Domingo, Diciembre 29, 2024

Las brechas de infraestructura e institucionalidad ambiental de los puertos chilenos con sus pares extranjeros

DIARIO FINANCIERO – Análisis realizado por el académico Pablo Gutiérrez de la Universidad de Valparaíso, comparó prácticas sostenibles de tres puertos internacionales con cuatro chilenos.

El estudio “Los puertos más sustentables a nivel mundial y comparativo con puertos chilenos” realizado por la Universidad de Valparaíso y que comparó prácticas sostenibles que involucran a la sociedad civil y empresas entre puertos de Estados Unidos y Europa con locales, concluyó que una de las principales brechas de los sistemas chilenos es la falta de una institucionalidad ambiental que tenga una mirada global.

La investigación a cargo del académico y experto en compliance ambiental, Pablo Gutiérrez, consideró los puertos de Los Ángeles, California; Vancouver, Canadá; Amberes, Bélgica y a nivel nacional incluye a San Antonio, Coquimbo, Cruz Grande, Dominga y Mejillones, los que fueron analizados desde el punto de vista de sus prácticas sostenibles y en tres indicadores: la presencia de un sistema de monitoreo de especies; de monitoreo y prevención de impacto de tráfico de embarcaciones; y un sistema de control de velocidad de navegación de embarcaciones.

El análisis determinó que los sistemas chilenos tienen una “insuficiencia” en la institucionalidad ambiental y en específico, en el Sistema de Evaluación Ambiental, que según Gutiérrez tiene una mirada “microscópica” y no global, como lo requeriría hoy el cambio climático.

“Al minuto en que vas articulando proyectos de distinta naturaleza, el espacio geográfico muchas veces es más extenso que la mirada que tiene la evaluación ambiental. Se pueden perder algunos elementos que son centrales, algunos que pueden ser perjuiciosos y otros beneficiosos”, señala el Gutiérrez.

Explica que el estándar internacional para tener un puerto sustentable requiere crear una gobernanza compartida sobre los ecosistemas entre el Estado y su institucionalidad ambiental, empresas y sociedad civil. Además, de mantener un monitoreo y vigilancia de los ecosistemas y componentes ambientales en los que estos proyectos operan.

“La infraestructura portuaria está en muchos aspectos al debe de este cambio cultural en relación de sostenibilidad y medioambiente, en términos de sus medidas operacionales”, dice Gutiérrrez.

Mejores prácticas

Entre las mejores prácticas internacionales se encuentran el New Green Deal del puerto de Los Ángeles, que vincula a la academia y la ciencia para avanzar en estas prácticas innovadoras y superar las normativas vigentes, y el Waze para ballenas del puerto de Vancouver para evitar coaliciones entre cetáceos y el transporte marítimo.

“Lo más interesante que fuimos descubriendo es lo que podríamos denominar una suerte de trato de la infraestructura portuaria con su entorno medioambiental. Es decir, cómo estos puertos se abren a las comunidades de entorno, hablamos básicamente de las personas, muchas hay caleta de pescadores o distintas actividades económicas cercanas geográficamente a los puertos”, explica Gutiérrez.

Entre los desafíos sostenibles que enfrentan los puertos nacionales, el académico apunta a la incorporación del medio ambiente en las operaciones, lo que “no es una cuestión sencilla pero es sumamente crucial”. Esto es cambiar la manera en que se relacionan con el entorno y la mirada estratégica medioambiental de ordenamiento territorial acerca de qué proyectos se instalan.

Gutiérrez señala que siguiendo la dinámica del New Greeb Deal de California para la protección adecuada del medio ambiente, hay dos prácticas que destaca de Chile, la alianza del Puerto Mejillones con la Fundación Gaviotín Chico.

“La Fundación del Gaviotín Chico, crea una instancia de estimulación público privada con base esencialmente científica para efectos de articular las acciones, la operación, las medidas operacionales de todos aquellos que pudieran impactar específicamente en esta especie que es muy delicada y que está en las orillas de playa donde anida y tiene su ecosistema”, señala Gutiérrez.

Ver artículo

Fuente: Diario Financiero, Miércoles 17 de Junio de 2021

DIARIO FINANCIERO – Análisis realizado por el académico Pablo Gutiérrez de la Universidad de Valparaíso, comparó prácticas sostenibles de tres puertos internacionales con cuatro chilenos.

El estudio “Los puertos más sustentables a nivel mundial y comparativo con puertos chilenos” realizado por la Universidad de Valparaíso y que comparó prácticas sostenibles que involucran a la sociedad civil y empresas entre puertos de Estados Unidos y Europa con locales, concluyó que una de las principales brechas de los sistemas chilenos es la falta de una institucionalidad ambiental que tenga una mirada global.

La investigación a cargo del académico y experto en compliance ambiental, Pablo Gutiérrez, consideró los puertos de Los Ángeles, California; Vancouver, Canadá; Amberes, Bélgica y a nivel nacional incluye a San Antonio, Coquimbo, Cruz Grande, Dominga y Mejillones, los que fueron analizados desde el punto de vista de sus prácticas sostenibles y en tres indicadores: la presencia de un sistema de monitoreo de especies; de monitoreo y prevención de impacto de tráfico de embarcaciones; y un sistema de control de velocidad de navegación de embarcaciones.

El análisis determinó que los sistemas chilenos tienen una “insuficiencia” en la institucionalidad ambiental y en específico, en el Sistema de Evaluación Ambiental, que según Gutiérrez tiene una mirada “microscópica” y no global, como lo requeriría hoy el cambio climático.

“Al minuto en que vas articulando proyectos de distinta naturaleza, el espacio geográfico muchas veces es más extenso que la mirada que tiene la evaluación ambiental. Se pueden perder algunos elementos que son centrales, algunos que pueden ser perjuiciosos y otros beneficiosos”, señala el Gutiérrez.

Explica que el estándar internacional para tener un puerto sustentable requiere crear una gobernanza compartida sobre los ecosistemas entre el Estado y su institucionalidad ambiental, empresas y sociedad civil. Además, de mantener un monitoreo y vigilancia de los ecosistemas y componentes ambientales en los que estos proyectos operan.

“La infraestructura portuaria está en muchos aspectos al debe de este cambio cultural en relación de sostenibilidad y medioambiente, en términos de sus medidas operacionales”, dice Gutiérrrez.

Mejores prácticas

Entre las mejores prácticas internacionales se encuentran el New Green Deal del puerto de Los Ángeles, que vincula a la academia y la ciencia para avanzar en estas prácticas innovadoras y superar las normativas vigentes, y el Waze para ballenas del puerto de Vancouver para evitar coaliciones entre cetáceos y el transporte marítimo.

“Lo más interesante que fuimos descubriendo es lo que podríamos denominar una suerte de trato de la infraestructura portuaria con su entorno medioambiental. Es decir, cómo estos puertos se abren a las comunidades de entorno, hablamos básicamente de las personas, muchas hay caleta de pescadores o distintas actividades económicas cercanas geográficamente a los puertos”, explica Gutiérrez.

Entre los desafíos sostenibles que enfrentan los puertos nacionales, el académico apunta a la incorporación del medio ambiente en las operaciones, lo que “no es una cuestión sencilla pero es sumamente crucial”. Esto es cambiar la manera en que se relacionan con el entorno y la mirada estratégica medioambiental de ordenamiento territorial acerca de qué proyectos se instalan.

Gutiérrez señala que siguiendo la dinámica del New Greeb Deal de California para la protección adecuada del medio ambiente, hay dos prácticas que destaca de Chile, la alianza del Puerto Mejillones con la Fundación Gaviotín Chico.

“La Fundación del Gaviotín Chico, crea una instancia de estimulación público privada con base esencialmente científica para efectos de articular las acciones, la operación, las medidas operacionales de todos aquellos que pudieran impactar específicamente en esta especie que es muy delicada y que está en las orillas de playa donde anida y tiene su ecosistema”, señala Gutiérrez.

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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 17 de Junio de 2021

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