T13 – La humanidad quiere quedarse en la Luna. La intención ya no es ir y volver como ha ocurrido desde que el hombre llegó al satélite en 1969. Es por eso que se están haciendo investigaciones y estudios para tener una presencia continua y si es posible, asentarse ahí. Pero también se analiza explotar sus recursos e incluso convertir el satélite en un destino turístico. Es por eso que ya hay proyecciones para hacer carreteras en la Luna.
Tanto la NASA como la agencia espacial china CMSA tienen sus propios planes. También empresas y compañías tienen sus ojos puestos en la Luna. Y ya se evalúa cuál es la infraestructura necesaria para para construir asentamientos. Recordemos que la superficie lunar es muy distinta a la de la Tierra.
Carreteras en la Luna
Un ejemplo de esto es la composición del suelo lunar. Se trata de un material llamado regolito, un polvo fino que se adhiere a todo. Según las investigaciones, sus partículas son cincuenta veces más pequeñas que un cabello humano, algo que les puede permitir llegar hasta los alveolos pulmonares y permanecer allí durante meses.
Los astronautas del programa Apolo lo vivieron en carne propia. Apenas llegaron, comenzaron con los estornudos, dolores de garganta e irritación en los ojos. Esta sensación fue bautizada como “fiebre del heno lunar”, y según los expertos, es muy parecida a la silicosis que experimentan los mineros.
Pero no solo es un problema para las personas. Como la Luna tiene bajos niveles de gravedad, estos granos, que en algunos casos son afilados como cuchillos, se quedan flotando cuando se les perturba (como cuando pasa el vehículo lunar), y pueden dañar los equipos.
Otra de las alternativas que están evaluando desde las principales agencias espaciales es llevar material de construcción a la Luna. Sin embargo, por cada gramo de peso que se transporta en naves espaciales tiene un coste que va subiendo, y para formar una “colonia” en el satélite hay que optimizar recursos.
Es por eso que se evalúa utilizar material disponible de la misma Luna, incluso aunque no presente en un principio, las características más idóneas para la construcción. La solución propuesta: crear carreteras pavimentadas y plataformas de aterrizaje en la Luna.
Así lo comunicó un grupo de investigadores conformado por Juan Carlos Ginés Palomares y Miranda Fateri, de la Universidad de Aalen (Alemania), junto con Jens Günster, del Instituto Federal de Investigación y Ensayo de Materiales (Alemania). El secreto de este proyecto es fundir el regolito con láseres. La idea fue publicada en la revista “Scientific Reports”.
El análisis que ahora se esta realizando es cómo afecta la radiación solar al regolito lunar. Lo que se hace es simular con un láser de diodo el poder de nuestra estrella y con “sucedáneo” de polvo lunar el material superficial de la Luna. La idea es poder observar cuándo esta radiación afecta tanto al suelo que lo vuelve compacto.
El experimento también contempla la aplicación de rayos láser de diferentes potencias y tamaños (hasta 12 kilovatios y 100 milímetros de diámetro, respectivamente), consiguiendo un material sólido. Según los autores del estudio, este no fue un camino sencillo, porque descubrieron que cruzar o superponer la trayectoria del rayo láser provocaba grietas.
Luego intentaron probar un rayo láser de 45 milímetros de diámetro para producir formas triangulares, con el centro hueco, el que era aproximadamente 250 milímetros de tamaño. Ago así como una hendidura que simulaba algo parecido a un recorrido de pista de coches de juguetes eléctricos.
Con este intento, se percataron que podrían entrelazarse, creando diferentes composiciones de una superficie sólida en la Luna. El resultado: caminos que podrían servir para construir otros caminos y pistas de aterrizaje. Voilá!
Pero no todo es color de rosas para estos es científicos que quieren revolucionar el transporte en el satélite.
Porque enviar un láser gigante a la Luna es también caro. Por suerte, tenemos la energía abrasadora del Sol. Según calcularon, bastaría una lente de 2,37 metros cuadrados que sirviera como ‘concentrador’ de la luz solar para que actuase de la misma forma que el láser terrestre.
Fuente: T13, Viernes 13 de Octubre de 2023