Viernes, Noviembre 22, 2024

La radiografía del agua, ¿por qué debemos cambiar el rumbo?

PORTAL MINERO – Es fácil y políticamente correcto hablar del agua como la fuente de vida de los ecosistemas y como sustento del desarrollo humano en todas sus aristas. Nos han enseñado desde pequeños el ciclo del agua y su importancia para el planeta, sin que esto sea suficiente para comprender, a cabalidad, que debemos relacionarnos de una manera distinta con ella y poner manos a la obra ante un escenario poco alentador, invisible y transparente…como lo ha sido hasta ahora el agua.

Obviamente, no podemos dejar de lado la importancia histórica del agua para la humanidad, como base para entender su presente. Ya en la antigua Grecia, el filósofo Tales de Mileto decía que el agua representaba el “arjé”, la “fuente” o “principio” de todo, y consecutivamente después es que todas las civilizaciones entendieron la importancia que tenía el agua para poder asegurar la supervivencia de la especie. Es por ello que todas las tribus ubicaron sus asentamientos cercanos a zonas geográficas con abundancia de agua, donde los ríos aportaban agua para el riego, para el consumo y como vía de comunicación, permitiendo también el avance e innovación a través de las grandes infraestructuras que, hasta el día de hoy, seguimos utilizando.La civilización ha prosperado históricamente alrededor del agua.

Pero como todas las monedas, la historia del agua tiene dos caras.El ingeniero hidrólogo Fernández Jáuregui -experto de Naciones Unidas- afirma sobre el tema: “El acceso al agua se ha convertido desde la más remota antigüedad en una fuente de poder o en la manzana de la discordia que ha originado grandes conflictos”, frase que cobra más fuerza debido a la situación actual del recurso hídrico en el mundo.

Actualmente, los efectos del cambio climático y la utilización que hace el ser humano del agua ha conducido a la contaminación y sequía de ríos, lagos y capas freáticas. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en inglés), para el año 2025, las extracciones de agua se incrementarán en un 50% en los países en vías de desarrollo y un 18% en los desarrollados. Se calcula que para el año 2025, el 70% de la población mundial no tendrá acceso a agua suficiente. Sólo en el último siglo, se han perdido más del 50% de los humedales (ríos, lagos y otras áreas inundadas) del mundo. Esta exagerada extracción de agua provocará el deterioro o destrucción completa de los ecosistemas terrestres, de agua dulce y costeros, absolutamente esenciales para la existencia de vida en la tierra.

Como respuesta a este escenario, la “apropiación del agua” ha profundizado su reparto desigual, convirtiéndola en un bien muy preciado y, como tal, en objeto de deseo de una pugna por hacerse de su control.

En Chile, la situación de los recursos hídricos no se escapa de la tendencia mundial. Numerosas iniciativas en torno al agua han ido avanzando en distintos temas para enfrentar los desafíos del futuro en materia hídrica. En este contexto, nace Escenarios Hídricos 2030 con el objetivo de construir colectivamente diferentes escenarios hídricos al 2030 y2050, que contribuyan a dar seguridad y sustentabilidad al recurso hídrico, como aporte a la discusión nacional y la formulación de políticas hídricas en la materia, identificando los riesgos y oportunidades para los diferentes sectores y movilizando la implementación de soluciones sistémicas concretas que resulten efectivas, coordinadas y costo eficientes.

Recientemente, Escenarios Hídricos 2030 presentó su primera publicación “Radiografía del agua: Brecha y Riesgo Hídrico en Chile”, que muestra la situación del recurso hídrico en Chile y las tendencias de su uso para tomar decisiones estratégicas, priorizar los territorios con mayor criticidad con un sentido de urgencia y alertar a los sectores productivos sobre factores críticos que pueden poner en riesgo su sustentabilidad.

Dentro de los principales resultados está el descenso de precipitaciones e incremento de temperatura en todo el país lo que se traduce en mayor requerimiento de agua en toda la cobertura vegetal donde las áreas más críticas están entre la zona centro y sur del país con énfasis en las zonas costeras. Se manifiesta una tendencia significativa de descenso de niveles de acuíferos en la mayoría de los pozos estudiados y un incremento de desastres por aluviones en el siglo 21. Existen limitaciones de información sobre las aguas subterráneas en la región de Antofagasta y toda la zona sur y austral de Chile. Los sectores más afectados por el déficit hídrico serían la agricultura, silvícola e hidroelectricidad.

En el caso de la minería, si bien se lograría suplir la demanda de agua en las diferentes cuencas hidrográficas, la competencia por el recurso con otros sectores pondría en riesgo la disponibilidad de agua de esta industria. Las cuencas donde esta situación se presenta en forma más clara serían, en orden decreciente, río Los Choros, río Salado y río Copiapó. De ellas, río Los Choros y Copiapó también son críticas para la actividad agrícola.

El análisis también concluyó que de las 25 cuencas analizadas, nueve presentan una brecha hídrica alta, donde existe una fuerte presión sobre el recurso hídrico y cuya baja disponibilidad de agua es un factor limitante del desarrollo económico.Seis, presentan una brecha hídrica media que denota zonas donde existe presión sobre el recurso hídrico siendo necesario el ordenamiento de la oferta y la demanda, asignar prioridades de uso, prestar atención a los ecosistemas acuáticos y mejorar la eficiencia hídrica. La mayoría de éstas en zonas donde hoy se emplaza la actividad minera.

La importancia de estos resultados, más detallados en la publicación, resultan importantes ya que evidencian por una parte, la falla del modelo de gestión actual y la incapacidad de responder frente al nuevo escenario de cambio climático y por otro lado, la necesidad de generar lo antes posible un punto de inflexión donde cambiemos la manera de relacionarnos e intervenir el recurso hídrico. Las nuevas condiciones hacen necesario un cambio en el paradigma actual que es posible como lo demuestran experiencias internacionales. Países líderes en la temática como por ejemplo: Israel, Singapur, Australia y Holanda llegaron a niveles críticos y lograron revertir la situación adoptando medidas urgentes e integrales.

La idea de todo el trabajo que se está desarrollando en la iniciativa Escenarios Hídricos 2030 es movilizar a los sectores para que actúen demanera coordinada en mecanismos que permitan dar seguridad y sustentabilidad al recurso hídrico, aportando al debate, homologando información y buscando las soluciones multipropósito que resuelvan la problemática y aseguren el desarrollo futuro del país. La minería, en este contexto, puede ser un referente por sus capacidades económicas,de capital humano y técnico.

Sólo así, integrando miradas y adoptando un espíritu de colaboración entre los distintos usuarios, podremos comenzar a tener una relación distinta con el agua, asegurando su disponibilidad futuray cambiando su actual rumbo, para que su cauce vuelva a otorgar los servicios adecuados para todos , que la necesitamos para sobrevivir.

Debora Gomberoff Selowsky, Iniciativa Escenarios Hídricos Fundación Chile

Ver artículo

Fuente: Portal Minero, Lunes 23 de abril de 2018

PORTAL MINERO – Es fácil y políticamente correcto hablar del agua como la fuente de vida de los ecosistemas y como sustento del desarrollo humano en todas sus aristas. Nos han enseñado desde pequeños el ciclo del agua y su importancia para el planeta, sin que esto sea suficiente para comprender, a cabalidad, que debemos relacionarnos de una manera distinta con ella y poner manos a la obra ante un escenario poco alentador, invisible y transparente…como lo ha sido hasta ahora el agua.

Obviamente, no podemos dejar de lado la importancia histórica del agua para la humanidad, como base para entender su presente. Ya en la antigua Grecia, el filósofo Tales de Mileto decía que el agua representaba el “arjé”, la “fuente” o “principio” de todo, y consecutivamente después es que todas las civilizaciones entendieron la importancia que tenía el agua para poder asegurar la supervivencia de la especie. Es por ello que todas las tribus ubicaron sus asentamientos cercanos a zonas geográficas con abundancia de agua, donde los ríos aportaban agua para el riego, para el consumo y como vía de comunicación, permitiendo también el avance e innovación a través de las grandes infraestructuras que, hasta el día de hoy, seguimos utilizando.La civilización ha prosperado históricamente alrededor del agua.

Pero como todas las monedas, la historia del agua tiene dos caras.El ingeniero hidrólogo Fernández Jáuregui -experto de Naciones Unidas- afirma sobre el tema: “El acceso al agua se ha convertido desde la más remota antigüedad en una fuente de poder o en la manzana de la discordia que ha originado grandes conflictos”, frase que cobra más fuerza debido a la situación actual del recurso hídrico en el mundo.

Actualmente, los efectos del cambio climático y la utilización que hace el ser humano del agua ha conducido a la contaminación y sequía de ríos, lagos y capas freáticas. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en inglés), para el año 2025, las extracciones de agua se incrementarán en un 50% en los países en vías de desarrollo y un 18% en los desarrollados. Se calcula que para el año 2025, el 70% de la población mundial no tendrá acceso a agua suficiente. Sólo en el último siglo, se han perdido más del 50% de los humedales (ríos, lagos y otras áreas inundadas) del mundo. Esta exagerada extracción de agua provocará el deterioro o destrucción completa de los ecosistemas terrestres, de agua dulce y costeros, absolutamente esenciales para la existencia de vida en la tierra.

Como respuesta a este escenario, la “apropiación del agua” ha profundizado su reparto desigual, convirtiéndola en un bien muy preciado y, como tal, en objeto de deseo de una pugna por hacerse de su control.

En Chile, la situación de los recursos hídricos no se escapa de la tendencia mundial. Numerosas iniciativas en torno al agua han ido avanzando en distintos temas para enfrentar los desafíos del futuro en materia hídrica. En este contexto, nace Escenarios Hídricos 2030 con el objetivo de construir colectivamente diferentes escenarios hídricos al 2030 y2050, que contribuyan a dar seguridad y sustentabilidad al recurso hídrico, como aporte a la discusión nacional y la formulación de políticas hídricas en la materia, identificando los riesgos y oportunidades para los diferentes sectores y movilizando la implementación de soluciones sistémicas concretas que resulten efectivas, coordinadas y costo eficientes.

Recientemente, Escenarios Hídricos 2030 presentó su primera publicación “Radiografía del agua: Brecha y Riesgo Hídrico en Chile”, que muestra la situación del recurso hídrico en Chile y las tendencias de su uso para tomar decisiones estratégicas, priorizar los territorios con mayor criticidad con un sentido de urgencia y alertar a los sectores productivos sobre factores críticos que pueden poner en riesgo su sustentabilidad.

Dentro de los principales resultados está el descenso de precipitaciones e incremento de temperatura en todo el país lo que se traduce en mayor requerimiento de agua en toda la cobertura vegetal donde las áreas más críticas están entre la zona centro y sur del país con énfasis en las zonas costeras. Se manifiesta una tendencia significativa de descenso de niveles de acuíferos en la mayoría de los pozos estudiados y un incremento de desastres por aluviones en el siglo 21. Existen limitaciones de información sobre las aguas subterráneas en la región de Antofagasta y toda la zona sur y austral de Chile. Los sectores más afectados por el déficit hídrico serían la agricultura, silvícola e hidroelectricidad.

En el caso de la minería, si bien se lograría suplir la demanda de agua en las diferentes cuencas hidrográficas, la competencia por el recurso con otros sectores pondría en riesgo la disponibilidad de agua de esta industria. Las cuencas donde esta situación se presenta en forma más clara serían, en orden decreciente, río Los Choros, río Salado y río Copiapó. De ellas, río Los Choros y Copiapó también son críticas para la actividad agrícola.

El análisis también concluyó que de las 25 cuencas analizadas, nueve presentan una brecha hídrica alta, donde existe una fuerte presión sobre el recurso hídrico y cuya baja disponibilidad de agua es un factor limitante del desarrollo económico.Seis, presentan una brecha hídrica media que denota zonas donde existe presión sobre el recurso hídrico siendo necesario el ordenamiento de la oferta y la demanda, asignar prioridades de uso, prestar atención a los ecosistemas acuáticos y mejorar la eficiencia hídrica. La mayoría de éstas en zonas donde hoy se emplaza la actividad minera.

La importancia de estos resultados, más detallados en la publicación, resultan importantes ya que evidencian por una parte, la falla del modelo de gestión actual y la incapacidad de responder frente al nuevo escenario de cambio climático y por otro lado, la necesidad de generar lo antes posible un punto de inflexión donde cambiemos la manera de relacionarnos e intervenir el recurso hídrico. Las nuevas condiciones hacen necesario un cambio en el paradigma actual que es posible como lo demuestran experiencias internacionales. Países líderes en la temática como por ejemplo: Israel, Singapur, Australia y Holanda llegaron a niveles críticos y lograron revertir la situación adoptando medidas urgentes e integrales.

La idea de todo el trabajo que se está desarrollando en la iniciativa Escenarios Hídricos 2030 es movilizar a los sectores para que actúen demanera coordinada en mecanismos que permitan dar seguridad y sustentabilidad al recurso hídrico, aportando al debate, homologando información y buscando las soluciones multipropósito que resuelvan la problemática y aseguren el desarrollo futuro del país. La minería, en este contexto, puede ser un referente por sus capacidades económicas,de capital humano y técnico.

Sólo así, integrando miradas y adoptando un espíritu de colaboración entre los distintos usuarios, podremos comenzar a tener una relación distinta con el agua, asegurando su disponibilidad futuray cambiando su actual rumbo, para que su cauce vuelva a otorgar los servicios adecuados para todos , que la necesitamos para sobrevivir.

Debora Gomberoff Selowsky, Iniciativa Escenarios Hídricos Fundación Chile

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Fuente: Portal Minero, Lunes 23 de abril de 2018

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