Viernes, Diciembre 27, 2024

La competencia regional que espera al megapuerto de San Antonio

LA SEGUNDA – El megapuerto anunciado la semana pasada para San Antonio y que entrará en operaciones en 2030 lo hará competir fuertemente con dos grandes terminales de carga que también están desarrollando millonarias inversiones en la región: Callao, en Perú, y Buenaventura, en Colombia. Estos puertos, tienen en común la conexión directa de Sudamérica con Asia-Pacífico, el principal mercado exportador del mundo.

Actualmente, el puerto peruano de Callao es el principal terminal de ese país y uno de los más importantes de la región. Con una capacidad de 9,5 millones de TEUS (equivalente a un contenedor de 20 pies), mueve cerca de 2 millones anuales que son cubiertos por sus dos principales operadores: la árabe Dubai Port World y la holandesa APM Terminals. Ambas empresas han realizado inversiones por unos US$ 1.500 millones.

La última concesión otorgada en el puerto limeño fue en 2011 para APM Terminals por 30 años. En su propuesta la holandesa comprometió un plan de inversiones por US$ 750 millones en los próximos 10 años. La meta de la compañía fue transformar al Callao en el principal puerto de la región.

En el caso de Colombia, con la reciente ampliación del puerto de Buenaventura en 2016 y con una inversión superior a los US$ 650 millones, pactada en la concesión de 20 años, éste puede almacenar 14 millones de TEUS, destacando como uno de los terminales portuarios de mayor capacidad en la región y con opciones de ruta más cercanas, como el Canal de Panamá.

Al mando está la Sociedad Puerto Industrial Aguadulce, en que participa la filipina Internacional Container Terminal Services y la indonesia PSA. Ambas empresas tienen en su conjunto la administración de más de 70 puertos en distintos continentes.

En el caso de San Antonio, el anuncio realizado por la Presidenta Michelle Bachelet la semana pasada considera una inversión de US$ 3.300 millones para triplicar la capacidad actual del puerto. Así, pasará de 3 millones de TEUS a 9 millones. En la actualidad, el terminal de la Quinta Región mueve sólo alrededor de 1,3 millones de TEUS, según datos recientes de la Cepal.

Interés extranjero

Triplicar su capacidad actual es el principal atractivo que despierta entre grande inversionistas extranjeros la licitación del megapuerto chileno. Sobre todo, considerando que aún está en suspenso la eventual participación de los dos operadores actuales del puerto de la Quinta Región -Matte a través de Puerto Central y Luksic con STI-, que es una de las material que debe zanjar el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.

Sobre este tema, el ex ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar cree que “no hay problemas con que otras empresas fuera del país participen del proceso” y agrega la necesidad de que una agencia estatal coordine la interacción entre el puerto y la infraestructura vial que implica el proyecto.

En todo caso, el ex ministro de Transportes y Telecomunicaciones Pedro Pablo Errázuriz cree que no se debería descartar a los operadores nacionales, ya que son “empresas experimentadas”, siempre que se acredite la no existencia de posiciones monopólicas.

Ver artículo

Fuente: La Segunda, Martes 23 de enero de 2018

LA SEGUNDA – El megapuerto anunciado la semana pasada para San Antonio y que entrará en operaciones en 2030 lo hará competir fuertemente con dos grandes terminales de carga que también están desarrollando millonarias inversiones en la región: Callao, en Perú, y Buenaventura, en Colombia. Estos puertos, tienen en común la conexión directa de Sudamérica con Asia-Pacífico, el principal mercado exportador del mundo.

Actualmente, el puerto peruano de Callao es el principal terminal de ese país y uno de los más importantes de la región. Con una capacidad de 9,5 millones de TEUS (equivalente a un contenedor de 20 pies), mueve cerca de 2 millones anuales que son cubiertos por sus dos principales operadores: la árabe Dubai Port World y la holandesa APM Terminals. Ambas empresas han realizado inversiones por unos US$ 1.500 millones.

La última concesión otorgada en el puerto limeño fue en 2011 para APM Terminals por 30 años. En su propuesta la holandesa comprometió un plan de inversiones por US$ 750 millones en los próximos 10 años. La meta de la compañía fue transformar al Callao en el principal puerto de la región.

En el caso de Colombia, con la reciente ampliación del puerto de Buenaventura en 2016 y con una inversión superior a los US$ 650 millones, pactada en la concesión de 20 años, éste puede almacenar 14 millones de TEUS, destacando como uno de los terminales portuarios de mayor capacidad en la región y con opciones de ruta más cercanas, como el Canal de Panamá.

Al mando está la Sociedad Puerto Industrial Aguadulce, en que participa la filipina Internacional Container Terminal Services y la indonesia PSA. Ambas empresas tienen en su conjunto la administración de más de 70 puertos en distintos continentes.

En el caso de San Antonio, el anuncio realizado por la Presidenta Michelle Bachelet la semana pasada considera una inversión de US$ 3.300 millones para triplicar la capacidad actual del puerto. Así, pasará de 3 millones de TEUS a 9 millones. En la actualidad, el terminal de la Quinta Región mueve sólo alrededor de 1,3 millones de TEUS, según datos recientes de la Cepal.

Interés extranjero

Triplicar su capacidad actual es el principal atractivo que despierta entre grande inversionistas extranjeros la licitación del megapuerto chileno. Sobre todo, considerando que aún está en suspenso la eventual participación de los dos operadores actuales del puerto de la Quinta Región -Matte a través de Puerto Central y Luksic con STI-, que es una de las material que debe zanjar el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.

Sobre este tema, el ex ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar cree que “no hay problemas con que otras empresas fuera del país participen del proceso” y agrega la necesidad de que una agencia estatal coordine la interacción entre el puerto y la infraestructura vial que implica el proyecto.

En todo caso, el ex ministro de Transportes y Telecomunicaciones Pedro Pablo Errázuriz cree que no se debería descartar a los operadores nacionales, ya que son “empresas experimentadas”, siempre que se acredite la no existencia de posiciones monopólicas.

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Fuente: La Segunda, Martes 23 de enero de 2018

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