Martes, Noviembre 19, 2024

Industria de la construcción en Chile: ¿Por qué es el “termómetro” de la economía?

CLASE EJECUTIVA – La industria de la construcción es uno de los sectores más importantes de la economía de Chile. Actualmente, constituye aproximadamente el 6,4% del Producto Interno Bruto de la economía chilena (Figura 1a).

El nivel de participación de la construcción en la economía de Chile es mayor al promedio de la OCDE (5,2%), pero menor al promedio de Latinoamérica (7,3%).

Respecto a la participación en el empleo, el 8,5% de los ocupados del país trabajan actualmente en el rubro de la construcción (Figura 1b).

Actualmente el 63,5% del total de inversión en Chile corresponde a la construcción de vivienda, edificación no residencial y obras de ingeniería. El 36,5% restante es maquinarias y equipos. En la Figura 2 se muestra la participación de la inversión de cada actividad económica que es destinada a construcción de obras.

Efecto multiplicador

Más allá de la participación de la construcción en el PIB, el empleo y la inversión, la mayor relevancia de este sector radica en el efecto multiplicador que produce en la economía. Este corresponde al efecto indirecto que produce esta industria en otros sectores.

El efecto multiplicador específico de esta industria se funda en que gran parte de los insumos que se utilizan en las obras de construcción provienen de otras industrias, induciendo dinamismo en estas últimas.

Al construir una obra generalmente se invierte en equipos, máquinas y obras de ingeniería (capital físico). Asimismo, se generan puestos de trabajo, tanto en la misma obra como en el resto de la cadena de valor (proveedores, transporte, etc.). Finalmente, en el mediano y largo plazo las obras construidas aportan a una mayor competitividad del país.

Por lo tanto, la materialización de proyectos de construcción genera tres efectos que estimulan el crecimiento de la economía: (1) aumento de capital físico, (2) uso de mano de obra e (3) incremento de productividad.

Un ejemplo del efecto multiplicador del sector es el caso de las obras públicas. Se estima que en Chile por cada 10% de aumento de inversión en infraestructura pública, el PIB per cápita crece en promedio 1,7%.

El “termómetro” de la economía

Todo esto conlleva a que el sector de la construcción sea denominado el “termómetro” de la economía, pues su comportamiento es un indicador adelantado de la actividad agregada.

Incluso, algunos de los indicadores propios de la industria de la construcción son utilizados como predictores del comportamiento futuro del Producto Interno Bruto. Tal es el caso del índice de despacho de materiales, de cemento, de hormigón, de barras de acero y el número de permisos de edificación.

Para finalizar quisiera dejarles unas preguntas para reflexionar: ¿Qué nos indica el hecho de que la participación de la construcción en el PIB sea menor a la participación del mismo sector en el empleo?

Ver Artículo

Fuente: Clase Ejecutiva, Martes 02 de octubre de 2018

CLASE EJECUTIVA – La industria de la construcción es uno de los sectores más importantes de la economía de Chile. Actualmente, constituye aproximadamente el 6,4% del Producto Interno Bruto de la economía chilena (Figura 1a).

El nivel de participación de la construcción en la economía de Chile es mayor al promedio de la OCDE (5,2%), pero menor al promedio de Latinoamérica (7,3%).

Respecto a la participación en el empleo, el 8,5% de los ocupados del país trabajan actualmente en el rubro de la construcción (Figura 1b).

Actualmente el 63,5% del total de inversión en Chile corresponde a la construcción de vivienda, edificación no residencial y obras de ingeniería. El 36,5% restante es maquinarias y equipos. En la Figura 2 se muestra la participación de la inversión de cada actividad económica que es destinada a construcción de obras.

Efecto multiplicador

Más allá de la participación de la construcción en el PIB, el empleo y la inversión, la mayor relevancia de este sector radica en el efecto multiplicador que produce en la economía. Este corresponde al efecto indirecto que produce esta industria en otros sectores.

El efecto multiplicador específico de esta industria se funda en que gran parte de los insumos que se utilizan en las obras de construcción provienen de otras industrias, induciendo dinamismo en estas últimas.

Al construir una obra generalmente se invierte en equipos, máquinas y obras de ingeniería (capital físico). Asimismo, se generan puestos de trabajo, tanto en la misma obra como en el resto de la cadena de valor (proveedores, transporte, etc.). Finalmente, en el mediano y largo plazo las obras construidas aportan a una mayor competitividad del país.

Por lo tanto, la materialización de proyectos de construcción genera tres efectos que estimulan el crecimiento de la economía: (1) aumento de capital físico, (2) uso de mano de obra e (3) incremento de productividad.

Un ejemplo del efecto multiplicador del sector es el caso de las obras públicas. Se estima que en Chile por cada 10% de aumento de inversión en infraestructura pública, el PIB per cápita crece en promedio 1,7%.

El “termómetro” de la economía

Todo esto conlleva a que el sector de la construcción sea denominado el “termómetro” de la economía, pues su comportamiento es un indicador adelantado de la actividad agregada.

Incluso, algunos de los indicadores propios de la industria de la construcción son utilizados como predictores del comportamiento futuro del Producto Interno Bruto. Tal es el caso del índice de despacho de materiales, de cemento, de hormigón, de barras de acero y el número de permisos de edificación.

Para finalizar quisiera dejarles unas preguntas para reflexionar: ¿Qué nos indica el hecho de que la participación de la construcción en el PIB sea menor a la participación del mismo sector en el empleo?

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Fuente: Clase Ejecutiva, Martes 02 de octubre de 2018

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