PULSO – El escenario para la industria agrícola, eléctrica y sanitaria tuvo un vuelco en las últimas semanas luego de las lluvias que precipitaron a lo largo del país. La sequía que se ha vivido en los últimos años tendrá un respiro en los próximos meses para los sectores mencionados. Sin embargo, esta no ha terminado y está lejos de desaparecer.
El mundo agrícola proyecta aumento de producción y creación de empleos
Es la industria que más cuentas alegres puede sacar con las lluvias de las últimas semanas. Esto, pues ayuda a reducir el déficit hídrico que vienen sufriendo desde hace años, que es clave para la temporada de riego.
“Esto ha sido una gran noticia, especialmente para la agricultura. Veníamos de un ciclo de 15 años de déficit de precipitaciones enorme. El año pasado fue el más crítico y para la agricultura fue durísimo. Entonces este quiebre de clima ha permitido que en prácticamente en todas las comunas rurales tengamos entre 3 a 4 veces más precipitaciones que todo el año anterior”, señaló el ministro de Agricultura, Antonio Walker. Agregó que esto además ayuda en abastecer la cadena de abastecimiento, a ver con esperanza la próxima cosecha y a que los precios se mantengan estableces y competitivos. “Esto también ayuda a la mejor producción de alimentos y generación de empleo”, dijo Walker.
Así también, el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía, indicó que este escenario permite tener una visión más optimista para la próxima temporada agrícola, ya que los registros de aumentos importante de acumulación de nieve debieran dar mayor seguridad para el riego y, volver a cultivar suelos que se habían dejado de lado, y que las plantas y sus frutos expresen todo su potencial.
Sin embargo, agregó que “si bien las precipitaciones ayudan a aminorar el impacto de la sequía norevierten el complejo panorama”.
Mayor generación hidroeléctrica ayudará a bajar los costos operativos
En los últimos años, la matriz eléctrica ha estado enfocada en impulsar las energías renovables, especialmente solar y eólica. Aún así, la hidroelectricidad sigue siendo la principal fuente limpia del país y pese a que hace algunos años representaba cerca del 80% de la generación y ahora el 25%, la llegada de intensas lluvias es un aporte positivo.
“En el corto plazo, la energía hidráulica ha desplazado a la generación termoeléctrica que opera a costos mayores, lo que ha disminuido el costo marginal del sistema en forma importante. Este costo es el que transa el mercado mayorista, por lo que no afecta a los clientes finales”, sostuvo el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet. Agregó que en el mediano plazo, la acumulación de agua y nieve permitirá tener precios bajos en período de primavera y verano.
En esa misma línea, el director de Estudios y Contenidos de Generadoras de Chile, Rodrigo Solís, manifestó que la disponibilidad de agua en los embalses puede ser una importante fuente de flexibilidad para la operación del sistema, lo que podría evitar algunas horas de alto costo.
Sin embargo, ambos coinciden que comparando la situación actual con la de un año normal, no se ve un cambio considerable en el escenario general, en que los embalses más relevantes del sistema todavía se encuentran en bajos niveles de agua acumulada.
“Hay que tener en cuenta que se tienen casi 10 años con escenarios hidrológicos más bien secos, lo que no ha permitido que los embalses recuperen sus niveles”, sinceró Jobet.
Mejora el abastecimiento de agua potable en el corto plazo
La industria sanitaria ha venido trabajando hace 10 años para hacer frente a una disponibilidad del recurso cada vez menor. Este invierno se preveía seco y las empresas están actuando bajo esa premisa.
Sin embargo, las lluvias de las últimas semanas se valoraron en el sector sanitario. “Las lluvias de junio y principios de julio son muy bienvenidas. Estas han sido un respiro después de un período extremadamente largo sin lluvia, que había significado tener los embalses en un nivel muy bajo y prácticamente no tener nieve en la cordillera”, sostuvo el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno.
Una mirada similar fue la de la presidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), Jessica López, quien también valoró las lluvias recientes. “Este mes ha traído noticias inesperadas y positivas en materia de lluvias, ya que el agua caída hasta ahora, en particular en la Región Metropolitana, mejora en alguna medida la perspectiva del abastecimiento de agua potable para el futuro cercano”, dijo. Sin embargo, agregó que las evidencias científicas indican que en Chile la sequía, que ya se extiende por más de una década, no ha terminado en lo absoluto.
Si bien hasta ahora ha llovido más que el año pasado, ambas entidades coinciden que las precipitaciones continúan bajo los promedios históricos. Según la DGA, en la zona central más del 80% de las estaciones pluviométricas registran déficit a julio.
Fuente: Pulso, Domingo 12 de Julio de 2020
La lluvia asoma como aliada para la reactivación después de la pandemia
PULSO – El escenario para la industria agrícola, eléctrica y sanitaria tuvo un vuelco en las últimas semanas luego de las lluvias que precipitaron a lo largo del país. La sequía que se ha vivido en los últimos años tendrá un respiro en los próximos meses para los sectores mencionados. Sin embargo, esta no ha terminado y está lejos de desaparecer.
El mundo agrícola proyecta aumento de producción y creación de empleos
Es la industria que más cuentas alegres puede sacar con las lluvias de las últimas semanas. Esto, pues ayuda a reducir el déficit hídrico que vienen sufriendo desde hace años, que es clave para la temporada de riego.
“Esto ha sido una gran noticia, especialmente para la agricultura. Veníamos de un ciclo de 15 años de déficit de precipitaciones enorme. El año pasado fue el más crítico y para la agricultura fue durísimo. Entonces este quiebre de clima ha permitido que en prácticamente en todas las comunas rurales tengamos entre 3 a 4 veces más precipitaciones que todo el año anterior”, señaló el ministro de Agricultura, Antonio Walker. Agregó que esto además ayuda en abastecer la cadena de abastecimiento, a ver con esperanza la próxima cosecha y a que los precios se mantengan estableces y competitivos. “Esto también ayuda a la mejor producción de alimentos y generación de empleo”, dijo Walker.
Así también, el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía, indicó que este escenario permite tener una visión más optimista para la próxima temporada agrícola, ya que los registros de aumentos importante de acumulación de nieve debieran dar mayor seguridad para el riego y, volver a cultivar suelos que se habían dejado de lado, y que las plantas y sus frutos expresen todo su potencial.
Sin embargo, agregó que “si bien las precipitaciones ayudan a aminorar el impacto de la sequía norevierten el complejo panorama”.
Mayor generación hidroeléctrica ayudará a bajar los costos operativos
En los últimos años, la matriz eléctrica ha estado enfocada en impulsar las energías renovables, especialmente solar y eólica. Aún así, la hidroelectricidad sigue siendo la principal fuente limpia del país y pese a que hace algunos años representaba cerca del 80% de la generación y ahora el 25%, la llegada de intensas lluvias es un aporte positivo.
“En el corto plazo, la energía hidráulica ha desplazado a la generación termoeléctrica que opera a costos mayores, lo que ha disminuido el costo marginal del sistema en forma importante. Este costo es el que transa el mercado mayorista, por lo que no afecta a los clientes finales”, sostuvo el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet. Agregó que en el mediano plazo, la acumulación de agua y nieve permitirá tener precios bajos en período de primavera y verano.
En esa misma línea, el director de Estudios y Contenidos de Generadoras de Chile, Rodrigo Solís, manifestó que la disponibilidad de agua en los embalses puede ser una importante fuente de flexibilidad para la operación del sistema, lo que podría evitar algunas horas de alto costo.
Sin embargo, ambos coinciden que comparando la situación actual con la de un año normal, no se ve un cambio considerable en el escenario general, en que los embalses más relevantes del sistema todavía se encuentran en bajos niveles de agua acumulada.
“Hay que tener en cuenta que se tienen casi 10 años con escenarios hidrológicos más bien secos, lo que no ha permitido que los embalses recuperen sus niveles”, sinceró Jobet.
Mejora el abastecimiento de agua potable en el corto plazo
La industria sanitaria ha venido trabajando hace 10 años para hacer frente a una disponibilidad del recurso cada vez menor. Este invierno se preveía seco y las empresas están actuando bajo esa premisa.
Sin embargo, las lluvias de las últimas semanas se valoraron en el sector sanitario. “Las lluvias de junio y principios de julio son muy bienvenidas. Estas han sido un respiro después de un período extremadamente largo sin lluvia, que había significado tener los embalses en un nivel muy bajo y prácticamente no tener nieve en la cordillera”, sostuvo el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno.
Una mirada similar fue la de la presidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), Jessica López, quien también valoró las lluvias recientes. “Este mes ha traído noticias inesperadas y positivas en materia de lluvias, ya que el agua caída hasta ahora, en particular en la Región Metropolitana, mejora en alguna medida la perspectiva del abastecimiento de agua potable para el futuro cercano”, dijo. Sin embargo, agregó que las evidencias científicas indican que en Chile la sequía, que ya se extiende por más de una década, no ha terminado en lo absoluto.
Si bien hasta ahora ha llovido más que el año pasado, ambas entidades coinciden que las precipitaciones continúan bajo los promedios históricos. Según la DGA, en la zona central más del 80% de las estaciones pluviométricas registran déficit a julio.
Fuente: Pulso, Domingo 12 de Julio de 2020