Viernes, Noviembre 22, 2024

“Hay proyectos por US$ 6.850 millones que van a entrar en servicio tarde y el costo es de US$ 500 millones al año”

EL MERCURIO – El Presidente Sebastián Piñera encomendó a Juan Andrés Fontaine (63 años, economista) -desde hace siete días, ministro de Obras Públicas (MOP)- cuatro tareas prioritarias. La primera, desarrollar un plan de obras públicas de largo aliento, para las próximas cuatro décadas, que incluya temas como la innovación tecnológica y el cambio climático; la segunda, que no se puede quedar solo en licitar concesiones, sino que el MOP debe acompañar a los proyectos para que estos se materialicen en los tiempos óptimos. Tercero, supervigilar cuánta agua hay en Chile, en glaciares, napas subterráneas, aguas superficiales, y que esta se use bien y que opere el mercado para evitar la especulación. Y un cuarto eje, que cumpla una labor social: que pavimente caminos en zonas alejadas, conecte áreas extremas, entregue agua potable rural y realice una labor preventiva para evitar emergencias, “que están siendo más frecuentes por el cambio climático”, sostiene Fontaine.

¿Se encontró con sorpresas al instalarse en el Gobierno?

“Hasta ahora no me he encontrado sorpresas. Tenemos una evaluación que destaca ciertos avances en la administración, y ciertas debilidades, como un retraso de los proyectos. Había un esfuerzo por echar andar procesos de adjudicación y licitación, pero en el apuro no siempre se han tomado las precauciones para prever y corregir las dificultades que generan la construcción o la operación de los proyectos. En varios casos hay divergencias que se producen al interior del aparato del Estado una vez que el proyecto ya ha sido adjudicado, como es el caso de Américo Vespucio Oriente I (AVO I), o que en el proceso de evaluación ambiental surgen cambios de diseño. Hay un trabajo de anticipación de los problemas y de solucionarlos. Deberían resolverse anticipadamente las opiniones divergentes al interior del mismo Gobierno antes de proceder”.

¿El MOP va a acompañar los proyectos para que se concreten?

“Definitivamente. Que un proyecto sea entregado en concesión no le quita el carácter de obra pública, obra del Estado de Chile. La Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en las concesiones son de proyectos del Estado y la responsabilidad sigue estando en el MOP, para agilizar ese proceso y obtener esa autorización (…) Vemos que hay proyectos por alrededor de US$ 6.850 millones de concesiones que están en distintas etapas. Hay como US$ 1.400 millones que son mejoramientos a las concesiones actuales que se han trabajado mediante convenios complementarios. Hay US$ 2.400 millones adjudicados sin tener aún obras significativas: ahí está AVO I, o el Hospital Geriátrico El Salvador, que lleva también cuatro años sin actividad ninguna, o el puente industrial sobre el Biobío, en Concepción, que también está detenido por cuatro años. Hay US$ 3.000 millones en proyectos en proceso de licitación y/o de adjudicación”.

“Toda esa cartera de US$ 6.850 millones va a entrar en servicio tarde respecto del momento económico óptimo y el costo para el país de ese retraso es de US$ 500 millones al año. El atraso en las obras públicas le está costando al país US$ 500 millones al año”.

En el Hospital Geriátrico de El Salvador, ¿qué hará?

“Ha habido un avance en las conversaciones con la empresa para encontrar una solución a cómo trabajamos desde ahora para adelante”.

El Hospital Sótero del Río se sacó de la cartera de concesiones. ¿Lo quieren incorporar?

“Tenemos que definirlo al interior del Gobierno. El MOP actúa bajo un mandato del Ministerio de Salud cuando se trata de la concesión de hospitales. Pero para este gobierno las concesiones hospitalarias son un instrumento útil para resolver los problemas de falta de suficiente atención hospitalaria en Chile”.

¿Van a concesionar las nuevas líneas de metro?

“Tenemos una muy buena evaluación del mecanismo de concesiones, hay más de 80 proyectos concesionados. No vemos ninguna razón para no extender el uso de este instrumento a las líneas de metro y trenes de cercanías, como la macrozona central de Chile, que ya tiene un tamaño de población que justificaría un uso de trenes de cercanía como ocurre en otras capitales del mundo. Eso significa tren a Rancagua, que ya existe, pero también tren a Melipilla, a Lampa-Batuco, a Valparaíso”.

“El programa de gobierno contempla un rol fundamental para Metro, y en esa materia también puede aplicarse la Ley de Concesiones para licitar la construcción y operación de futuras líneas”.

Concesionar metro, hospitales, trenes y áreas verdes

¿Qué se hará en concesiones?

“En lo que se refiere a lo más tradicional, en autopistas lo primordial es la relicitación de la Ruta 5, la 68 (Viña-Valparaíso) y 78 (a Melipilla). Esperamos hacerlo con un nuevo estándar de servicio, de manera que la experiencia de viaje sea de mucho mejor para sus usuarios. Esto incluye tener doble vía desde Arica a Chiloé, terceras vías en zonas de mayor tráfico, como Santiago-Rancagua, o por ejemplo Santiago-San Antonio. También poner como prioridad la Carretera de la Fruta, porque conectaría con el paso Las Leñas en Argentina con el puerto ampliado de San Antonio. Y los peajes inteligentes, lo que el Presidente llama “Chile sin barreras”, para que en la macrozona central los peajes operen en el sistema free float . Queremos poner en marcha un sistema acelerado de free float tanto como sea posible (…) No puedo fijar fechas, porque todas estas son materias de modificaciones de contratos, pero es algo en que vamos a poner el acelerador a fondo, a más de 120 kilómetros por hora. Aquí las prioridad es el peaje de San Francisco de Mostazal, el de Lampa, de Santiago nororiente, la Autopista del Sol”.

¿A cuánto asciende la cartera de concesiones?

“El gobierno anterior dejó una cartera de US$ 6.800 millones para los próximos cuatro años. Ese es un punto de partida, pero no hemos decidido qué de eso es factible hacer y qué no. Las obras de la Ruta 5, la 68 y la 78 son prioritarias, y se cifran en US$ 2.900 millones”.

¿Y en aeropuertos?

“El aeropuerto de Santiago avanza y el espigón (salas de embarque) será entregado a fines de año, y la obra completa está para 2020. Hubo atrasos en la entrega y revisión de los proyectos de ingeniería, vamos a poner toda nuestra capacidad técnica para agilizar ese proceso para que el aeropuerto funcione pronto y bien. Aparte de eso, hay seis aeropuertos que relicitar en los próximos años, entre ellos el de Balmaceda”.

¿Y de obras menos tradicionales?

“Lo mismo aplica para cárceles, que debemos definir con el Ministerio de Justicia. Y queremos trabajar la concesión de áreas verdes con algunos municipios si hubiera interés. Algo hemos conversado al respecto con el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri”.

¿Y en lo ferroviario?

“La Ley de Concesiones que administra el MOP es muy flexible. Permite utilizar este instrumento para bienes nacionales de uso público en forma muy general. Dentro del programa de gobierno está el propósito de fortalecer o expandir el metro, trenes de cercanía, y también hay proyectos de iniciativa privada interesantes de concesiones en regiones, como el tranvía en La Serena”.

“Vamos a revisar el reglamento de las iniciativas privadas (proyectos que pueden presentar empresas privadas) de manera de que funcionen en forma más fluida y eficaz. Hemos observado que hay una disminución en el ingreso de iniciativas privadas bien significativo en los últimos años, y queremos revisar los premios que se dan a quien genera esa iniciativa. Originalmente, esos premios eran de 20% para quien traía la idea, después bajaron a 10% y ahora están en 3%. También hay demora en definir si esa iniciativa tiene interés nacional, que también es parte del proceso, y queremos demorar menos, pero siendo rigurosos en el carácter innovador del proyecto que se está aportando”.

¿En obra pública con financiamiento directo del Estado?

“La más emblemática es el puente del canal Chacao, que está empezando a construirse. Vamos a hacer lo posible para que esté listo hacia fines del presente gobierno”.

Puente Cau Cau: “La demolición no aparece como la opción más indicada”

Esta semana se hizo público un último informe del puente Cau Cau, que dice que es “irreparable”. ¿Qué va a hacer el MOP?

“Estamos revisando los estudios disponibles en el MOP y, si es necesario, encargaremos otros para definir el curso de acción adecuado, ya sea reparar lo que es reparable o reemplazar lo que hay que reemplazar”.

¿Pero no lo demolerán?

“La demolición no aparece como la opción más indicada, por cuanto que las piezas son reemplazables o reparables”.

“Es más prioritario echar a andar proyectos que están retrasados y avanzar en la nueva cartera de proyectos: las relicitaciones de las rutas 5, 68, 78 y los seis aeropuertos”.”Que un proyecto sea entregado en concesión no le quita el carácter de obra pública, obra del Estado de Chile”.

Ver artículo

Fuente: El Mercurio, Domingo 18 de marzo de 2018

EL MERCURIO – El Presidente Sebastián Piñera encomendó a Juan Andrés Fontaine (63 años, economista) -desde hace siete días, ministro de Obras Públicas (MOP)- cuatro tareas prioritarias. La primera, desarrollar un plan de obras públicas de largo aliento, para las próximas cuatro décadas, que incluya temas como la innovación tecnológica y el cambio climático; la segunda, que no se puede quedar solo en licitar concesiones, sino que el MOP debe acompañar a los proyectos para que estos se materialicen en los tiempos óptimos. Tercero, supervigilar cuánta agua hay en Chile, en glaciares, napas subterráneas, aguas superficiales, y que esta se use bien y que opere el mercado para evitar la especulación. Y un cuarto eje, que cumpla una labor social: que pavimente caminos en zonas alejadas, conecte áreas extremas, entregue agua potable rural y realice una labor preventiva para evitar emergencias, “que están siendo más frecuentes por el cambio climático”, sostiene Fontaine.

¿Se encontró con sorpresas al instalarse en el Gobierno?

“Hasta ahora no me he encontrado sorpresas. Tenemos una evaluación que destaca ciertos avances en la administración, y ciertas debilidades, como un retraso de los proyectos. Había un esfuerzo por echar andar procesos de adjudicación y licitación, pero en el apuro no siempre se han tomado las precauciones para prever y corregir las dificultades que generan la construcción o la operación de los proyectos. En varios casos hay divergencias que se producen al interior del aparato del Estado una vez que el proyecto ya ha sido adjudicado, como es el caso de Américo Vespucio Oriente I (AVO I), o que en el proceso de evaluación ambiental surgen cambios de diseño. Hay un trabajo de anticipación de los problemas y de solucionarlos. Deberían resolverse anticipadamente las opiniones divergentes al interior del mismo Gobierno antes de proceder”.

¿El MOP va a acompañar los proyectos para que se concreten?

“Definitivamente. Que un proyecto sea entregado en concesión no le quita el carácter de obra pública, obra del Estado de Chile. La Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en las concesiones son de proyectos del Estado y la responsabilidad sigue estando en el MOP, para agilizar ese proceso y obtener esa autorización (…) Vemos que hay proyectos por alrededor de US$ 6.850 millones de concesiones que están en distintas etapas. Hay como US$ 1.400 millones que son mejoramientos a las concesiones actuales que se han trabajado mediante convenios complementarios. Hay US$ 2.400 millones adjudicados sin tener aún obras significativas: ahí está AVO I, o el Hospital Geriátrico El Salvador, que lleva también cuatro años sin actividad ninguna, o el puente industrial sobre el Biobío, en Concepción, que también está detenido por cuatro años. Hay US$ 3.000 millones en proyectos en proceso de licitación y/o de adjudicación”.

“Toda esa cartera de US$ 6.850 millones va a entrar en servicio tarde respecto del momento económico óptimo y el costo para el país de ese retraso es de US$ 500 millones al año. El atraso en las obras públicas le está costando al país US$ 500 millones al año”.

En el Hospital Geriátrico de El Salvador, ¿qué hará?

“Ha habido un avance en las conversaciones con la empresa para encontrar una solución a cómo trabajamos desde ahora para adelante”.

El Hospital Sótero del Río se sacó de la cartera de concesiones. ¿Lo quieren incorporar?

“Tenemos que definirlo al interior del Gobierno. El MOP actúa bajo un mandato del Ministerio de Salud cuando se trata de la concesión de hospitales. Pero para este gobierno las concesiones hospitalarias son un instrumento útil para resolver los problemas de falta de suficiente atención hospitalaria en Chile”.

¿Van a concesionar las nuevas líneas de metro?

“Tenemos una muy buena evaluación del mecanismo de concesiones, hay más de 80 proyectos concesionados. No vemos ninguna razón para no extender el uso de este instrumento a las líneas de metro y trenes de cercanías, como la macrozona central de Chile, que ya tiene un tamaño de población que justificaría un uso de trenes de cercanía como ocurre en otras capitales del mundo. Eso significa tren a Rancagua, que ya existe, pero también tren a Melipilla, a Lampa-Batuco, a Valparaíso”.

“El programa de gobierno contempla un rol fundamental para Metro, y en esa materia también puede aplicarse la Ley de Concesiones para licitar la construcción y operación de futuras líneas”.

Concesionar metro, hospitales, trenes y áreas verdes

¿Qué se hará en concesiones?

“En lo que se refiere a lo más tradicional, en autopistas lo primordial es la relicitación de la Ruta 5, la 68 (Viña-Valparaíso) y 78 (a Melipilla). Esperamos hacerlo con un nuevo estándar de servicio, de manera que la experiencia de viaje sea de mucho mejor para sus usuarios. Esto incluye tener doble vía desde Arica a Chiloé, terceras vías en zonas de mayor tráfico, como Santiago-Rancagua, o por ejemplo Santiago-San Antonio. También poner como prioridad la Carretera de la Fruta, porque conectaría con el paso Las Leñas en Argentina con el puerto ampliado de San Antonio. Y los peajes inteligentes, lo que el Presidente llama “Chile sin barreras”, para que en la macrozona central los peajes operen en el sistema free float . Queremos poner en marcha un sistema acelerado de free float tanto como sea posible (…) No puedo fijar fechas, porque todas estas son materias de modificaciones de contratos, pero es algo en que vamos a poner el acelerador a fondo, a más de 120 kilómetros por hora. Aquí las prioridad es el peaje de San Francisco de Mostazal, el de Lampa, de Santiago nororiente, la Autopista del Sol”.

¿A cuánto asciende la cartera de concesiones?

“El gobierno anterior dejó una cartera de US$ 6.800 millones para los próximos cuatro años. Ese es un punto de partida, pero no hemos decidido qué de eso es factible hacer y qué no. Las obras de la Ruta 5, la 68 y la 78 son prioritarias, y se cifran en US$ 2.900 millones”.

¿Y en aeropuertos?

“El aeropuerto de Santiago avanza y el espigón (salas de embarque) será entregado a fines de año, y la obra completa está para 2020. Hubo atrasos en la entrega y revisión de los proyectos de ingeniería, vamos a poner toda nuestra capacidad técnica para agilizar ese proceso para que el aeropuerto funcione pronto y bien. Aparte de eso, hay seis aeropuertos que relicitar en los próximos años, entre ellos el de Balmaceda”.

¿Y de obras menos tradicionales?

“Lo mismo aplica para cárceles, que debemos definir con el Ministerio de Justicia. Y queremos trabajar la concesión de áreas verdes con algunos municipios si hubiera interés. Algo hemos conversado al respecto con el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri”.

¿Y en lo ferroviario?

“La Ley de Concesiones que administra el MOP es muy flexible. Permite utilizar este instrumento para bienes nacionales de uso público en forma muy general. Dentro del programa de gobierno está el propósito de fortalecer o expandir el metro, trenes de cercanía, y también hay proyectos de iniciativa privada interesantes de concesiones en regiones, como el tranvía en La Serena”.

“Vamos a revisar el reglamento de las iniciativas privadas (proyectos que pueden presentar empresas privadas) de manera de que funcionen en forma más fluida y eficaz. Hemos observado que hay una disminución en el ingreso de iniciativas privadas bien significativo en los últimos años, y queremos revisar los premios que se dan a quien genera esa iniciativa. Originalmente, esos premios eran de 20% para quien traía la idea, después bajaron a 10% y ahora están en 3%. También hay demora en definir si esa iniciativa tiene interés nacional, que también es parte del proceso, y queremos demorar menos, pero siendo rigurosos en el carácter innovador del proyecto que se está aportando”.

¿En obra pública con financiamiento directo del Estado?

“La más emblemática es el puente del canal Chacao, que está empezando a construirse. Vamos a hacer lo posible para que esté listo hacia fines del presente gobierno”.

Puente Cau Cau: “La demolición no aparece como la opción más indicada”

Esta semana se hizo público un último informe del puente Cau Cau, que dice que es “irreparable”. ¿Qué va a hacer el MOP?

“Estamos revisando los estudios disponibles en el MOP y, si es necesario, encargaremos otros para definir el curso de acción adecuado, ya sea reparar lo que es reparable o reemplazar lo que hay que reemplazar”.

¿Pero no lo demolerán?

“La demolición no aparece como la opción más indicada, por cuanto que las piezas son reemplazables o reparables”.

“Es más prioritario echar a andar proyectos que están retrasados y avanzar en la nueva cartera de proyectos: las relicitaciones de las rutas 5, 68, 78 y los seis aeropuertos”.”Que un proyecto sea entregado en concesión no le quita el carácter de obra pública, obra del Estado de Chile”.

Ver artículo

Fuente: El Mercurio, Domingo 18 de marzo de 2018

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