Jueves, Diciembre 26, 2024

Hernán Silva: "Es absolutamente claro que va a aumentar el uso de las bicicletas"

PAUTA – Desatada la pandemia, y con una gran oferta de ideas sobre cómo debieran ser las ciudades luego del Covid-19, el uso extendido de la bicicleta de escucha de manera persistente por parte de urbanistas y autoridades. El temor al uso del transporte público ha sido determinante en la conversación, como también la aceleración de una agenda que ya se venía desarrollando previamente y la crisis económica profunda que está obligando a acotar al máximo las economías personales y familiares.
Italia, por ejemplo, ya ha dado los primeros pasos para apostar por el uso de la bicicleta como eje del nuevo sistema de movilidad urbano tras la crisis sanitaria. En mayo pasado, la ministra italiana de Transporte, Paola De Micheli, anunció un subsidio de 200 euros para los ciudadanos que se compren una bicicleta.
Un estudioso de la movilidad activa (ciclos y caminatas) en Chile es el ingeniero civil Hernán Silva, gerente de Proyectos de la consultora Urbanismo y Territorio, y voluntario de la fundación Climate Reality Project, que dirige Al Gore. “Antes de la pandemia el uso de la bicicleta a nivel mundial iba en alza. Los países europeos llevaban un gran liderazgo, especialmente Holanda, Francia, Dinamarca y Alemania. También en Asia donde, aunque existe históricamente una relación estrecha con la bicicleta, había un alza nueva. En América Latina, en tanto, antes de la pandemia, el liderazgo siempre ha estado peleado entre Colombia y Chile”, dice.


Silva detalla que, de acuerdo a cifras del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, “Chile venía creciendo a una tasa del 10% al año en el uso de la bicicleta, mientras que el crecimiento del uso del auto es entre un 3% y un 4%. Eso es un promedio nacional. Pero hay datos duros que dan cuenta que ciudades como Rancagua estaban creciendo en un 80%-100%; Arica en un 14%-18%, Temuco entre un 15% y un 18%”.
El ingeniero civil entrega otra variable: “Existe una empresa francesa, Eco Counter, que genera un indicador mundial que cruza todas las bases de datos de los países donde se monitorea el uso de la bicicleta, incluido Chile. Ese indicador, que se saca anualmente y que tiene tres rangos (crecimiento alto, leve y bajo), en 2019 situó a Chile dentro de los países con los crecimientos más altos a nivel mundial”.

A pesar de las cifras al alza, Silva explica que “se ha invertido poco en infraestructura, a pesar de que si se comparan los últimos cinco años con los cinco anteriores, ha habido un alza en la generación de infraestructura. La mayor alza se generó en la administración anterior, que se puso como meta construir 100 kilómetros de ciclovías en Chile y se construyeron más de 250 en cuatro años. Eso ayudó al impulso. Esta administración en su programa tenía comprometido construir 800 kilómetros y no le ha dado la prioridad. No es que no se haya construido nada, pero no se ha llegado a la meta. Y claramente que el uso de la bicicleta sería mayor con más inversión”.

El caso Rancagua
Hernán Silva trabaja hace seis años asesorando sobre el tema a la Municipalidad de Rancagua, ciudad con 225 mil habitantes. “Si uno toma en consideración los estudios, Rancagua es el mejor referente que tiene Chile en el uso de la bicicleta”.
Cuenta que la ciudad “tiene la red de ciclovías más grande de todo el país, con 60 kilómetros construidos y conectados, que es muy importante. Santiago tiene 300, pero la pregunta es cuántos están conectados y probablemente es un tercio. Rancagua tiene muchas ciclovías de alto estándar, con exigencias de diseño más altas que hace unos años. Lo otro interesante es la sincronía entre la autoridad política, los técnicos y la sociedad. Un alcalde (Eduardo Soto) alineado. Lo más nuevo es el proyecto de conectar estas ciclovías con la estación del tren, con estacionamientos de bicicletas que van a estar dentro de la estación”.
Respecto de las motivaciones en el uso de la bicicleta, Hernán Silva recoge la información de la encuesta más grande que se ha hecho en Chile sobre este tema, y que estuvo a su cargo, con 3.500 encuesta-usuarios de interceptación en las comunas de Santiago, Providencia, Las Condes y Ñuñoa. “La comodidad, el ahorro de tiempo y de recursos son tres grandes razones”, dice. Añade que el estudio se centró en lugares con infraestructura, con un universo diverso con trabajadores, estudiantes, oficinistas, profesionales jóvenes y deportistas. Si nos hubiéramos ido al sur de Santiago, no es alternativa la bicicleta. Sí lo es cuando el viaje está en torno al máximo de los cinco o siete kilómetros de distancia”.
¿Qué pasará en las ciudades chilenas? “Es absolutamente claro que va a aumentar el uso de las bicicletas”, afirma Hernán Silva.  “Es probable que la dupliquemos. Lo que ha hecho la pandemia es forzar a las autoridades a tomar determinaciones más estructurales a favor de la bicicleta. Esta vez no va a ser una opción, sino una obligación, porque la bicicleta va a generar el beneficio de salud, del distanciamiento social y el económico. Esta es también una pandemia económica y la gente va a buscar formas de desplazarse a cero costo”.

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Fuente: Pauta, Viernes 03 de Julio de 2020

PAUTA – Desatada la pandemia, y con una gran oferta de ideas sobre cómo debieran ser las ciudades luego del Covid-19, el uso extendido de la bicicleta de escucha de manera persistente por parte de urbanistas y autoridades. El temor al uso del transporte público ha sido determinante en la conversación, como también la aceleración de una agenda que ya se venía desarrollando previamente y la crisis económica profunda que está obligando a acotar al máximo las economías personales y familiares.
Italia, por ejemplo, ya ha dado los primeros pasos para apostar por el uso de la bicicleta como eje del nuevo sistema de movilidad urbano tras la crisis sanitaria. En mayo pasado, la ministra italiana de Transporte, Paola De Micheli, anunció un subsidio de 200 euros para los ciudadanos que se compren una bicicleta.
Un estudioso de la movilidad activa (ciclos y caminatas) en Chile es el ingeniero civil Hernán Silva, gerente de Proyectos de la consultora Urbanismo y Territorio, y voluntario de la fundación Climate Reality Project, que dirige Al Gore. “Antes de la pandemia el uso de la bicicleta a nivel mundial iba en alza. Los países europeos llevaban un gran liderazgo, especialmente Holanda, Francia, Dinamarca y Alemania. También en Asia donde, aunque existe históricamente una relación estrecha con la bicicleta, había un alza nueva. En América Latina, en tanto, antes de la pandemia, el liderazgo siempre ha estado peleado entre Colombia y Chile”, dice.


Silva detalla que, de acuerdo a cifras del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, “Chile venía creciendo a una tasa del 10% al año en el uso de la bicicleta, mientras que el crecimiento del uso del auto es entre un 3% y un 4%. Eso es un promedio nacional. Pero hay datos duros que dan cuenta que ciudades como Rancagua estaban creciendo en un 80%-100%; Arica en un 14%-18%, Temuco entre un 15% y un 18%”.
El ingeniero civil entrega otra variable: “Existe una empresa francesa, Eco Counter, que genera un indicador mundial que cruza todas las bases de datos de los países donde se monitorea el uso de la bicicleta, incluido Chile. Ese indicador, que se saca anualmente y que tiene tres rangos (crecimiento alto, leve y bajo), en 2019 situó a Chile dentro de los países con los crecimientos más altos a nivel mundial”.

A pesar de las cifras al alza, Silva explica que “se ha invertido poco en infraestructura, a pesar de que si se comparan los últimos cinco años con los cinco anteriores, ha habido un alza en la generación de infraestructura. La mayor alza se generó en la administración anterior, que se puso como meta construir 100 kilómetros de ciclovías en Chile y se construyeron más de 250 en cuatro años. Eso ayudó al impulso. Esta administración en su programa tenía comprometido construir 800 kilómetros y no le ha dado la prioridad. No es que no se haya construido nada, pero no se ha llegado a la meta. Y claramente que el uso de la bicicleta sería mayor con más inversión”.

El caso Rancagua
Hernán Silva trabaja hace seis años asesorando sobre el tema a la Municipalidad de Rancagua, ciudad con 225 mil habitantes. “Si uno toma en consideración los estudios, Rancagua es el mejor referente que tiene Chile en el uso de la bicicleta”.
Cuenta que la ciudad “tiene la red de ciclovías más grande de todo el país, con 60 kilómetros construidos y conectados, que es muy importante. Santiago tiene 300, pero la pregunta es cuántos están conectados y probablemente es un tercio. Rancagua tiene muchas ciclovías de alto estándar, con exigencias de diseño más altas que hace unos años. Lo otro interesante es la sincronía entre la autoridad política, los técnicos y la sociedad. Un alcalde (Eduardo Soto) alineado. Lo más nuevo es el proyecto de conectar estas ciclovías con la estación del tren, con estacionamientos de bicicletas que van a estar dentro de la estación”.
Respecto de las motivaciones en el uso de la bicicleta, Hernán Silva recoge la información de la encuesta más grande que se ha hecho en Chile sobre este tema, y que estuvo a su cargo, con 3.500 encuesta-usuarios de interceptación en las comunas de Santiago, Providencia, Las Condes y Ñuñoa. “La comodidad, el ahorro de tiempo y de recursos son tres grandes razones”, dice. Añade que el estudio se centró en lugares con infraestructura, con un universo diverso con trabajadores, estudiantes, oficinistas, profesionales jóvenes y deportistas. Si nos hubiéramos ido al sur de Santiago, no es alternativa la bicicleta. Sí lo es cuando el viaje está en torno al máximo de los cinco o siete kilómetros de distancia”.
¿Qué pasará en las ciudades chilenas? “Es absolutamente claro que va a aumentar el uso de las bicicletas”, afirma Hernán Silva.  “Es probable que la dupliquemos. Lo que ha hecho la pandemia es forzar a las autoridades a tomar determinaciones más estructurales a favor de la bicicleta. Esta vez no va a ser una opción, sino una obligación, porque la bicicleta va a generar el beneficio de salud, del distanciamiento social y el económico. Esta es también una pandemia económica y la gente va a buscar formas de desplazarse a cero costo”.

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Fuente: Pauta, Viernes 03 de Julio de 2020

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