PULSO – EL Ministerio de Transportes (MTT) prepara un plan que busca duplicar las ciclovías de Santiago, pasando de los actuales 423 km a unos 900 km de aquí al 2026, lo que equivale a un incremento de 113%.
Uno de los proyectos más importantes será el que unirá a Cerro Navia con Quinta Normal. Este cuenta con una longitud de 5,6 km y se ejecutará a través del eje Salvador Gutiérrez con esquina Mendoza. Estadísticas del MTT indican que esta iniciativa permitirá hasta 13 mil viajes diarios en bicicleta, lo que equivale a un incremento de 50%. Además, se enlazará con las estaciones de metro de ambas comunas.
Por otro lado, la ciclovía que conectará a San Miguel con San Joaquín y Macul, es el segundo proyecto destacado. Esta tendrá una extensión de 6,84 km y se ejecutará a través de los ejes de las calles La Marina, San Nicolás, Capitán Prat y Benito Rebolledo.
En concreto, este proyecto permitirá el acceso a las estaciones Lo Vial de L2 y San Joaquín de L5. Además, esta infraestructura permitirá alrededor de 20 mil viajes diarios. En total, se aumentará en 40% la disponibilidad de este recurso urbano en dichas comunas.
Los restantes kilómetros de la nueva red de ciclovías, se completarán con una serie de proyectos secundarios. Además, en la ejecución del plan participarán los ministerios de Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo y el Gobierno Regional.
El proyecto no se queda sólo en Santiago, pues también tiene puesto su foco en regiones. Por ejemplo, en 2019 se ejecutará el primer tramo de la ruta de 1,6 km de Av. Huichahue en Padre las Casas y los 1,1 km de la ciclovía de Av. Carrera enCuracautín, entre otras iniciativas.
“Las bicicletas adquirieron un mayor protagonismo en nuestras calles y son una importante alternativa de movilización para muchas personas que a diario se trasladan. La infraestructura se ha ido desarrollando en forma paralela a este auge.
En ocho años se ha duplicado en Santiago la red de ciclovías y esperamos que este ritmo de crecimiento se mantenga también con soluciones más simples, como demarcaciones, tal como se observa en países de Europa”, asegura Gloria Hutt, ministra de Transportes.
Amarilis Horta, directora ejecutiva de Bicicultura, señala que “es una muy esperada y feliz noticia. En Chile, los viajes en bicicleta experimentan un crecimiento sostenido, a pesar de las enormes dificultades de todo tipo que experimentamos los ciclistas”.
Estándares mínimos
Una de las claves a la hora de enfrentar la implementación de este plan, es la definición de sus estándares mínimos, pues esto permitirá aumentar la seguridad en las calles para peatones y ciclistas.
“El estándar tiene que ser apropiado. Es decir, no sirven carriles de 80 centímetros. Además, es clave velar por la continuidad. No debe ocurrir que en una misma manzana existan tres interrupciones por entradas a estacionamientos”, manifiesta Ernesto López, investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes).
Para hacerse una idea, el 53% de los fallecidos en accidentes de tránsito corresponde a los usuarios más vulnerables de las calles. Esto se traduce en que durante la última década, unos 1.183 ciclistas perdieran la vida sobre el pavimento.
En ese sentido, el llamado es a no repetir los errores del pasado. “Actualmente, lo que hay son destinaciones lineales. Es decir, una vez terminada la ruta, pueden pasar varios kilómetros sin ciclovía. Hay que completar una red”, asegura López.
También es clave que se incorpore Metro y Transantiago. “Hay ciudades en Europa donde los sistemas de transporte público ofrecen la posibilidad de trasladar la bicicleta. Eso permite un mayor acercamiento a las periferias urbanas.Además, la gente pierde la necesidad de andar en auto”, explica López.
Por otro lado, la meta debiera ser un poco más ambiciosa. “Es necesario más que duplicar la red de ciclovías. Sin embargo, el estándar con que se deben construir no tiene por qué ser muy alto y caro, como algunas que son unas verdaderas calles separadas en paralelo.
Puede bastar -sobre todo en vías que no sean troncales- con quitarle ancho a las pistas de autos”, asevera Ricardo Hurtubia, investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus).
Además, también sería necesario generar un cambio cultural. “Al reducir el tamaño de las calles, se pueden ganar centímetros para crear nuevas ciclovías. Eso se puede hacer de manera exhaustiva y expansiva en todo Santiago. Además, se requiere de voluntad política”, dice Hurtubia.
En este aspecto, es fundamental que estos planes se aceleren. “Es probable que por la Ley de Convivencia Vial aumenten los accidentes entre automovilistas y ciclistas, pues es como tirar a estos últimos a los leones. La ciudad no está preparada para su aplicación. Entonces, eso hace muy urgente las medidas del Ministerio de Transportes”, destaca López.
Fuente: Pulso, Jueves 15 de noviembre de 2018