DIARIO EL DÍA – A punto de iniciar su camino hacia su concreción, el proyecto de construcción de una planta desalinizadora por parte de la empresa sanitaria Aguas del Valle, está ya próximo a ingresar para su análisis y estudio en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
En efecto, desde la empresa han manifestado que el ingreso de la iniciativa al SEIA se hará en los próximos días y, de desarrollarse el proceso dentro de los márgenes de tiempo previamente planificados, se espera dar cuerpo a la que sería la primera gran planta de estas características en la Región de Coquimbo para consumo humano.
Y es que la crisis hídrica que hoy golpea a la zona, tiene puestas las miradas de diferentes actores políticos y económicos locales en las desaladoras, al ser éstas consideradas como una fuente segura de abastecimiento de agua potable para los habitantes de la región frente a la caída de las precipitaciones y la dramática disminución de los embalses y los cursos fluviales.
TRABAJO PREVIO
No obstante, como suele ser en estos proyectos de gran envergadura, los trabajos y estudios para dar forma al proyecto comenzaron años antes.
En efecto, fue entre 2018 y 2020 cuando la empresa sanitaria elaboró un estudio de prefactibilidad ambiental y social, con el cual se evaluaron las posibilidades de construcción de una desaladora en la zona.
Ese trabajo dio origen al Estudio de Impacto Ambiental del proyecto, cuya elaboración fue llevada a cabo entre 2021 y la primera parte del presente año, y es el documento, precisamente, que comenzará a revisar el SEIA próximamente.
“Hemos ido avanzando según lo planificado; realizamos la planificación y análisis preliminares, solicitamos la concesión marítima y desarrollamos los estudios ambientales, sociales y de ingeniería. Ya ejecutamos de forma voluntaria el proceso de participación ciudadana anticipada (PACA), donde se invitó a la comunidad que está dentro del área de influencia del proyecto”, manifestó Andrés Nazer, gerente de Aguas del Valle, quien indicó que se busca ante todo, la materialización de un proyecto sustentable.
En ese sentido, hace unos días el proceso de participación ciudadana anticipada llegó a su fin, y en los cuatro seminarios desarrollados, los asistentes pudieron conocer más detalles y plantear sus dudas e inquietudes al equipo de Aguas del Valle y los profesionales externos que apoyaron el desarrollo del Estudio de Impacto Ambiental.
DETALLES DE LA PLANTA
La futura desaladora, cuyo emplazamiento estará en el sector de El Panul, tendrá como fin abastecer la conurbación La Serena-Coquimbo para apoyar el consumo humano en ambas ciudades. Según el diseño del proyecto, que contempla la utilización del proceso de osmosis inversa para el tratamiento de las aguas, se prevé utilizar la planta sólo durante los periodos en que las fuentes naturales no sean capaces de sostener la demanda de agua potable.
Como parte de las instalaciones se contempla también, la construcción de 5 kilómetros de ducto para transportar el agua potable, más otros 2 kilómetros de tuberías para la captación del agua de mar y la descarga de la salmuera.
En sí, el proceso de desalinización contempla la captación, elevación y pre tratamiento del agua de mar, para posteriormente, y tras pasar por una bomba de alta presión, someterla a su purificación a través del proceso de osmosis inversa. Luego será llevada a un estanque de post tratamiento para, finalmente, almacenarla en dos puntos de alimentación para el suministro final de agua potable.
Cabe señalar que la desaladora producirá, en su primera fase, entre 200 y 600 litros por segundo, para llegar en un futuro a 1.200 litros por segundo. Y si bien, los habitantes de la capital regional y de la comuna-puerto serían los principales beneficiados, desde la empresa no descartan que de ser necesario, la desaladora podría abastecer de agua a otras localidades de la región.
Se espera que los beneficiarios con el suministro de agua potable lleguen a las 65 mil familias –al menos durante la primera fase de operación – en la conurbación.
Respecto a los plazos, se estima obtener el RCA el próximo año, para iniciar su construcción en 2024, y estar operando ya la planta, ojalá en 2026.
APOYO A LAS DESALADORAS
Entretanto, tras el viaje que diversas autoridades –incluyendo al gerente de Aguas del Valle, Andrés Nazer – realizaron a Antofagasta para conocer en terreno el funcionamiento de la plata desaladora de la sanitaria Aguas Antofagasta, los apoyos se multiplican para abordar rápidamente la construcción de este tipo de infraestructura en la región.
Desde el Consejo Regional, órgano que ha manifestado su apoyo a estas iniciativas, la presidenta de la comisión de Fomento Productivo, Tatiana Castillo, dijo que “ya se ha dicho mucho, se ha estudiado mucho también, y la región ya no puede seguir esperando. Ya nos sacamos todos los mitos y las dudas, probamos el agua que consume el 80% de la ciudad de Antofagasta, por lo tanto, hoy lo que se necesita es actuar”.
En esa misma línea, el consejero regional por Choapa, Darwin Ibacache, señaló que “tras derribar algunos mitos en este viaje, hoy pienso que la desaladora realmente es una alternativa válida para nuestra región. Por ejemplo, yo quería saber si esta agua se podía utilizar para agricultura y revisamos una experiencia local en la que comprobamos que sí se puede”.
Fuente: Diario El Día, Sábado 7 de Mayo de 2022