EL ECONOMISTA AMÉRICA – Hoy la industria del turismo se encuentra en un momento importante para tomar decisiones de cara al futuro del rubro. La crisis argentina y uno de sus efectos más visibles como lo es la depreciación de su moneda frente al dólar, hizo que el primer objetivo de los trasandinos que viajan a Chile -las compras- ya no sea tan atractivo como en años anteriores. Las cifras hablan de una caída de más de 750 mil turistas provenientes de dicho país. Caída que se evidencia en los indicadores, como por ejemplo, del 20% en las compras realizadas con tarjetas bancarias extranjeras (según informe del Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC).
Si bien este tipo de dificultades, afirma Gustavo Aizen, gerente general InterContinental Santiago Hotel, pueden darse en una economía abierta y dinámica, debemos estar atentos para tomar las medidas necesarias para enfrentar esta problemática y transformarla en una oportunidad clara de desarrollo para el sector turismo.
Nuestro objetivo actual es, sin duda, mantener el compromiso del gremio orientado a atraer cada temporada a un mayor número de turistas, a través de la entrega de una serie de productos atractivos, actuales y por sobre todo, brindando un servicio de calidad que supere las expectativas del turista. La experiencia nos enseña que cuando un segmento de la demanda cae, debemos en primera instancia, reforzar las estrategias sobre aquellos otros que se encuentran activos y con potencial de desarrollo, que en este caso podría ser el segmento corporativo local e internacional tanto en individuales como en grupos, por decir algún ejemplo.
Brasil, Europa, Estados Unidos y China, son algunos de los mercados que poseen un potencial de crecimiento para nuestra actividad, señala el ejecutivo. Tenemos una geografía que nos permite contar con polos de atracción únicos, y no por nada en la mayoría de ellos, nuestro país ha sido reconocido como mejor destino turístico. Sumado a ello, importantes inversiones en materia de infraestructura y servicios están en etapa de ejecución o proyecto.
Existen, continúa Aizen, diversas iniciativas en curso, como la ampliación de la oferta hotelera y gastronómica -ya no solo en Santiago- sino también en regiones, como son los desarrollos en Atacama, Rapa Nui, Puerto Natales, Colchagua y Maule, solo por mencionar algunos. También avanza la ampliación del aeropuerto de Santiago con medidas paralelas de reducción de tasas de embarque, al que se suman proyectos de envergadura como el mejoramiento de accesos a los centros de ski, el puerto para grandes cruceros y la renovación del casco céntrico de Valparaíso sumado al tren rápido a Valparaíso/Viña -los que de concretarse- completarán un panorama muy alentador para el fomento del turismo interno y externo.
Pero esto es tarea de todos, no de un sector u otro. Es un tema país, donde tanto el ámbito privado como el público deben trabajar objetivos en conjunto para alcanzar resultados -con casos de éxito en otros países- que pueden redituar importantes beneficios para una industria que directa e indirectamente nutre a miles de personas.
Fuente: El Economista América, Miércoles 26 de septiembre de 2018