PULSO – Las medidas van desde crear una Subsecretaría del Agua que unifique el funcionamiento de la Dirección General de Aguas (DGA), Dirección de Obras Hidráulicas y Comisión Nacional de Riego hasta acelerar la puesta en marcha de proyectos de generación de energías limpias.
El problema de la sequía en el país refrotó con fuerza. La crisis social y luego sanitaria alejaron esta problemática de las primeras preocupaciones de las autoridades, pero la compleja situación no solo se mantuvo soterradamente presente, sino que se incrementó.
La señal de alerta más palpable se produjo cuando la empresa sanitaria Aguas Andinas -que provee de agua potable y alcantarillado a todas las comunas de Santiago, exceptuando a Maipú y Cerrillos- se declaró en Alerta Temprana Preventiva para las zonas abastecidas por los ríos Maipo y Mapocho. Y desde el gobierno ya han señalado que este año el país sufre la peor sequía desde que hay registros.
Ante este adverso panorama, y como el tema volvió a posicionarse dentro de la agenda pública, el centro de estudios Horizontal realizó un informe con una serie de propuesta que buscan incidir en el debate público.
“Chile es considerado uno de los países que se verá más afectado por el calentamiento global, provocando períodos de sequía y aumento de derretimiento de las reservas de agua dulce. Lo anterior intensifica la crisis hídrica que ya viene viviendo el país durante los últimos años”, dice el reporte.
Menciona que las precipitaciones han estado por debajo de lo considerado normal, por lo menos en los últimos 5 años y, además, estudios muestran que el 12% de los caudales de aguas superficiales están bajo el flujo normal. A lo anterior se le suma el aumento demográfico y de urbanización que ha experimentado el país, lo que provoca un creciente consumo de agua y una mayor exposición a su contaminación, y, en definitiva, una mayor escasez relativa del recurso
Juan José Obach, el director ejecutivo de Horizontal advierte que “hoy en día no es posible pensar el desarrollo económico sin considerar un uso sostenible del agua. Los efectos del cambio climático son evidentes, por lo que es responsabilidad de todos entender el crecimiento y cuidado del medio ambiente como complementos y no como sustitutos”. Así para hacer frente a esta crisis hídrica proponen 9 medidas de corto, mediano y largo plazo.
1. Consagrar en la nueva Constitución que el agua es un bien nacional de uso público, ya que de esta se derivan derechos y libertades cuya dimensión social y cultural ha ido quedando relegada para los más afectados. La disponibilidad, la calidad y la accesibilidad al recurso hídrico, en tanto derecho, debe ser revitalizada, poniendo en el centro a las personas y su desarrollo integral.
2. Crear una Subsecretaría del Agua que unifique el funcionamiento de la Dirección General de Aguas (DGA), Dirección de Obras Hidráulicas y Comisión Nacional de Riego, fortaleciendo su carácter técnico y su capacidad de coordinar a los más de 50 servicios públicos que se relacionan con materia de aguas. Proponemos que la gobernanza de esta institución cuente con un Consejo Público-Privado.
3. Establecer la cuenca hidrográfica como la unidad indivisible de planificación y gestión, administrada por organizaciones locales en coordinación con los organismos técnicos del Estado, para proteger la cantidad y calidad del recurso hídrico, resguardando su función de abastecimiento para múltiples usos, incluido el medio ambiente.
4. Coordinar con los gobiernos regionales un Plan de Ordenamiento Territorial que identifique zonas estratégicas para la implementación de plantas desalinizadoras, incentivando que estas funcionen a partir de energías renovables.
5. Potenciar la gestión hídrica e infraestructura para el tratamiento del agua lluvia y residuales para usos secundarios, garantizando la preservación del suelo y calidad sanitaria del recurso. Para ello, se requerirá instalar nuevas Plantas de Tratamiento de Agua Potable y Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales con calidades de agua potable.
6. Avanzar a una plataforma digital única dependiente de la DGA que, aprovechando las tecnologías de información, transparente el registro y facilite el acceso a los derechos de agua y disponibilidad, con el objetivo de mejorar la fiscalización y toma de decisiones tanto del sector público y como de la sociedad civil.
7. Promover, en todos los niveles educativos, la incorporación de cursos que den cuenta de la importancia del recurso hídrico, junto con potenciar las especializaciones en la educación terciaria.
8. Aprovechar la condición de Chile como plataforma de “laboratorios naturales” favorable para buscar soluciones innovadoras a los problemas hídricos derivados del cambio climático, a través de una política de Estado liderada por Corfo y DGA.
9. Acelerar la puesta en marcha de proyectos de generación de energías limpias para avanzar con más rapidez hacia el carbono neutralidad de nuestra matriz energética, estableciendo una tramitación más expedita para proyectos eólicos y solares.
Fuente: Pulso, Lunes 23 de Agosto de 2021