PULSO – “El peor invierno” para las aerolíneas. Así describió Latam Airlines frente al Congreso, los meses entre mayo y agosto de este año en las operaciones de las compañías aéreas en Chile, aludiendo a problemas de infraestructura en varios de los aeropuertos del país. Según los datos de la compañía, tuvo que cancelar más de 200 vuelos en el invierno.
“La falta de infraestructura en los aeropuertos regionales es uno de los principales problemas que tiene la industria de la aviación comercial en Chile. Cuando nos referimos a este tema estamos hablando de aquella infraestructura asociada a luces de aproximación y sistemas que permitan aterrizar en condiciones de visibilidad reducida por niebla, así como también a la ausencia de maquinaria para retirar la nieve en los aeropuertos en el sur del país”, explicó el grupo a Pulso.
En concreto, esto “impide que el avión pueda aterrizar en el aeropuerto, lo que deriva en tener que alternar a otro aeropuerto para poder aterrizar o retornar a la ciudad de origen del vuelo, generando cancelaciones y atrasos”, declaró Latam.
“El principal factor detrás de estas cancelaciones es la falta de un sistema de navegación aérea adecuado. En particular, el ILS CAT III-B es esencial para permitir aterrizajes en condiciones de baja visibilidad, pero muchos aeropuertos, como el de Puerto Montt, aún no cuentan con este sistema. Para reducir significativamente las cancelaciones por temas climáticos, es crucial que el sistema ILS esté siempre operativo, ya que este permite vuelos más seguros y sin inconvenientes, incluso en condiciones meteorológicas adversas como la neblina”, detalló la gerenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Sky, Mayra Kohler.
Los aeropuertos más afectados por esta falta de infraestructura son los de La Florida (La Serena), Puerto Montt, Balmaceda, Cañal Bajo Carlos Hott Siebert (Osorno), Pichoy (Valdivia), Desierto de Atacama (Copiapó), y el Internacional Carlos Ibáñez Del Campo (Punta Arenas), los que fueron calificados como “críticos” por Latam.
Los más de 200 vuelos que Latam tuvo que cancelar en el invierno afectaron a más de 60 mil pasajeros. El 10% de estos correspondió a pasajeros de los aeropuertos de las ciudades de Puerto Montt, La Serena, Punta Arenas y Balmaceda. Sky, por su parte, tuvo 151 vuelos cancelados en estos meses, principalmente en La Serena y Puerto Montt.
Según las cifras de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) en La Serena hubo una disminución de la puntualidad tanto en el segundo como en el tercer trimestre, aunque no necesariamente ligada a los problemas climáticos. Los meses de abril, mayo y junio pasaron del 77,3% de los vuelos con puntualidad a 66,2%, mientras que julio, agosto y septiembre pasaron del 72,9% a 69,8%. Esto también se repitió en Punta Arenas.
En Osorno y Valdivia hubo una reducción de los vuelos sin demoras únicamente en el tercer trimestre, llegando a 61,8% y 65,1%, respectivamente. En Copiapó, en tanto, hubo una baja sólo en el segundo trimestre, alcanzando un 81,5%. La JAC no registró un aumento en los atrasos de los vuelos en Balmaceda y Puerto Montt. Pero Sky menciona que en el último de estos tuvo una situación crítica a partir de junio, “debido a la inactividad del sistema ILS (Sistema de aterrizaje instrumental)”, llegando a un peak de cancelaciones en dicho mes y sumando 41 hasta la fecha.
A raíz de las malas condiciones climáticas, las cancelaciones de vuelos de Latam alcanzaron el 2,5% del total de sus operaciones entre mayo y agosto, un porcentaje cinco veces más alto que el del año pasado, cuando fue de 0,5%. Los retrasos de los vuelos, a su vez, subieron del 1,3% de las operaciones, a 2,8%.
“Es importante considerar que este año, entre el 1 y 2 de agosto, Latam tuvo que cancelar 186 vuelos de un total de 417 vuelos por meteorología, debido a los fuertes vientos que se registraron en Santiago”, sostuvo la compañía.
Esto, pese a que el aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez de Santiago, junto con el aeropuerto Internacional Carriel Sur de Concepción y el aeropuerto Araucanía de Temuco, cuentan con una mejor tecnología que el resto del país, lo que permite el aterrizaje en condiciones de baja visibilidad.
¿Se vienen mejoras?
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, comentó anteriormente a este medio que “con la Dirección General de Aeronáutica Civil tenemos que hacer un plan de inversiones, porque tú necesitas en La Serena 800 metros despejados para poder aterrizar y hay instrumental hoy día, lo que pasa es que es caro, para aterrizar con 50 metros de visibilidad. Efectivamente, tenemos que hacer un plan de inversiones para mejorar la visibilidad”, concedió la autoridad respecto a los problemas de infraestructura en dichos aeropuertos.
Al respecto, la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila) expresó que “las autoridades sectoriales están comprometidas por impulsar la modernización de diferentes terminales aéreos del país. Por ello, es necesario que los diferentes organismos del Estado que intervienen en el proceso de permisos les otorguen a los trámites una prioridad, que esté acorde a la urgencia que se requiere en beneficio de los habitantes y de la conectividad del país”.
“El mejoramiento, ampliación y modernización de la infraestructura aeroportuaria del país deberían ser considerados prioritarios por el Estado, ya que se trata de una infraestructura crítica, porque se relaciona con la conectividad y el acceso de las personas a transportarse en el menor tiempo posible, especialmente en casos de urgencia”, añadió el gremio.
“Con el fin de impulsar el aumento del turismo en el país y de quitar la estacionalidad de ciertos destinos, es esencial bajar a un mínimo el riesgo de no poder aterrizar en algún aeropuerto dentro del país. A su vez, un desafío muy relevante es tener en cuenta que las condiciones meteorológicas están cambiando bruscamente en el mundo y es necesario estar preparados para ello”, señaló Latam.
La gerenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Sky precisó que “el Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha señalado que las mejoras en la infraestructura del aeropuerto El Tepual (Puerto Montt) no comenzarán antes del período 2028/2030, lo que implica que en los próximos 6 años no habrá avances significativos en esta materia, afectando los viajes de miles de pasajeros. Este aeropuerto es crucial para mantener la conectividad regional y la falta de mejoras inmediatas representa un obstáculo, tanto para el desarrollo de la zona, como para ofrecer un servicio aéreo eficiente y seguro a los pasajeros”.
Fuente: Pulso, Martes 19 de Noviembre de 2024
