MUNDO MARÍTIMO – El transporte marítimo tiene el potencial de aportar al crecimiento económico. No obstante, algunos países no están preparados para explotar esa capacidad. De acuerdo con la Organización Marítima Internacional (OMI), lo que les hace falta es una Política Nacional de Transporte Marítimo, que sea coherente y coordinada, y que los guíe en su planificación y proceso de toma de decisiones.
Una Política Nacional de Transporte Marítimo se centra en las necesidades de un país en términos de logística y servicios de suministro para hacer crecer su sector marítimo y portuario. Su propósito es fomentar el desarrollo económico y social de manera segura, asequible, accesible, eficaz y resiliente.
Tales políticas podrían abarcar asuntos como la seguridad marítima, prevención de la contaminación, protección medioambiental, gestión portuaria y expansión, ayudas estatales, normas que rijan el acceso a los mercados nacionales y el modo en que funcionan las administraciones marítimas.
La OMI explica que algunos de los posibles beneficios de implementar una política de este tipo son el crecimiento, creación de empleo, acceso al mercado, mejora del medio ambiente, disminución de la pobreza y fortalecimiento de las gobernanzas de los asuntos marítimos.
Al respecto, el jefe subrogante de la Subdivisión de Gestión y Coordinación de Programa, División de Cooperación Técnica de la OMI, Jonathan Pace, dice que “una Política Nacional de Transporte Marítimo bien estructurada e implementada, puede brindar a un país las herramientas que necesita para convertirse en un participante efectivo en el sector marítimo”.
Situación de las Políticas de Transporte Marítimo en Chile
En la actualidad, el 92% del comercio internacional en Chile es vía marítima. El país cuenta con 10 empresas marítimas, 13 terminales públicos, 14 terminales privados de uso público y 49 terminales privados de uso privado. Además, moviliza 150 millones de toneladas anuales, cuyo 25% se atribuye a los terminales públicos.
No obstante, según explicó Gonzalo Frigerio, del Departamento Marítimo, Fluvial y Lacustre del Ministerio de Transporte (MTT), en Chile “no tenemos una política coherente y coordinada de trasporte marítimo”.
En la actualidad el cabotaje chileno se rige por el marco legal de tres leyes: Ley de Navegación, Ley de Fomento de la Marina Mercante y Ley de Impuesto a la Renta. A esto se suma una Política Oceánica Nacional, que tiene como propósito validar el desarrollo marítimo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS). Sin embargo, expertos aseguran que eso no es suficiente.
Frigerio hizo un análisis respecto a las necesidades del país y manifestó que el desencuentro ocurre en los puertos y que en esa dirección se debe comenzar a diseñar políticas. “Ese ámbito es lo que hay que tratar de trabajar en Chile. Por ejemplo, no está clara la autoridad portuaria, hay distintos puertos que tienen leyes distintas. Ese es un problema mayor de coordinación (…) la definición de estas funciones dentro de los recintos portuarios.”, aseguró.
Igualmente, el director de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático de la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante de Chile (Directemar), Jorge Imhoff, explicó que es “necesario abordar el transporte marítimo con una visión integral y estratégica, siendo la formulación de una política holísticamente incluyente, la clave para avanzar”.
Asimismo, Jonathan Pace de la OMI, aseguró que una Política de Transporte Marítimo para Chile “es crucial para complementar la Política Oceánica Nacional y servir como un guía fundamental para que los gobiernos sucesivos puedan proporcionar una visión sostenible a largo plazo para el futuro del sector marítimo, y al mismo tiempo reflejar los amplios objetivos estratégicos económicos y sociales, las normas globales, así como también las políticas y estrategias regionales”.
La coordinadora de la Autoridad Marítima de Colombia (Dimar), Paula Pérez, manifestó que para avanzar Chile debe seguir el proceso de creación de una Política Nacional de Transporte Marítimo, el que comprende diversas etapas: Planificación, Comunicación, Notificación, Implantación, Supervisión, Cumplimiento y Vigilancia.
Además, aclaró que para que exista un desarrollo efectivo “es necesario contar con todos los actores sociales y económicos del país. Y la idea es que no sea para un gobierno, sino que trascienda en el tiempo”.
En tanto, la profesora de la Universidad Marítima Mundial (WMU), Laura Carballo, aclaró que Chile ya tiene una política implícita y que lo que ahora hace falta es “identificar los problemas concretos y ver cómo se pueden articular dentro de la política nacional”.
Desde Directemar aseguraron que prontamente se iniciará un trabajo de diseño y estrategia para las políticas chilenas de transporte marítimo, de forma que puedan dejarlas alineadas con los ODS.
Ver artículo
Fuente: Mundo Marítimo, Viernes 18 de Octubre de 2019
¿Qué son las Políticas de Transporte Marítimo y qué hace falta para que se concreten en Chile?
MUNDO MARÍTIMO – El transporte marítimo tiene el potencial de aportar al crecimiento económico. No obstante, algunos países no están preparados para explotar esa capacidad. De acuerdo con la Organización Marítima Internacional (OMI), lo que les hace falta es una Política Nacional de Transporte Marítimo, que sea coherente y coordinada, y que los guíe en su planificación y proceso de toma de decisiones.
Una Política Nacional de Transporte Marítimo se centra en las necesidades de un país en términos de logística y servicios de suministro para hacer crecer su sector marítimo y portuario. Su propósito es fomentar el desarrollo económico y social de manera segura, asequible, accesible, eficaz y resiliente.
Tales políticas podrían abarcar asuntos como la seguridad marítima, prevención de la contaminación, protección medioambiental, gestión portuaria y expansión, ayudas estatales, normas que rijan el acceso a los mercados nacionales y el modo en que funcionan las administraciones marítimas.
La OMI explica que algunos de los posibles beneficios de implementar una política de este tipo son el crecimiento, creación de empleo, acceso al mercado, mejora del medio ambiente, disminución de la pobreza y fortalecimiento de las gobernanzas de los asuntos marítimos.
Al respecto, el jefe subrogante de la Subdivisión de Gestión y Coordinación de Programa, División de Cooperación Técnica de la OMI, Jonathan Pace, dice que “una Política Nacional de Transporte Marítimo bien estructurada e implementada, puede brindar a un país las herramientas que necesita para convertirse en un participante efectivo en el sector marítimo”.
Situación de las Políticas de Transporte Marítimo en Chile
En la actualidad, el 92% del comercio internacional en Chile es vía marítima. El país cuenta con 10 empresas marítimas, 13 terminales públicos, 14 terminales privados de uso público y 49 terminales privados de uso privado. Además, moviliza 150 millones de toneladas anuales, cuyo 25% se atribuye a los terminales públicos.
No obstante, según explicó Gonzalo Frigerio, del Departamento Marítimo, Fluvial y Lacustre del Ministerio de Transporte (MTT), en Chile “no tenemos una política coherente y coordinada de trasporte marítimo”.
En la actualidad el cabotaje chileno se rige por el marco legal de tres leyes: Ley de Navegación, Ley de Fomento de la Marina Mercante y Ley de Impuesto a la Renta. A esto se suma una Política Oceánica Nacional, que tiene como propósito validar el desarrollo marítimo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS). Sin embargo, expertos aseguran que eso no es suficiente.
Frigerio hizo un análisis respecto a las necesidades del país y manifestó que el desencuentro ocurre en los puertos y que en esa dirección se debe comenzar a diseñar políticas. “Ese ámbito es lo que hay que tratar de trabajar en Chile. Por ejemplo, no está clara la autoridad portuaria, hay distintos puertos que tienen leyes distintas. Ese es un problema mayor de coordinación (…) la definición de estas funciones dentro de los recintos portuarios.”, aseguró.
Igualmente, el director de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático de la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante de Chile (Directemar), Jorge Imhoff, explicó que es “necesario abordar el transporte marítimo con una visión integral y estratégica, siendo la formulación de una política holísticamente incluyente, la clave para avanzar”.
Asimismo, Jonathan Pace de la OMI, aseguró que una Política de Transporte Marítimo para Chile “es crucial para complementar la Política Oceánica Nacional y servir como un guía fundamental para que los gobiernos sucesivos puedan proporcionar una visión sostenible a largo plazo para el futuro del sector marítimo, y al mismo tiempo reflejar los amplios objetivos estratégicos económicos y sociales, las normas globales, así como también las políticas y estrategias regionales”.
La coordinadora de la Autoridad Marítima de Colombia (Dimar), Paula Pérez, manifestó que para avanzar Chile debe seguir el proceso de creación de una Política Nacional de Transporte Marítimo, el que comprende diversas etapas: Planificación, Comunicación, Notificación, Implantación, Supervisión, Cumplimiento y Vigilancia.
Además, aclaró que para que exista un desarrollo efectivo “es necesario contar con todos los actores sociales y económicos del país. Y la idea es que no sea para un gobierno, sino que trascienda en el tiempo”.
En tanto, la profesora de la Universidad Marítima Mundial (WMU), Laura Carballo, aclaró que Chile ya tiene una política implícita y que lo que ahora hace falta es “identificar los problemas concretos y ver cómo se pueden articular dentro de la política nacional”.
Desde Directemar aseguraron que prontamente se iniciará un trabajo de diseño y estrategia para las políticas chilenas de transporte marítimo, de forma que puedan dejarlas alineadas con los ODS.
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Fuente: Mundo Marítimo, Viernes 18 de Octubre de 2019