EL MERCURIO – En medio de la alta demanda de agua para los proyectos mineros que se desarrollan en la Región de Atacama, una sociedad compuesta por inversionistas locales y saudíes apuesta por elevar la disponibilidad del recurso en la zona.
El plan, que contempla una inversión inicial de, al menos, US$ 500 millones, incluye el desarrollo de una planta desaladora autosustentable entre Caldera y Copiapó, y con capacidad promedio de mil litros por segundo de agua desalinizada de calidad industrial. Ahora bien, si se utiliza a su máxima capacidad -2.600 litros por segundo- se convierte en la desaladora con mayor producción de América Latina (actualmente, la mayor es Coloso de BHP que tiene una capacidad de 2.500 litros por segundo en la Región de Antofagasta). Para abastecer de energía eléctrica a la planta, el proyecto involucra la construcción de un parque fotovoltaico de 100 megawatts de capacidad. A su vez el plan considera la conexión a una subestación eléctrica para tener energía durante la noche.
Tras pasar por la desaladora, el agua se transportará a reservorios de una capacidad de 600 mil metros cúbicos, cantidad equivalente a la producción promedio de una semana. Desde el reservorio hasta las faenas mineras, el monto inicial de inversión podría aumentar e, incluso, llegar a los US$ 1.000 millones, debido a los ductos subterráneos adicionales para llevar el agua. Ahora bien, al ser un proyecto multicliente (para distintos consumidores), la inversión adicional en ductos se distribuye entre los usuarios e, incluso, tampoco se descarta la construcción de otro reservorio.
El titular del proyecto es Enapac (Energías y Aguas del Pacífico), entidad de propósito especial compuesta por la compañía tecnológica nacional Trends, ligada al empresario Rodrigo Silva, y Alar Water Solutions, brazo de operaciones en infraestructura de agua de la firma saudí Abdul Latif Jameel Energy & Environmental Services. Estas compañías ya suscribieron un memorándum de entendimiento para el desarrollo de la inversión y se encuentran en las etapas finales de aprobación por parte de las autoridades ambientales. De hecho, el CEO de Enapac Rodrigo Silva, estima que la construcción del proyecto podría comenzar en el primer trimestre del próximo año y uqe ya tendría sus primeros resultados en 2021.
Debido a la importancia de tener una mayor disponibilidad de agua para la zona, el Gobierno incluyó el plan en la oficina de gestión de proyectos sustentables, que forma parte de las medidas de la Agenda Proinversión dispuesta por el Presidente Piñera. Incluso, las cabezas del proyecto se reunirán hoy con el ministro de Economía, José Ramón Valente.
El plan será financiado en un 8’% con aportes bancarios y en un 20% por fondos propios de la sociedad. De este último porcentaje (unos US$ 100 millones), los inversionistas saudíes representarían cerca del 51%, con el fin de controlar la inversión. Se trata de la inversión más significativa del grupo asiático en Chile, tras importantes proyectos en Arabia Saudita, Los Emiratos Árabes Unidos, Japón y Turquía, entre otros países.
Fuente: El Mercurio, Martes 29 de mayo de 2018