PAUTA – En su definición, el proyecto Paseo Cívico Metropolitano, Rediseño del eje Alameda-Providencia, adjudicado por un equipo de arquitectos conformado por Alejandra Bosch, Arturo Lyon, Danilo Martic, Clara Oloriz y Alfredo Ramírez, proponía “no solo renovar la avenida más emblemática de la capital de Chile, sino también transformarla en una experiencia urbana excepcional donde el espacio público, en vez de competir con los distintos sistemas de transporte, sea el que los define y reordena”.
El proyecto pretendía “articular los requerimientos de un sistema de transporte eficiente y, a la vez, concebir nuevamente un espacio fundamental para la vida cívica de Santiago, recuperando el carácter original de la Alameda de las Delicias de O’Higgins”. Ambicioso, y acorde a las reflexiones actuales que se hacen sobre movilidad y calidad de vida de Santiago, los trabajos se enfocarían en una recuperación histórica, infraestructural, paisajística y arquitectónica del eje, considerando de manera significativa el uso del agua, el arbolado y una restructuración de lo que ocurre en Plaza Baquedano.
“Trabajamos desde 2015 hasta comienzos de 2019 y logramos cosas bastante importantes, pero no el diseño de todo el eje. Hay partes que tuvieron un buen desarrollo y otras en que no se logró consenso entre las distintas instituciones. Hubo muchos cambios de lineamientos desde el sector de transportes que no permitieron terminar la última parte del proyecto, que pretendía dejar todos los planos para licitar y construir el tramo que va desde Estación Central hasta Pajaritos”, explicó Arturo Lyon en conversación con el programa Plaza Pauta, de Radio PAUTA.
Lyon se refiere al proyecto de desplazar la circulación de los buses. “Lo que se buscaba, mandatado por el Gobierno Regional y el Ministerio de Transportes, era cambiar los buses hacia la izquierda de la calle, porque hoy las veredas concentran muchas personas y paraderos, estos últimos con condiciones dramáticas, sin accesibilidad universal, no hay espacio para plantar árboles, ni tampoco para ciclovías. Por lo tanto, lo que se pretende era descongestionar las veredas para poder ubicar los paraderos en el parque central de la Alameda, en un diseño en conjunto con la ciudad y sus elementos existentes, como monumentos y árboles”.
Sí se avanzó en el nudo Pajaritos “con un mejoramiento del Parque Bueras, el mejoramiento general de todo el espacio urbano y del nudo vial de Pajaritos y de la Ruta 68, y el remate poniente de Alameda. Se avanzó también en el proyecto de ingeniería de detalle desde Pajaritos hasta Estación Central, hasta calle Bascuñán Guerrero, y en un proyecto de arborización muy potente con más de mil árboles y ciclovías”, detalla Lyon.
Otro de los avances del congelado proyecto Eje Alameda-Providencia fue el de los prediseños y diseños operativos del eje Pajaritos-Tobalaba que, en palabras de Lyon, “busca hacer más sustentables los medios de transporte”.
Y se trabajó en el sector de Plaza Baquedano, en distintas alternativas de diseño con participación ciudadana. Hasta ahí llegó un proceso cuyo tema -resolver qué se hace en esa zona- ha tomado especial relevancia desde el estallido social del 18 de octubre.
El proyecto ganador del equipo de Arturo Lyon proponía modificar este nudo vial. “Esta rotonda, que comienza como varios jardines donde la gente se paseaba, cuando a principios del siglo XX no había auto y eso funcionaba, hoy no funciona. Solo se puede llegar a la Plaza Baquedano infringiendo las normas del tránsito, ya que no hay por dónde cruzar. La conexión entre los parques es mala, las salidas del metro hacia Bellavista son malas y los monumentos han quedado sin lugar”, sostiene Lyon.
La propuesta consistía en “hacer una explanada de celebraciones que reconociera ese espacio como uno de congregación y de representación cívica, solo modificando el trazado de las calles y haciendo un desplazamiento leve de los monumentos”.
Revise la entrevista completa con Arturo Lyon en Plaza Pauta
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Fuente: Pauta, Domingo 20 de Septiembre de 2020
