EL MERCURIO – Reutilización de aguas servidas tratadas, planes para enfrentar el crecimiento de las ciudades, inversiones en sistemas de alcantarillado y de aguas lluvias, y mejoras en la calidad del servicio para los consumidores. Esos son algunos de los 12 proyectos en los que desde este año trabajarán el Gobierno y el sector privado para aumentar la seguridad hídrica del país con miras a 2030, y evitar una crisis por escasez.
Los planes derivan de un trabajo a nivel nacional entre actores públicos y privados, que partió en 2017 y lideró la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS). Fueron más de una docena de talleres en los que participaron cerca de 600 personas. En las reuniones estuvieron funcionarios estatales de alto rango, ejecutivos de empresas sanitarias, la Cámara Chilena de la Construcción, académicos y representantes de usuarios, entre otros.
Así lo comenta el superintendente de Servicios Sanitarios, Ronaldo Bruna, quien anticipó los resultados de esa labor. Estos serán expuestos mañana martes en el seminario “Seguridad hídrica, compromiso compartido”, que se realizará en la Universidad San Sebastián.
Bruna comenta que los desafíos en materia sanitaria para la próxima década se agruparon en tres ejes: cambio climático y la seguridad hídrica, ciudad y territorio, mientras que el tercero tiene relación con los usuarios. “El sector ha sido exitoso, pero ahora debemos decir hacia dónde vamos”, explica.
La autoridad señala que “hoy se dice que aún tenemos agua, pero la situación en cinco o diez años no será equivalente”. Advierte que la escasez también amenaza a la Región Metropolitana: “La disminución de los glaciares cercanos a Santiago predice que la estrechez de disponibilidad del recurso hídrico será una realidad en la próxima década. Tenemos que hacer cosas ahora para evitarla”.
En ese sentido -explica- aparecen los desafíos y los proyectos que definieron con los diversos actores que participaron en este trabajo. Asegura que la implementación de las iniciativas sería durante los próximos tres años que le queda a este gobierno y con el objetivo de que sus costos “sean lo mínimo posible” para los usuarios. Anticipa que ciertos planes podrían necesitar de cambios en la legislación.
A continuación, un resumen de las 12 iniciativas. Las seis primeras comenzarán a ser impulsadas este año:
Planes de riesgo : Considera un sistema de alerta temprana dirigido a la ciudadanía ante eventos de la naturaleza. Se realizará con las empresas un diagnóstico para lograr compromisos de inversión y gestión.
Aguas servidas y pérdidas: Busca atacar la mayor demanda en un escenario de menor disponibilidad. Ronaldo Bruna afirma que parte de las aguas servidas que van a dar al mar se pueden reutilizar. Añade que por problemas en la infraestructura (redes) casi un tercio de los recursos se pierde, y se buscará reducir eso con cambios normativos e inversiones.
Crecimiento de las ciudades : En este punto, la SISS trabajará con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo para definir el desarrollo armónico del territorio. La superintendencia se encargará de optimizar las licitaciones de nuevas áreas de concesión para que sean atendidas por las sanitarias que ya están en la zona u otras. Se acortarán los plazos de otorgamientos de concesiones para evitar desfases entre la construcción de viviendas y la puesta en marcha de servicios sanitarios.
Alcantarillados y sistemas de aguas lluvias sustentables : Junto con promover la reposición de alcantarillados y una mayor inversión en redes de aguas lluvias -hoy a cargo de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP-, se apunta a que estas obras logren, con sus descargas, recargar acuíferos y restablecer el ciclo natural del recurso.
Cuenta pública a clientes : Pretende que las sanitarias se acerquen a las personas, les entreguen información y dialoguen con ellas de “forma constructiva”.
Agua potable de calidad : Busca realizar mayores controles de las fuentes de abastecimiento o puntos de captación para evitar episodios de contaminación.
Seguridad hídrica: En construcciones de embalses para riego y energía se gestionará que exista espacio para el agua potable rural y las sanitarias.
Huella ambiental: Apunta a reducir el impacto en el medio ambiente, por ejemplo, con la reutilización de residuos.
Open data SISS : Se generará un sistema de datos abierto sobre fuentes de agua con información que posee la Superintendencia. En esto trabajará con la Dirección General de Aguas.
Estándares de calidad : De forma progresiva se avanzará en estandarizar la calidad de los servicios de las sanitarias. Se aplicarán mediciones.
Cultura hídrica: Se pretende incorporar en los programas del Ministerio de Educación módulos de enseñanza que tengan relación con el recurso hídrico.
Sello azul: Se promoverá la creación de un sello “azul” que certifique artefactos de la casa (inodoros, llaves, duchas) y proyectos de sectores agrícola, industrial y minero como eficientes o “amistosos” con el medio ambiente.
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Fuente: El Mercurio, Lunes 18 de Marzo de 2019
Gobierno pone en marcha 12 proyectos para evitar crisis hídrica y garantizar agua ante expansión de ciudades
EL MERCURIO – Reutilización de aguas servidas tratadas, planes para enfrentar el crecimiento de las ciudades, inversiones en sistemas de alcantarillado y de aguas lluvias, y mejoras en la calidad del servicio para los consumidores. Esos son algunos de los 12 proyectos en los que desde este año trabajarán el Gobierno y el sector privado para aumentar la seguridad hídrica del país con miras a 2030, y evitar una crisis por escasez.
Los planes derivan de un trabajo a nivel nacional entre actores públicos y privados, que partió en 2017 y lideró la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS). Fueron más de una docena de talleres en los que participaron cerca de 600 personas. En las reuniones estuvieron funcionarios estatales de alto rango, ejecutivos de empresas sanitarias, la Cámara Chilena de la Construcción, académicos y representantes de usuarios, entre otros.
Así lo comenta el superintendente de Servicios Sanitarios, Ronaldo Bruna, quien anticipó los resultados de esa labor. Estos serán expuestos mañana martes en el seminario “Seguridad hídrica, compromiso compartido”, que se realizará en la Universidad San Sebastián.
Bruna comenta que los desafíos en materia sanitaria para la próxima década se agruparon en tres ejes: cambio climático y la seguridad hídrica, ciudad y territorio, mientras que el tercero tiene relación con los usuarios. “El sector ha sido exitoso, pero ahora debemos decir hacia dónde vamos”, explica.
La autoridad señala que “hoy se dice que aún tenemos agua, pero la situación en cinco o diez años no será equivalente”. Advierte que la escasez también amenaza a la Región Metropolitana: “La disminución de los glaciares cercanos a Santiago predice que la estrechez de disponibilidad del recurso hídrico será una realidad en la próxima década. Tenemos que hacer cosas ahora para evitarla”.
En ese sentido -explica- aparecen los desafíos y los proyectos que definieron con los diversos actores que participaron en este trabajo. Asegura que la implementación de las iniciativas sería durante los próximos tres años que le queda a este gobierno y con el objetivo de que sus costos “sean lo mínimo posible” para los usuarios. Anticipa que ciertos planes podrían necesitar de cambios en la legislación.
A continuación, un resumen de las 12 iniciativas. Las seis primeras comenzarán a ser impulsadas este año:
Planes de riesgo : Considera un sistema de alerta temprana dirigido a la ciudadanía ante eventos de la naturaleza. Se realizará con las empresas un diagnóstico para lograr compromisos de inversión y gestión.
Aguas servidas y pérdidas: Busca atacar la mayor demanda en un escenario de menor disponibilidad. Ronaldo Bruna afirma que parte de las aguas servidas que van a dar al mar se pueden reutilizar. Añade que por problemas en la infraestructura (redes) casi un tercio de los recursos se pierde, y se buscará reducir eso con cambios normativos e inversiones.
Crecimiento de las ciudades : En este punto, la SISS trabajará con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo para definir el desarrollo armónico del territorio. La superintendencia se encargará de optimizar las licitaciones de nuevas áreas de concesión para que sean atendidas por las sanitarias que ya están en la zona u otras. Se acortarán los plazos de otorgamientos de concesiones para evitar desfases entre la construcción de viviendas y la puesta en marcha de servicios sanitarios.
Alcantarillados y sistemas de aguas lluvias sustentables : Junto con promover la reposición de alcantarillados y una mayor inversión en redes de aguas lluvias -hoy a cargo de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP-, se apunta a que estas obras logren, con sus descargas, recargar acuíferos y restablecer el ciclo natural del recurso.
Cuenta pública a clientes : Pretende que las sanitarias se acerquen a las personas, les entreguen información y dialoguen con ellas de “forma constructiva”.
Agua potable de calidad : Busca realizar mayores controles de las fuentes de abastecimiento o puntos de captación para evitar episodios de contaminación.
Seguridad hídrica: En construcciones de embalses para riego y energía se gestionará que exista espacio para el agua potable rural y las sanitarias.
Huella ambiental: Apunta a reducir el impacto en el medio ambiente, por ejemplo, con la reutilización de residuos.
Open data SISS : Se generará un sistema de datos abierto sobre fuentes de agua con información que posee la Superintendencia. En esto trabajará con la Dirección General de Aguas.
Estándares de calidad : De forma progresiva se avanzará en estandarizar la calidad de los servicios de las sanitarias. Se aplicarán mediciones.
Cultura hídrica: Se pretende incorporar en los programas del Ministerio de Educación módulos de enseñanza que tengan relación con el recurso hídrico.
Sello azul: Se promoverá la creación de un sello “azul” que certifique artefactos de la casa (inodoros, llaves, duchas) y proyectos de sectores agrícola, industrial y minero como eficientes o “amistosos” con el medio ambiente.
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Fuente: El Mercurio, Lunes 18 de Marzo de 2019