LA TERCERA – En el ambiente ronda la sensación de que el repunte económico actual es solo cíclico y que no hay medidas que apunten al crecimiento tendencial. Desde el Ejecutivo señalan que realizarán una serie de medidas para “acallar” los reparos de quienes ya anticipan que este gobierno puede terminar sin avanzar en cambios profundos.
Probablemente el crecimiento del primer semestre de 2018 será el más alto desde 2012, alcanzando una expansión cercana a 5%. En materia de empleo, si bien la tasa de desempleo subió a 7,2% en el trimestre abril-junio, las horas trabajadas aumentaron y la creación de empleo asalariado subió, el cuenta propia moderó su alza. No obstante, los economistas y las encuestas se muestran cautas todavía sobre si la recuperación alcanzará a mejorar el crecimiento de tendencia.
Ante esta disyuntiva aparecen las interrogantes sobre cuáles son las reformas estructurales que el gobierno debe impulsar para que no solo administre el ciclo, sino que deje huella sobre el crecimiento tendencial.
Los economistas coinciden en que por el momento la actividad seguirá una senda alcista, ya que todavía hay “capacidad ociosa”, es decir, se debe cerrar la brecha de capacidad entre el crecimiento efectivo y potencial, por lo que no será extraño ver tasas de Imacec por sobre el tendencial de 3% que tiene hoy la economía, por ello, si no hay cambios estructurales el potencial se mantendrá en estos niveles.
Dada esta realidad, desde el Ejecutivo señalan que dentro del programa de gobierno sí se realizarán una serie de medidas para “acallar” las críticas de quienes ya anticipan que este gobierno puede terminar solo administrando el ciclo sin avanzar en cambios profundos. El ministerio encargado de liderar esta agenda es Hacienda. “El gobierno cuenta con una batería de proyectos en los que ya está avanzando para impulsar el crecimiento económico de mediano y largo plazo, estimulando la productividad, la inversión y la fuerza de trabajo”, afirman desde la cartera que dirige Felipe Larraín.
Además, añaden que desde la Mesa del Acuerdo de Desarrollo Integral saldrán más medidas de consenso y que también apuntarán a que la economía recupere su capacidad de invertir, crecer y crear empleos de calidad.
Dentro de lo que ya se conoce, la reforma tributaria o como el gobierno prefiere llamarle, la modernización tributaria, busca generar un sistema más simple, que junto con recaudar permita incentivar la inversión. “El proyecto de modernización tributaria busca establecer un sistema tributario moderno, simple y que entregue certezas a los contribuyentes y, por esa vía, será un factor determinante para la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleos”, aseguran en el gobierno. Este proyecto está prácticamente listo. De hecho, mañana se lanzará un sitio web para informar del proceso.
Uno de los focos donde también se quiere poner el acento es mejorar la productividad. Para ello, una de las primeras medidas que se impulsará será el KPI’s (Key Performance Indicators) transversal para todos los servicios públicos. El objetivo de este mecanismo es comparar la eficiencia con que operan los distintos servicios.
Otra de las reformas “estructurales” que el gobierno acelerará es la transformación digital del Estado, la cual se basa en una nueva legislación que obligará a toda la administración pública a tramitar documentos electrónicos, sin papeles, interoperando documentos y datos. “La operación será más eficiente y los usuarios no perderán tiempo”, indican desde el gobierno.
Infraestructura
Otra área importante para elevar el crecimiento potencial es lo que tiene en carpeta el Ministerio de Obras Públicas, el cual aportará al crecimiento estructural a través de su plan de inversiones de largo plazo. “Impulsaremos las inversiones en infraestructura logística e hídrica como cara visible del desarrollo”, señalan desde el ministerio.
En ese ámbito se está poniendo en marcha un plan de inversiones a través de concesiones de infraestructura, tanto en autopistas y aeropuertos, como en puertos, trenes, embalses, hospitales y otros rubros. Así, se prevén inversiones totales en obras públicas por cerca de US$ 20.000 millones en 2019-22, de las cuales al menos US$ 7.000 millones corres- ponderán a obras concesionadas. El objetivo del ministerio es lograr un crecimiento de la inversión en infraestructura para el 2019-2022 cercano a 9% al año. Esto supone un crecimiento de la inversión pública en infraestructura del 3,5% promedio por año y efectuar licitaciones anuales de proyectos por más de US$ 2.000 millones en los próximos cuatro años, tanto de autopistas, aeropuertos, hospitales, embalses y otras obras.
Impulso competitivo
El Ministerio de Economía también debe jugar un rol especial para elevar el PIB tendencial. Y dentro de su plan de trabajo, la agencia de grandes proyectos ha sido uno de los puntales del Ejecutivo para encauzar los proyectos de inversión y agilizarlos. A ello, como medida estructural, se sumarán las medidas que contendrá la agenda de reimpulso competitivo que promete desatar los nudos microeconómicos que entrampan el desarrollo de la inversión. Todo esto está en fase de evaluación. Y sus efectos en el crecimiento tendencial están por verse.
Fuente: La Tercera, Domingo 05 de agosto de 2018