CPI – El evento, que se realizará este 3 de diciembre, reunirá a ministros y autoridades de organismos multilaterales quienes analizarán el rol de la infraestructura en la generación de empleos y reactivación de la economía.
El jueves 3 de diciembre -entre 10 y 12.00 horas-, ministros y organismos multilaterales se reunirán en la primera jornada del III Foro Latinoamericano de Infraestructura. Denominado “Recuperación económica y empleo en la pos pandemia: experiencias comparadas en América Latina y el rol de la infraestructura”, el evento debatirá cómo esta industria puede contribuir a superar la crisis económica que enfrenta la región.
El Foro, que se realizará en forma virtual y con acceso gratuito, es organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC).
Entre los expositores destacan los ministros de Obras Públicas de Chile, Alfredo Moreno, y de Paraguay, Arnoldo Wiens, y de Transporte de Colombia, Ángela María Orozco. Todos, junto a representantes del mundo empresarial y de organimos internacionales se referirán y evaluarán las iniciativas que se están aplicando para propiciar la reactivación y la recuperación del empleo.
Para el ex Presidente de la República y actual presidente del CPI, Eduardo Frei, el Foro será una oportunidad relevante para evaluar, por ejemplo, proyectos conjuntos que, a través de la infraestructura, sean permitan reactivar la economía regional.
“Hay numerosas áreas en las que se podría avanzar. Entre ellas la integración vial, energética, los corredores bioceánicos que nos acerquen al Asia Pacífico y nos permitan aumentar las exportaciones a esa zona del mundo”, agrega el presidente del CPI.
– A su juicio, ¿cómo ha afectado la pandemia a la infraestructura y qué rol puede cumplir en la recuperación económica de los países?
Todos los países han debido de enfrentar planes de reactivación económica. La infraestructura es muy demandante de mano de obra, preocupación principal de los gobiernos en estos momentos. Pero también genera las bases para una recuperación futura de la actividad económica, resolviendo brechas que tienen un importante impacto en la calidad de vida de las personas pero también generando nuevas oportunidades.
– ¿Y cómo se puede revertir esta caída en la inversión en infraestructura?
El rol del sector privado es fundamental en momentos de estrechez fiscal. En todos los programas de infraestructura que se han presentado, para lograr mantener las inversiones en infraestructura, el porcentaje de participación privada fluctúa entre el 30% y 50% del aporte de recursos.
Sin embargo, aún hay muchos países de América Latina que creen que todas las inversiones las tiene que hacer el sector público, pero cuando no hay suficientes recursos disponibles o tienen que orientarse a cubrir otras necesidades, no permitir la participación privada es abdicar a tener infraestructura de primer nivel.
En Chile, por ejemplo, estamos con proyectos clave para nuestro desarrollo futuro como las carretera digital – que conectará con el sur del país para dotarlo de Internet de alta velocidad- y el desarrollo de redes 5G. Si no intervienen las empresas, el Estado simplemente no los podría materializar.
Ahora, si bien los capitales privados aparecen como una solución importante frente a la carencia de recursos públicos, pueden despertar reacciones políticas, si no hay una buen explicación, si las tarifas no son las adecuadas, si los contratos son onerosos y poco transparentes, si no hay una adecuada forma de enfrentar a través de ellos los problemas de pobreza, la inclusión y la sustentabilidad ambiental.
– Han surgido, en el último año en Chile, muchos cuestionamientos a la inversión privada en infraestructura. ¿Este ambiente puede afectar la llegada de capitales extranjeros?
La inversión extranjera en el mundo ha bajado producto de la crisis generada por la pandemia. Pese a ello, nuestro país sigue recibiendo inversiones, de hecho China -que no tenía tanta relevancia en Chile- ha pasado ser la principal fuente de llegada de capitales.
Y si uno revisa los medios de comunicación, hay varias declaraciones de ejecutivos de empresas extranjeras que aseguran que siguen confianza en el país y ven oportunidades en el proceso constituyente, coincidiendo, claro, en la importancia de asegurar las reglas en el largo plazo.
Relevancia del Foro
– ¿Cuál es la importancia que le asigna el CPI a organizar el III Foro de Infraestructura junto a organismos de la relevancia del BID, la CAF y la FIIC?
Es un tremendo desafío; no obstante creemos que esta convocatoria es una gran oportunidad para comenzar a hacer cosas juntos en la región. La solución a los grandes problemas que tenemos no las vamos a encontrar solos. En Europa y Asia, por ejemplo, los países se han unido y generado acuerdos o programas para enfrentar los efectos de la pandemia, porque entienden que sólo así es posible identificar adecuadamente los problemas que tiene el desarrollo y las posibles soluciones.
El aprendizaje es muy importante para minimizar la posibilidad de errores y en eso creemos que un trabajo conjunto entre los convocantes a este evento con los países de la región es fundamental. No hay en la región un espacio amplio de reflexión permanente acerca de los temas del desarrollo y de las inversiones y este Foro puede ser el germen para la creación de esa instancia.
Es por ello que es importante que concurra el sector empresarial, representado por la FIIC, la banca multilateral y el CPI, que, al menos en lo que respecta a nuestro país tiene una fuerte presencia universitaria y de representantes de la sociedad. A partir de esto es posible hacer ver este punto de vista a los gobiernos y promover entre ellos una sensibilidad diferentes para evaluar cómo generar ese espacio de colaboración para nuestro desarrollo, tan necesario pero tan ausente.
– Este año, dadas las limitaciones derivadas de la pandemia, el Foro deberá hacerse virtual y además dividido en jornadas. ¿Qué temas se abordarán en ellas?
Obviamente, el financiamiento. Nos interesa revisar lo que se ha hecho en la región en esta materia y ver de qué manera han evolucionado las experiencia con la banca multilateral y con el sector privado. La infraestructura requiere recursos importantes si es que aspira a que tenga un significado en la recuperación. En ese sentido, lo que nos preocupa son lo límites de endeudamiento que tienen los países y la capacidad que tienen de movilizar recursos privados para este efecto.
Creemos que es un buen momento para discutir con la banca multilateral la forma de contabilización de los recursos para inversión y los que van a gasto corriente. De acuerdo al BID, la tendencia es que los gobiernos utilicen crecientemente más recursos de su presupuesto para gasto corriente y menos para inversión; eso atenta contra la posibilidad del desarrollo de nuestra infraestructura. Si se contará con una forma de contabilizar el endeudamiento destinado a inversión de una manera diferente que la destinada al gasto corriente, sería más fácil medir el riesgo país. Se supone que la inversión tiene mayores retornos económicos y sociales; en tanto el gasto corriente tiene mayores retornos políticos en e corto plazo pero compromete los resultados en el largo plazo
– Con la pandemia quedó al descubierto las carencias en infraestructura sanitaria. ¿Será uno de los temas a debatir en las próximas jornadas?
– Quedó demostrado con esta pandemia que es necesario invertir en servicios que permitan prevenir diferentes formas de contagio y para ello todo lo que tiene que ver infraestructrua sanitaria es fundamental. Todavía hay un porcentaje de la población urbana de la región que no tiene agua potable y un porcentaje mayor, que no tiene recolección de aguas servidas. Esos sectores están muy expuestos a que venga un rebrote de cualquier enfermedad y se transforme en una nueva pandemia.
De igual forma, la infraestructura de salud, como consultorios, hospitales y otros es muy insuficiente para lo que requieren nuestros países.
Además, el cambio climático y su efecto sobre el abastecimiento de agua es otro de los tópicos relevantes para el futuro. El comportamiento de los recursos hídricos es diferente de una país a otro, pero todos se ven afectados: algunos por carencias extremas -como lo que ocurre en Chile– y otros, por excesos no controlables como hemos visto que sucede en naciones del norte.
– ¿El avance de las nuevas tecnologías y su impacto en la infraestructura será un aspecto a debatir también?
En un Foro de esta naturaleza no podemos dejar de tratar los efectos de la revolución digital en la infraestructura. Se pronostica que de ahora en pocos años podremos contar con sensores extendidos en muchos lugares, entre otros en calles y carreteras. Estos podrán transmitir información en tiempo real de utilización, lo cual podrá optimizar las disponibilidades de nuestra infraestructura. Por otra parte, se nos informa día a día de los avances de los autos eléctricos, autoconducidos y voladores. Si eso es así, eso significan cambios muy importantes en los sistemas de transporte, en el ordenamiento de las ciudades, en la forma de transporte de cargas., en el diseño de nuestras carreteras.
Los interesados en participar en el Foro pueden inscribirse en Ir a inscripción
Fuente: CPI, Martes 02 de Diciembre de 2020
“III Foro Latinoamericano permitirá debatir instancias de colaboración regionales para superar la crisis”, Presidente del CPI, Eduardo Frei
CPI – El evento, que se realizará este 3 de diciembre, reunirá a ministros y autoridades de organismos multilaterales quienes analizarán el rol de la infraestructura en la generación de empleos y reactivación de la economía.
El jueves 3 de diciembre -entre 10 y 12.00 horas-, ministros y organismos multilaterales se reunirán en la primera jornada del III Foro Latinoamericano de Infraestructura. Denominado “Recuperación económica y empleo en la pos pandemia: experiencias comparadas en América Latina y el rol de la infraestructura”, el evento debatirá cómo esta industria puede contribuir a superar la crisis económica que enfrenta la región.
El Foro, que se realizará en forma virtual y con acceso gratuito, es organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC).
Entre los expositores destacan los ministros de Obras Públicas de Chile, Alfredo Moreno, y de Paraguay, Arnoldo Wiens, y de Transporte de Colombia, Ángela María Orozco. Todos, junto a representantes del mundo empresarial y de organimos internacionales se referirán y evaluarán las iniciativas que se están aplicando para propiciar la reactivación y la recuperación del empleo.
Para el ex Presidente de la República y actual presidente del CPI, Eduardo Frei, el Foro será una oportunidad relevante para evaluar, por ejemplo, proyectos conjuntos que, a través de la infraestructura, sean permitan reactivar la economía regional.
“Hay numerosas áreas en las que se podría avanzar. Entre ellas la integración vial, energética, los corredores bioceánicos que nos acerquen al Asia Pacífico y nos permitan aumentar las exportaciones a esa zona del mundo”, agrega el presidente del CPI.
– A su juicio, ¿cómo ha afectado la pandemia a la infraestructura y qué rol puede cumplir en la recuperación económica de los países?
Todos los países han debido de enfrentar planes de reactivación económica. La infraestructura es muy demandante de mano de obra, preocupación principal de los gobiernos en estos momentos. Pero también genera las bases para una recuperación futura de la actividad económica, resolviendo brechas que tienen un importante impacto en la calidad de vida de las personas pero también generando nuevas oportunidades.
– ¿Y cómo se puede revertir esta caída en la inversión en infraestructura?
El rol del sector privado es fundamental en momentos de estrechez fiscal. En todos los programas de infraestructura que se han presentado, para lograr mantener las inversiones en infraestructura, el porcentaje de participación privada fluctúa entre el 30% y 50% del aporte de recursos.
Sin embargo, aún hay muchos países de América Latina que creen que todas las inversiones las tiene que hacer el sector público, pero cuando no hay suficientes recursos disponibles o tienen que orientarse a cubrir otras necesidades, no permitir la participación privada es abdicar a tener infraestructura de primer nivel.
En Chile, por ejemplo, estamos con proyectos clave para nuestro desarrollo futuro como las carretera digital – que conectará con el sur del país para dotarlo de Internet de alta velocidad- y el desarrollo de redes 5G. Si no intervienen las empresas, el Estado simplemente no los podría materializar.
Ahora, si bien los capitales privados aparecen como una solución importante frente a la carencia de recursos públicos, pueden despertar reacciones políticas, si no hay una buen explicación, si las tarifas no son las adecuadas, si los contratos son onerosos y poco transparentes, si no hay una adecuada forma de enfrentar a través de ellos los problemas de pobreza, la inclusión y la sustentabilidad ambiental.
– Han surgido, en el último año en Chile, muchos cuestionamientos a la inversión privada en infraestructura. ¿Este ambiente puede afectar la llegada de capitales extranjeros?
La inversión extranjera en el mundo ha bajado producto de la crisis generada por la pandemia. Pese a ello, nuestro país sigue recibiendo inversiones, de hecho China -que no tenía tanta relevancia en Chile- ha pasado ser la principal fuente de llegada de capitales.
Y si uno revisa los medios de comunicación, hay varias declaraciones de ejecutivos de empresas extranjeras que aseguran que siguen confianza en el país y ven oportunidades en el proceso constituyente, coincidiendo, claro, en la importancia de asegurar las reglas en el largo plazo.
Relevancia del Foro
– ¿Cuál es la importancia que le asigna el CPI a organizar el III Foro de Infraestructura junto a organismos de la relevancia del BID, la CAF y la FIIC?
Es un tremendo desafío; no obstante creemos que esta convocatoria es una gran oportunidad para comenzar a hacer cosas juntos en la región. La solución a los grandes problemas que tenemos no las vamos a encontrar solos. En Europa y Asia, por ejemplo, los países se han unido y generado acuerdos o programas para enfrentar los efectos de la pandemia, porque entienden que sólo así es posible identificar adecuadamente los problemas que tiene el desarrollo y las posibles soluciones.
El aprendizaje es muy importante para minimizar la posibilidad de errores y en eso creemos que un trabajo conjunto entre los convocantes a este evento con los países de la región es fundamental. No hay en la región un espacio amplio de reflexión permanente acerca de los temas del desarrollo y de las inversiones y este Foro puede ser el germen para la creación de esa instancia.
Es por ello que es importante que concurra el sector empresarial, representado por la FIIC, la banca multilateral y el CPI, que, al menos en lo que respecta a nuestro país tiene una fuerte presencia universitaria y de representantes de la sociedad. A partir de esto es posible hacer ver este punto de vista a los gobiernos y promover entre ellos una sensibilidad diferentes para evaluar cómo generar ese espacio de colaboración para nuestro desarrollo, tan necesario pero tan ausente.
– Este año, dadas las limitaciones derivadas de la pandemia, el Foro deberá hacerse virtual y además dividido en jornadas. ¿Qué temas se abordarán en ellas?
Obviamente, el financiamiento. Nos interesa revisar lo que se ha hecho en la región en esta materia y ver de qué manera han evolucionado las experiencia con la banca multilateral y con el sector privado. La infraestructura requiere recursos importantes si es que aspira a que tenga un significado en la recuperación. En ese sentido, lo que nos preocupa son lo límites de endeudamiento que tienen los países y la capacidad que tienen de movilizar recursos privados para este efecto.
Creemos que es un buen momento para discutir con la banca multilateral la forma de contabilización de los recursos para inversión y los que van a gasto corriente. De acuerdo al BID, la tendencia es que los gobiernos utilicen crecientemente más recursos de su presupuesto para gasto corriente y menos para inversión; eso atenta contra la posibilidad del desarrollo de nuestra infraestructura. Si se contará con una forma de contabilizar el endeudamiento destinado a inversión de una manera diferente que la destinada al gasto corriente, sería más fácil medir el riesgo país. Se supone que la inversión tiene mayores retornos económicos y sociales; en tanto el gasto corriente tiene mayores retornos políticos en e corto plazo pero compromete los resultados en el largo plazo
– Con la pandemia quedó al descubierto las carencias en infraestructura sanitaria. ¿Será uno de los temas a debatir en las próximas jornadas?
– Quedó demostrado con esta pandemia que es necesario invertir en servicios que permitan prevenir diferentes formas de contagio y para ello todo lo que tiene que ver infraestructrua sanitaria es fundamental. Todavía hay un porcentaje de la población urbana de la región que no tiene agua potable y un porcentaje mayor, que no tiene recolección de aguas servidas. Esos sectores están muy expuestos a que venga un rebrote de cualquier enfermedad y se transforme en una nueva pandemia.
De igual forma, la infraestructura de salud, como consultorios, hospitales y otros es muy insuficiente para lo que requieren nuestros países.
Además, el cambio climático y su efecto sobre el abastecimiento de agua es otro de los tópicos relevantes para el futuro. El comportamiento de los recursos hídricos es diferente de una país a otro, pero todos se ven afectados: algunos por carencias extremas -como lo que ocurre en Chile– y otros, por excesos no controlables como hemos visto que sucede en naciones del norte.
– ¿El avance de las nuevas tecnologías y su impacto en la infraestructura será un aspecto a debatir también?
En un Foro de esta naturaleza no podemos dejar de tratar los efectos de la revolución digital en la infraestructura. Se pronostica que de ahora en pocos años podremos contar con sensores extendidos en muchos lugares, entre otros en calles y carreteras. Estos podrán transmitir información en tiempo real de utilización, lo cual podrá optimizar las disponibilidades de nuestra infraestructura. Por otra parte, se nos informa día a día de los avances de los autos eléctricos, autoconducidos y voladores. Si eso es así, eso significan cambios muy importantes en los sistemas de transporte, en el ordenamiento de las ciudades, en la forma de transporte de cargas., en el diseño de nuestras carreteras.
Los interesados en participar en el Foro pueden inscribirse en Ir a inscripción
Fuente: CPI, Martes 02 de Diciembre de 2020