remota, los últimos dos actores se financian vía deuda, por lo que mantienen su equilibrio de control operacional y, en el caso de EFE, continúa con sus proyectos en desarrollo, lo que contempla el lanzamiento de algunas licitaciones.
Metro mantiene una discusión aparte y en curso con el Ministerio de Hacienda, donde se evalúan diferentes mecanismos, como el aporte de capital. Sin embargo, lo anterior está bajo análisis financiero por el alto grado de incertidumbre de las últimas semanas.
En el caso de los buses es más complejo y está sujeta a revisión cada semana por parte de Hutt, porque las proyecciones varían todo el tiempo. “Hay un grado de incertidumbre muy grande. Ayer nos enteramos que el valor del petróleo vale cero, no sabemos cómo eso se reflejará en los costos del sistema. Entonces tenemos un rango de escenarios, pero en todos ellos estamos dentro de lo que la ley de subsidio nos permite”, sostuvo la autoridad.
La seguridad de la ministra recae en que esa normativa -que fija unos US$ 820 millones de aporte del Estado al sistema, dependiendo del tipo de cambio- permite un tope de gasto, con una holgura de un 10% adicional si es necesario. Hasta el momento, las proyecciones muestran que los gastos de mantendrán en esos parámetros.
“Si las cuentas no cerraran, y se abriera una necesidad adicional, habría que hacer ajustes a la ley”, dijo la titular de Transportes.
A su juicio, el ejemplo de la baja de petróleo clarifica muy bien lo poco predecible que caracteriza esta época. “Ese escenario definitivamente no lo teníamos contemplado, sin embargo, ahora es una realidad. Al disminuir los costos podría compensar la caída en las validaciones. Todo es muy dinámico y no sabemos cuánto tiempo se pueden mantener esas proyecciones”, señala la ministra.
Efectos fuera de Santiago
La situación en regiones es similar en términos de flujo de personas, con una caída en el segmento de buses urbanos en torno a 65%, mientras que en taxis colectivos llega a 70%, explicó el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez.
“En algunas regiones los buses interurbanos registra una mayor caída, con valores de afluencias menores de 10%, con días que a veces sólo están entre 5% y 3%”, señaló y luego agregó que en general la gente fuera de Santiago ha respondido de manera adecuada frente a las medidas sanitarias, saliendo cuando es necesario.
“Cada región tienen que adoptar medidas especiales, sobre todo los servicios que cruzan regiones. Lo que les hemos pedido a las Secretarías Regionales Ministeriales de Salud (Seremi) es una coordinación estrecha para que cuando se tomen medidas sanitarias tengamos analizados los impactos que producen en el sistema de transporte”, apuntó Hutt.
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Fuente: Diario Financiero, Martes 21 de Abril de 2020