LA TERCERA – Los días de cuarentena han sido días de grandes cambios para todos. Y si bien ahora los esfuerzos están puestos en contener y manejar la enfermedad, lo cierto es que las consecuencias de este periodo se seguirán viviendo por mucho tiempo más.
En particular, debido a las nuevas problemáticas e ideas que están surgiendo desde diferentes áreas sobre como debería proceder el mundo luego de este espacio de tiempo. Para algunos, el Covid-19 traerá nuevas complicaciones hacia nuestro día a día y para otros, simplemente está haciendo más agudas y visibles las problemáticas que ya existen.
Consultamos a un grupo de expertos sobre los que creen serán los principales desafíos que se avecinan para la ciudad de cara a los cambios que seguramente enfrentaremos en nuestras vidas después de la pandemia.
Una ciudad más eficiente
Para Paz Serra, jefa de la División de Desarrollo Urbano del Minvu, el mundo post Covid debe tomar en cuenta varios factores que permitirán por un lado, impedir que las condiciones de contagio de una posible nueva pandemia se repliquen pero además, mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
Ante eso, plantea que el primer desafío que tendremos será el desarrollo de ciudades más compactas. Esto principalmente porque las alternativas para desplazarse de manera sustentable y con distanciamiento social no están disponibles en todas las ciudades.
“Nuestra planificación debe estimular el desarrollo de ciudades más compactas y compatibles con las metas climáticas que se ha planteado Chile, revitalizando y regenerando lo barrios que están en las centrales de las ciudades”, citando como ejemplo a Matadero-Franklin.
De esta manera, la idea es que los habitantes de una comuna tengan todo al alcance de distancias más cortas, para no depender de viajes en transporte público que, además de extenuantes, generan costos para el hogar.
El modelo a seguir, dice Serra, es el de las llamadas ciudades intermedias, como Antofagasta, Coquimbo, Curicó o Valdivia, las que cuentan con tamaños adecuados, grandes áreas verdes, buena seguridad, pero que les falta lo más importante para motivar su crecimiento: el empleo.
Otro de los esfuerzos que serán necesarios para descongestionar las ciudades en un mundo post Covid será el de digitalización de procesos de la ciudad. “Desde el Minvu estamos impulsando la participación ciudadana electrónica para que las consultas municipales avancen en diferentes municipios”. Esto, considerando que actualmente hay 137 planes reguladores o procesos de planificación en desarrollo que permanecerán estancados son la participación ciudadana.
Por lo mismo, plantea que es necesario acelerar la digitalización de trámites como la Dirección de Obras Municipal, ya que de las 168 comunas que concentran más del 90% de los trámites de edificación, solo 11 poseen sistemas digitales.
Finalmente, la representante del Minvu hace un llamado a la adaptación de los espacios públicos, considerando las necesidades de una nueva realidad. “Necesitamos más espacio para actividades en la vereda, más anchos para la caminata, zonas más largas para hacer filas, lugares amplios para la carga, descarga y entrega de mercaderías a repartidores. En definitiva, necesitamos otros espacios públicos, distintos a los que teníamos”, señala.
Soluciones humanas
Sergio Baeriswyl, presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, coincide con el diagnóstico de Paz Serra, sobre todo en los que respecta a los cambios de los espacios públicos. Dice que es muy probable que la crisis sanitaria produzca cambios en las ciudades y desde el CNDU, apuestan a lo que denominan la ciudad saludable, esto es caminable y cercana a servicios no más allá de 15 minutos de distancia de los sectores residenciales.
“Es deseable que las ciudades destinen más espacios para los peatones y menos para los autos, así como una mayor cobertura de redes de acceso a los servicios digitales que permitan reducir los desplazamientos”, explica Baeriswyl. Junto con esto, espera que también vaya de la mano una política de descarbonizar nuestra forma de vida humana y así mejorar nuestras condiciones ambientales.
También cree que tendrá que ponerse énfasis en uno de los problemas que se ha convertido ya no solo en un asunto urbano sino que también sanitario: el déficit habitacional y el hacinamiento que existe en las comunas con menos recursos de Santiago. “De las grandes prioridades que debiera asumir la política pública, es redoblar los esfuerzos para reducir el déficit habitacional, asegurando que este esfuerzo vaya de la mano de construir barrios integrados desde el punto de vista social y buenos estándares de acceso a servicios urbanos”.
Todo esto, dice Baeriswyl, servirá para mitigar cambios que el considera llegarán con la pandemia, como un aumento de uso del vehículo particular para evitar el transporte público, o la llegada masiva de habitantes a las periferias urbanas para evitar los lugares de mayor densidad.
Nuevas necesidades
Pero no solo los espacios públicos tendrán cambios de cara al futuro, sino que también nuestros hogares. Eso es lo que plantea Enrique Joglar, gerente de desarrollo de Indesa, quien reconoce que el espacio del hogar tendrá que ser repensado para adaptarlo a los nuevos requerimientos.
“Ya no sabremos si tendremos que pasar nuevamente una semana, tres meses o dos estaciones del año en nuestros hogares, y hasta hace poco la casa era utilizada principalmente como un espacio para reunir a la familia, la recreación y vida social con nuestros cercanos”, dice Joglar.
Por lo mismo, dice que las viviendas deberán contar con espacios diferentes o flexibles que puedan acomodarse no solo al descanso sino que también al trabajo. “Este periodo nos hizo entender la necesidad de poder transformar los espacios para que en cierto horario puedan funcionar como oficinas, salas de clases, áreas para el deporte y otras actividades que hoy se realizan en un mismo lugar”, dice.
Todo esto llevará a una oferta inmobiliaria más segmentada y acorde a las necesidades de sus diferentes usuarios: las casas hechas para albergar familias con niños serán muy diferentes a las que tengan solo adultos y mascotas, por ejemplo.
Otro cambio que avizora vendrá de la mano del auge del e-commerce, la costumbre de comprar en línea que hoy es casi una norma pero que muchos seguirán haciendo por la comodidad que representa. Ante esto, espera que los próximos proyectos destinen un espacio para las compras de sus residentes para almacenar sus pedidos sin que se vean expuestos a robos, daños o echarse a perder en la espera.
Fuente: La Tercera, Jueves 02 de Julio de 2020