EL SUR – Un reportaje publicado el domingo recién pasado por Diario El Sur reveló que cada año en las regiones de Biobío y Ñuble se transportan por vía ferroviaria cargas por más de cinco millones 400 mil toneladas, lo que equivale al 60% del movimiento de carga total al interior de esta zona. Se trata, en promedio, de 39 viajes por día de ferrocarriles, lo que significa que se realizan más de 14 mil viajes en el año solo en este territorio.
Las cifras se comprenden en su real dimensión al comparar que un solo convoy de carga -el automotor que traslada varios carros-puede llevar los productos que transportan 60 camiones. Así, se toda esa carga fuera trasladada en camiones, se deberían sumar diaria mente 2.340 vehículos a las carreteras de Biobío y Ñuble.
Un dato adicional es que el 90% de esa cifra tiene vinculación con la industria forestal-maderera local, ya sea por productos o insumos de esta área. Al respecto, Emilio Uribe, gerente de la Corporación de la Madera (Corma) en las regiones de Biobío y Ñuble, recalcó que el ferrocarril presenta ventajas como la significativa reducción de emisiones de CO2 y el ahorro de combustible: un cuarto del consumo por tonelada-kilómetro transportado, si se compara con camiones.
Pero hay también otras condiciones que explican la importancia de esta modalidad de transporte, que muchas veces no son consideradas en el debate público. Por ejemplo, es un hecho que un sistema ferroviario de carga sólido ayuda a reducir la congestión vehicular, tiene un menor costo operacional y de mantención, y contribuye a disminuir los accidentes de tránsito. Por si fuera poco, en comparación con las carreteras, la construcción de vías férreas tiene un menor costo y menores tiempos.
Por ello, es muy importante insistir en la necesidad de acelerar los proyectos que buscan dar un mayor nivel de seguridad y capacidad a las vías férreas locales, considerando que aquello también impactaría positivamente al necesario y valioso transporte de pasajeros a través del Biotrén.
Es indudable que para mejorar el dinamismo de la operación de los trenes de carga, un factor clave es que se concrete prontamente la construcción de un nuevo puente ferroviario sobre el río Biobío, el cual —de acuerdo al proyecto en curso- tendrá dos mil metros de largo e incluye un nuevo túnel bajo el cerro Chepe de 350 metros de largo. Al respecto, se debe considerar que en agosto de 2017, EFE adjudicó la licitación de la ingeniería de detalle de la obra, por un monto cercano a los nueve millones de dólares, de los cuales 7,2 millones de dólares serán destinados al desarrollo de la ingeniería y el resto a la construcción del puente.
Hay factores adicionales que hacen que sea muy necesario apurar el paso de las inversiones en el área. Uno central es el hecho que recientemente se confirmó que la Modernización y Ampliación de la Planta Arauco (Mapa) se llevará a efecto, tras algunos años de incertidumbre por los cuales transitó el proyecto. Se trata de la inversión más alta en la historia de este sector productivo en el país, la que alcanza unos US$2.350, a través de la cual se originarán miles de puestos de trabajo, tanto durante la construcción como en su operación, planificada para el inicio de 2021.
Ante una inversión de esta dimensión, los gremios locales anticipan que el aumento de producción que se espera a raíz de la iniciativa forestal, una vez que esté en funcionamiento, redundará en mayores requerimientos de sectores como el naviero y del transporte en general. Dentro de este último ámbito el sistema ferroviario de carga será preponderante para el traslado de lo que genere la nueva instalación.
Es evidente que el desarrollo local requiere de un mejoramiento de infraestructura como la ferroviaria si lo que se busca es tanto impulsar el desarrollo económico como contribuir a la calidad de vida de los habitantes del Biobío.
Fuente: El Sur, Martes 09 de octubre de 2018