Lunes, Noviembre 25, 2024

Gloria Hutt: “Hay consenso mundial de regular nuevas formas de movilidad para proteger a usuarios”

DIARIO FINANCIERO – Nuevas ideas para Chile y un panorama más claro sobre el impacto de la tecnología y la incorporación de nuevas formas de conectividad, fueron algunos de los hallazgos que la ministra de Transporte, Gloria Hutt, logró recopilar durante la cumbre del Foro Internacional de Transporte que se realizó la semana pasada en Leipzig, Alemania.
En conversación con DF en la ciudad que albergó el “Davos del Transporte”, se mostró satisfecha con la experiencia y reveló que pudo confirmar que “el rumbo tomado para favorecer el transporte público es el correcto”.
“Pudimos contrastar con otros países hacia dónde va la tendencia y vuelvo con el alivio de saber que nuestros problemas afectan a todos por igual”, explicó Hutt refiriéndose a la movilidad compartida, a la electromovilidad y al impacto medioambiental.
– ¿Cuál fue el tema de mayor consenso entre los países asistentes?
– El tratamiento de los scooters y del transporte compartido. Fue de las primeras conversaciones y nadie tiene claro qué hacer. En cierta forma, fue reconfortante ver que ni siquiera en los países más desarrollados, el tema está resuelto.
– Aún así, ¿vuelve con ideas de qué hacer en Chile?
– Sí. Sobre el tema hubo ciertos consensos y uno es que hay que regular, para proteger el interés de los usuarios. Las discrepancias están en cómo hacerlo y nosotros estamos bastante adelantados con el proyecto de ley. Sabemos que debe ser muy general y flexible, porque la posibilidad de que estas aplicaciones y servicios vuelvan a cambiar es muy alta. También hubo consenso en que la micromovilidad necesita ser regulada por problemas de interferencia con los peatones. En todo caso, la prioridad es proteger a los peatones y después destinar espacios a ciclistas y a usuarios de scooters.
– La llamada Ley Uber ha recibido muchas críticas por considerar que favorece más a las plataformas.
– La lectura que hago es que las críticas reflejan más bien intereses de los grupos que están entregando los servicios y no de los usuarios. Son grupos que prefieren que las cosas no cambien, porque o quieren mantener el mercado congelado o porque a las empresas les conviene competir en condiciones ventajosas. Queremos garantizar la seguridad de los pasajeros y equilibrar las condiciones de competencia en el mercado.
– El tema medioambiental también se tomó parte del Foro de Transporte y Chile tuvo peso en ello. ¿Cuál es el llamado que usted hace ad portas de la COP25?
– Quedé con algunas preocupaciones sobre las metas ambientales, porque estamos viendo que pueden terminar significando una carga muy grande para los países menos desarrollados que tienen el mismo nivel de compromiso que los desarrollados, pero con la carga adicional de una población de menos ingresos mucho más expuesta al impacto del cambio climático. Cuando todos tenemos las mismas metas, pero partimos desde puntos distintos, se produce una brecha que tenemos que evitar.
Prioridad al transporte público
– En las conferencias se habló de priorizar el transporte público para hacer ciudades mejor conectadas.
– Así es. Y encontramos cierto consenso en que el acceso de autos a zonas congestionadas tiene los días más o menos contados. Eso, independientemente del método que se use, ya sea al suprimir estacionamientos o restringir la circulación por ciertas horas. Es evidente que el espacio vial debe ser administrado con prioridad al transporte público, a los peatones y al transporte no motorizado. De esa forma se ordena sola la jerarquía y el auto queda más rezagado.
– Pero, ¿cómo incentivar su desuso en sociedades que apuestan tanto por el auto?
– Ofreciendo transporte público de alta calidad, con unidades más cómodas y prioridad de circulación en zonas centrales. Nuestros buses Red van completamente en la dirección de la electromovilidad y prioridad del transporte público. Hay que ser conscientes de que el espacio vial es bien escaso y tiene un límite. Y como no es posible ampliarlo, hay que repartirlo de manera más segura y eficiente.
– Hay una tendencia de cobrar a los autos por ingresar a la ciudad. ¿Lo evalúa como opción para Santiago?
– Es una alternativa, pero creo que hay opciones más sencillas que implican un uso más racional del automóvil, como por ejemplo reducir los estacionamientos. Se trata de que el costo de usar el auto sea percibido por el usuario. Más que penalizar a los usuarios de autos, queremos invitarlos a usar el transporte público.
– ¿Hay algún proyecto urgente para el Ministerio?
– Trato de avanzar en todos los temas críticos. La expansión portuaria es urgente, los proyectos ferroviarios son importantes y para qué decir el transporte público. Pero creo que éste último debe seguir como proyecto estructurante, porque apunta a mejores ciudades. Me gustaría que sea el eje, pero no hay posibilidad de descuidar a los demás. El transporte se nos vino encima, con necesidades diversas y todas en paralelo, y hay que resolverlo en simultáneo.
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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 29 de Mayo de 2019

DIARIO FINANCIERO – Nuevas ideas para Chile y un panorama más claro sobre el impacto de la tecnología y la incorporación de nuevas formas de conectividad, fueron algunos de los hallazgos que la ministra de Transporte, Gloria Hutt, logró recopilar durante la cumbre del Foro Internacional de Transporte que se realizó la semana pasada en Leipzig, Alemania.
En conversación con DF en la ciudad que albergó el “Davos del Transporte”, se mostró satisfecha con la experiencia y reveló que pudo confirmar que “el rumbo tomado para favorecer el transporte público es el correcto”.
“Pudimos contrastar con otros países hacia dónde va la tendencia y vuelvo con el alivio de saber que nuestros problemas afectan a todos por igual”, explicó Hutt refiriéndose a la movilidad compartida, a la electromovilidad y al impacto medioambiental.
– ¿Cuál fue el tema de mayor consenso entre los países asistentes?
– El tratamiento de los scooters y del transporte compartido. Fue de las primeras conversaciones y nadie tiene claro qué hacer. En cierta forma, fue reconfortante ver que ni siquiera en los países más desarrollados, el tema está resuelto.
– Aún así, ¿vuelve con ideas de qué hacer en Chile?
– Sí. Sobre el tema hubo ciertos consensos y uno es que hay que regular, para proteger el interés de los usuarios. Las discrepancias están en cómo hacerlo y nosotros estamos bastante adelantados con el proyecto de ley. Sabemos que debe ser muy general y flexible, porque la posibilidad de que estas aplicaciones y servicios vuelvan a cambiar es muy alta. También hubo consenso en que la micromovilidad necesita ser regulada por problemas de interferencia con los peatones. En todo caso, la prioridad es proteger a los peatones y después destinar espacios a ciclistas y a usuarios de scooters.
– La llamada Ley Uber ha recibido muchas críticas por considerar que favorece más a las plataformas.
– La lectura que hago es que las críticas reflejan más bien intereses de los grupos que están entregando los servicios y no de los usuarios. Son grupos que prefieren que las cosas no cambien, porque o quieren mantener el mercado congelado o porque a las empresas les conviene competir en condiciones ventajosas. Queremos garantizar la seguridad de los pasajeros y equilibrar las condiciones de competencia en el mercado.
– El tema medioambiental también se tomó parte del Foro de Transporte y Chile tuvo peso en ello. ¿Cuál es el llamado que usted hace ad portas de la COP25?
– Quedé con algunas preocupaciones sobre las metas ambientales, porque estamos viendo que pueden terminar significando una carga muy grande para los países menos desarrollados que tienen el mismo nivel de compromiso que los desarrollados, pero con la carga adicional de una población de menos ingresos mucho más expuesta al impacto del cambio climático. Cuando todos tenemos las mismas metas, pero partimos desde puntos distintos, se produce una brecha que tenemos que evitar.
Prioridad al transporte público
– En las conferencias se habló de priorizar el transporte público para hacer ciudades mejor conectadas.
– Así es. Y encontramos cierto consenso en que el acceso de autos a zonas congestionadas tiene los días más o menos contados. Eso, independientemente del método que se use, ya sea al suprimir estacionamientos o restringir la circulación por ciertas horas. Es evidente que el espacio vial debe ser administrado con prioridad al transporte público, a los peatones y al transporte no motorizado. De esa forma se ordena sola la jerarquía y el auto queda más rezagado.
– Pero, ¿cómo incentivar su desuso en sociedades que apuestan tanto por el auto?
– Ofreciendo transporte público de alta calidad, con unidades más cómodas y prioridad de circulación en zonas centrales. Nuestros buses Red van completamente en la dirección de la electromovilidad y prioridad del transporte público. Hay que ser conscientes de que el espacio vial es bien escaso y tiene un límite. Y como no es posible ampliarlo, hay que repartirlo de manera más segura y eficiente.
– Hay una tendencia de cobrar a los autos por ingresar a la ciudad. ¿Lo evalúa como opción para Santiago?
– Es una alternativa, pero creo que hay opciones más sencillas que implican un uso más racional del automóvil, como por ejemplo reducir los estacionamientos. Se trata de que el costo de usar el auto sea percibido por el usuario. Más que penalizar a los usuarios de autos, queremos invitarlos a usar el transporte público.
– ¿Hay algún proyecto urgente para el Ministerio?
– Trato de avanzar en todos los temas críticos. La expansión portuaria es urgente, los proyectos ferroviarios son importantes y para qué decir el transporte público. Pero creo que éste último debe seguir como proyecto estructurante, porque apunta a mejores ciudades. Me gustaría que sea el eje, pero no hay posibilidad de descuidar a los demás. El transporte se nos vino encima, con necesidades diversas y todas en paralelo, y hay que resolverlo en simultáneo.
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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 29 de Mayo de 2019

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