LA PRENSA AUSTRAL – Un ambicioso proyecto que nació en 2021, dio por estos días su primer paso, luego de que autoridades chilenas anunciaran un acuerdo para el financiamiento de un estudio que permitirá verificar la factibilidad de un cable submarino de fibra óptica hacia la Antártica.
De esta manera se comienza a estudiar la mejor ruta para llegar al continente blanco, que sería toda una proeza técnica debido a fuertes corrientes marinas y al hielo. Sólo para esta etapa se destinarán US$2.200.000, mientras que el costo global del proyecto significará una inversión de US$100 millones, considerando que el cable submarino deberá recorrer una extensión de 1.000 kilómetros.
Un estudio de factibilidad técnica buscará el mejor trazado para llegar a la Antártica desde Tierra del Fuego. Entre las conclusiones que se obtengan está cuál será el mejor punto de partida: si Ushuaia, en Argentina, o Puerto Williams, en Chile.
Para concretar ese anhelo se requiere de toda una proeza técnica para instalar el cable en aguas que no se caracterizan por su tranquilidad y en zonas donde hay constantes deslizamiento de hielos.
El deseo de nuestro país de conexión por cable con la Antártica se explica por el histórico esfuerzo de Chile de tener algún tipo de presencia continuada en ese continente blanco que avale sus reclamaciones -congeladas debido al Tratado Antártico que consagra ese territorio a la cooperación internacional- sobre una parte de él.
La importancia que tiene la Antártica desde el punto de vista científico es amplia, pues de esta manera puede generar datos valiosos sobre el cambio climático global.
Un enlace con ese territorio abre perspectivas inesperadas para la investigación científica. Y, es que además, posiciona a la Región de Magallanes en la puerta de entrada al territorio helado para el tráfico de datos; mejora conectividad a las bases presentes en el territorio antártica que actualmente sólo disponen de limitada conectividad a través de sistemas satelitales; marca soberanía de Chile en términos de infraestructura digital en la Antártica, y permite a la comunidad científica contar con mejores herramientas para desarrollar estudios y distintos procesos del ámbito de la investigación que se desarrollan en la Antártica.
Estamos ante un desafío técnico mayor si pensamos en llegar a la Antártica, donde el principal peligro que acecha es el desprendimiento de hielo que puede romper la fibra óptica, por lo que estaremos atentos a los resultados que arroje el estudio, de manera que en los próximos 4 años la Península Antártica pueda estar conectada con Chile, por medio de una carretera submarina de datos.
Fuente: La Prensa Austral, Domingo 29 de Septiembre de 2024